The Green Ark Foundation: Un Refugio de Biodiversidad y Sostenibilidad en Costa Rica
Estamos en un punto crítico. La crisis climática y la pérdida acelerada de biodiversidad están llevando a miles de especies al borde de la extinción. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), aproximadamente un millón de especies vegetales y animales están en peligro de desaparecer. En este escenario, iniciativas que buscan preservar y proteger la diversidad biológica, como The Green Ark Foundation: jardín botánico centroamericano, se vuelven indispensables.
“Alguien tenía que hacer un arca de plantas,” comenta Tommy Thomas, fundador de The Green Ark Foundation.
Ante la amenaza constante, Tommy decidió crear un refugio que no solo preservara especies vegetales, sino que también educara a las personas sobre la importancia de la sostenibilidad. Este jardín botánico centroamericano, ubicado en las laderas del Volcán Poás en Costa Rica, se ha convertido en un modelo de conservación y acción comunitaria.
Con más de 8 hectáreas dedicadas a la preservación de especies, The Green Ark alberga uno de los jardines botánicos más grandes de Centroamérica. Su ubicación en Costa Rica no es casualidad; el país, reconocido por ser un cruce biológico entre dos continentes, ofrece las condiciones ideales para proteger una amplia gama de plantas tanto nativas como exóticas.
Te interesa: Los bancos de semillas y el trabajo por preservar la biodiversidad
The Green Ark cuenta con 8 hectáreas donde se encuetra el jardín, el meadery y el restaurante.
La Búsqueda de una Casa que se Convirtió en Jardín Botánico
“Nada fue planeado,” dice Thomas “No tenía la intención de hacer agricultura, solo buscaba un lugar para construir una casa.”
En 1986, Tommy Thomas, un ex voluntario del Cuerpo de Paz y emprendedor, se mudó a Costa Rica con la idea de establecerse en un lugar tranquilo. Buscaba un terreno adecuado donde pudiera construir su hogar. Sin embargo, lo que comenzó como una búsqueda de paz, rápidamente se transformó en algo mucho más grande.
Durante los primeros años, Tommy se encontró con un agricultor local que lo introdujo al cultivo de hierbas. “Me encontré con este tipo que exportaba hierbas a Estados Unidos y me convenció de intentar cultivar algunas de estas hierbas culinarias”Lo que empezó como un pequeño experimento se convirtió rápidamente en una pasión que lo llevó a expandir su finca mucho más allá de lo que había imaginado inicialmente.
De Los Patitos a Jardín Botánico Centroamericano
Antes de que The Green Ark existiera, Tommy Thomas adquirió una pequeña empresa local llamada Los Patitos, dedicada a la producción de achiote, un colorante natural. Esta decisión resultó clave cuando, en 1976, la FDA prohibió el uso del colorante sintético Red No. 2 debido a preocupaciones de salud. El vacío que dejó este colorante en el mercado fue una oportunidad para Los Patitos, que comenzó a suministrar por primera vez el achiote como sustituto natural.
“Lo que fue malo para las grandes empresas químicas, resultó ser una oportunidad para nosotros,” comenta Tommy sobre su primer proyecto de Los Patitos.
Este negocio permitió financiar el crecimiento de lo que hoy es uno de los jardines botánicos más importantes de Centroamérica, con más de 3,000 especies documentadas y probablemente más de 10,000 en total.
Te interesa: México está perdiendo sus variedades de epazote
Actualmente, la Fundación cuenta con más de 1600 especies medicinales y ornamentales, que Tommy tiene la intención de dejar como legado para Costa Rica.
Un Espacio para la Educación y la Conservación
Con el crecimiento de The Green Ark, Tommy no solo buscaba preservar la biodiversidad, sino también crear un espacio donde las personas pudieran aprender sobre sostenibilidad y autosuficiencia. “La única forma en que vamos a cambiar la mentalidad de las personas sobre el cambio climático es mostrándoles cosas,” comenta Tommy, destacando el rol educativo.
