The Lovers: brillante retrato de un romance en tiempos políticamente agitados
The Lovers (Reino Unido/2023). Creador: David Ireland. Dirección: Justin Martin. Elenco: Johnny Flynn, Roisin Gallagher, Alice Eve, Conleth Hill, Simon Paisley Day. Disponible en: OnDirecTV. Nuestra opinión: muy buena.
Uno de los tropos de la comedia romántica, aquel que muestra cómo los opuestos se atraen, parece ser la base de The Lovers, la flamante serie del actor y dramaturgo David Ireland. Y si parece serlo es porque el showrunner, a lo largo de los seis episodios de su ficción, altera esa convención, llevándola a otros terrenos, explorando otras narrativas por fuera de las clásicas antinomias, y sin engañar la percepción del público. The Lovers podrá tener una buena dosis de momentos encantadores como exponente del género en el que se ancla, pero no es lo que la define .
Como ejemplo de esto tenemos ese primer encuentro de los protagonistas, un meet-cute atravesado tanto por la comedia negra como por el seco humor inglés, una combinación que le juega a favor a una historia en la que los personajes no pretenden agradar o ser políticamente correctos, una apuesta arriesgada de Ireland que funciona por el trabajo de sus protagonistas y por el sutil manejo de los tonos. Para el showrunner, no hay nada tabú, no hay límites para la comedia, y esa toma de posición es lo que hace que su producción se desligue de relatos edulcorados en los que no hay una voz distintiva, una impronta, una búsqueda que no implique tomar de referencia otras ficciones similares. The Lovers no teme incomodar y allí reside parte de su fuerza.
En cuanto a esas figuras de mundos disímiles que se encuentran para salvarse y acompañarse, la serie comienza brindando un pantallazo de sus realidades. Janet (Roisin Gallagher, en una interpretación brillante) trabaja en un supermercado de Belfast, su marido la dejó por otra mujer y su misantropía la hace aislarse de sus afectos. Janet, en gran medida, está sola en un microclima que le recuerda a heridas del pasado vinculadas a “The Troubles”, el conflicto entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte cuyas secuelas se siguen palpitando en cada rincón de su Belfast natal. Seamus (Johnny Flynn, también excelente), en cambio, disfruta en Londres de su estatus de celebridad dentro del periodismo político, está en pareja con una actriz famosa y no quiere ni puede observar con claridad la compleja matriz de la esfera sobre la que comunica.
La primera paradoja que aborda The Lovers se desprende de ese personaje, un periodista más filoso que informado, más influencer que comunicador nato, más obtuso que ávido por la noticia y sus ribetes. El encuentro con Janet se produce en Belfast, lugar clave para la serie, precisamente un espacio al que Seamus no quiere volver por duros recuerdos que intenta eludir . Su forma sesgada de contemplar el entorno lo conduce a hacer un informe desde la ciudad, informe que es rechazado por sus habitantes, quienes lo arrinconan en una calle con un enojo que proviene de la incomprensión de ese outsider sobre lo que realmente sucedió en ese conflicto étnico que se prolongó a lo largo de tres décadas.
Incomunicado y asustado, Seamus llega a una pequeña casa de la zona, en la que ve a Janet a punto de quitarse la vida. La secuencia impacta, pero no distancia. En cierta medida, The Lovers comparte inquietudes (y su manera de abordarlas) con After Life, la comedia dramática de Ricky Gervais que, también con tramos de humor negro, arrojaba luz sobre la dificultad que tienen muchos individuos de levantarse todos los días y entregarse a una rutina que los oprime y los angustia . Janet se encuentra en ese estado cuando Seamus la ve, y ese momento de epifanía los salva a ambos.
Con una sola charla compartida, ambos advierten que hay algo más profundo que los une, más allá de la atracción física que los conduce a hacer un pacto para vivir un affaire sin que Seamus ponga en jaque su relación y sin que ninguno corra el riesgo de enamorarse. The Lovers es consciente de que sus figuras eventualmente terminarán traicionando esa suerte de manifiesto, sobre todo cuando Janet empieza a compartir aspectos de su vida que le pesan, y cuando Seamus advierte que nunca se tomó demasiado en serio las implicancias de ser periodista, un baño de realidad que lo termina enriqueciendo.
La química entre Flyyn y Gallagher es otro de los grandes aciertos de una serie que, a medida que va llegando a su primera mitad, va poniendo sobre la mesa los tópicos que le interesa navegar, desde las discrepancias políticas que atraviesan todas las relaciones (en este caso, las románticas) a las diferentes formas de entender la fe. Por lo tanto, The Lovers aprehende la convención de la guerra de los opuestos y la lleva a un lugar compasivo en el que no hay espacio para los prejuicios sino para el entendimiento de por qué sus protagonistas se comportan cómo lo hacen. La empatía por sobre cualquier preconcepto: esa es la verdadera fuerza que conduce esta historia.
The Lovers se puede ver todos los lunes a las 21.30, con un episodio por semana, por OnDIRECTV y vía streaming por DGO.