The Weeknd no piensa tirar la toalla tras el desastre que ha sido 'The Idol'

The Weeknd en la serie 'The Idol' credit:Bang Showbiz
The Weeknd en la serie 'The Idol' credit:Bang Showbiz

'The Idol' ha llegado a su fin con el dudoso honor de haberse convertido en la serie más comentada y criticada en lo que va de año. El plot twist -que se veía venir de lejos- no han sido suficiente para salvar la colaboración del creador de 'Euphoria' Sam Levinson y el cantante The Weeknd.

La historia ha terminado un episodio antes de lo que estaba previsto, en el quinto, lo cual no ha hecho más que contribuir a la sensación de caos que ha rodeado todo el proyecto desde que se supo que la directora original Amy Seimetz había renunciado para dejarlo en manos de Levinson. A esta noticia le siguieron rumores sobre problemas para ceñirse al presupuesto, provocados por la necesidad de volver a grabar buen parte de las escenas, y sobre el ambiente tóxico que se respiraría en el set de rodaje.

Al final, la serie vio la luz, recibió una ovación durante su presentación en el festival de Cannes y aterrizó en HBO Max para dejar a los espectadores completamente descolocados. Para muchos, críticos de renombre incluidos, no es más que una fantasía tóxica desde una mirada puramente masculina; otros consideran que se acerca peligrosamente al 'porno de tortura', pero casi todo el mundo coincide en que ha sido una decepción. Y pese a ello, The Weeknd no piensa tirar la toalla en su empeño por abrirse paso en la industria de la interpretación tras triunfar en la de la música.

"El gran final", escribió este lunes en Instagram tras la emisión del episodio. "Me siento agradecido de poder compartir este momento con todos vosotros mientras la temporada llega a su cierre. Seguiré luchando por mi visión sin importar lo tortuoso que resulte el camino", ha prometido.

El cantante ha pasado las últimas semanas defendiendo el alto contenido sexual de su producto y las escenas más perturbadoras, que casi siempre incluían desnudos de su estrella protagonista Lily Rose Depp, encargada de dar vida a la estrella del pop Jocelyn. El problema, en su opinión, es que buena parte del público no se ha dado cuenta de que su personaje Tedros estaba creado para causar vergüenza ajena y en ningún momento pretendió que pareciera un seductor nato. La escena en que él le susurra obscenidades a Jocelyn, por ejemplo, mientras ella se masturba fue concebida como una forma de mostrar que él se había metido en una situación que le sobrepasaba, y no tenía como objetivo seducir o caldear el ambiente.