A través de talleres y programas educativos, The Green Ark enseña a las comunidades locales y visitantes cómo cultivar plantas que no solo son fáciles de mantener, sino también altamente nutritivas, como el katuk y la chaya.
El proyecto incluye una cervecería artesanal y una meadery, donde se producen cervezas artesanales y mead (hidromiel) utilizando ingredientes locales, lo que añade una capa más de este proyecto.
“Queremos que cada producto que los visitantes disfruten aquí tenga un vínculo directo con lo que cultivamos en la finca,” comenta Tommy.
Para complementar esta experiencia, un restaurante dentro del jardín ofrece menús basados en productos cultivados en la finca.
¿Qué Sigue para The Green Ark?
El proyecto de The Green Ark no se detiene en lo que ya ha logrado. Su fundador tiene grandes planes para continuar expandiendo el impacto del jardín botánico centroamericano en la sostenibilidad, la educación y la conservación.
“Mi visión para The Green Ark es que sea completamente autosostenible,” explica Tommy. “Quiero que toda la energía provenga de fuentes renovables y que el jardín funcione de manera autosuficiente tanto en energía como en alimentación.”
Uno de los próximos pasos para alcanzar esa meta es la implementación de un proyecto hidroeléctrico. “Estamos trabajando en instalar una pequeña turbina que generará suficiente electricidad para todo el jardín,” menciona Tommy. Este sistema aprovechará la diferencia de altitud de 55 metros dentro de la propiedad para generar energía renovable, un desafío que no es nada fácil.
Otro de los proyectos a futuro en The Green Ark es la creación de un jardín de árboles con hojas comestibles, una iniciativa que promete repensar la forma en que pensamos sobre la nutrición sostenible. Especies como la moringa, la chaya y el mulberry no solo aportan proteínas, vitaminas y minerales esenciales, sino que también se adaptan fácilmente a sistemas agroforestales. Además de ser una fuente rica en nutrientes, estos árboles ayudan a capturar carbono y contribuyen a la producción de alimentos.
Tommy ve en estos árboles una oportunidad única para conectar la biodiversidad con la autosuficiencia alimentaria. “Estamos descubriendo cómo los árboles pueden ser una pieza clave para la nutrición,” comenta Tommy.
Especies como el limón caviar destacan entre la variedad de plantas exóticas preservadas en The Green Ark.
La Urgencia de Preservar la Biodiversidad en Centroamerica
Costa Rica es uno de los países más biodiversos del planeta. A pesar de su pequeño tamaño, alberga alrededor del 5% de la biodiversidad mundial, incluyendo miles de especies de plantas que son fundamentales para los ecosistemas locales y globales. Sin embargo, esta riqueza natural está bajo amenaza debido a la deforestación, el cambio climático y el desarrollo humano.
El Corredor Biológico Mesoamericano, que abarca desde México hasta Panamá, conecta áreas protegidas en toda la región, incluyendo importantes parques nacionales en Costa Rica. Este corredor es importante para la preservación de la biodiversidad en nuestra región, ya que permite la movilidad de especies y la continuidad de los ecosistemas.
Iniciativas como The Green Ark Foundation encajan perfectamente dentro de estos esfuerzos, ya que protegen especies vegetales y educan a las comunidades sobre la sostenibilidad, asegurando que la biodiversidad tenga un futuro en medio de las crecientes amenazas globales.
“Nuestra misión no se limita a proteger las especies; también es nuestra responsabilidad crear un espacio donde la ciencia y la educación se unan para garantizar que estas especies no solo sobrevivan, sino que prosperen,” comenta Tommy.
Al reunir en un solo lugar la diversidad de plantas nativas y exóticas, The Green Ark asume el compromiso de ser un referente en la investigación científica, trabajando para asegurar que Centroamérica siga siendo un punto clave en los esfuerzos globales de conservación.
Conoce Huerto Tlatelolco en CDMX, un espacio dedicado a la agricultura urbana que ya está generando cambio sociales y ambientales. ¡No olvides suscribirte a nuestro canal de YouTube! Podrás disfrutar de historias, reportajes, recetas y nuestros mejores tips de cocina.