‘The Whale’ y la gordofobia: qué dice la película sobre habitar cuerpos gordos y por qué escuchar a las expertas del tema

Ilustración: Jesús Santamaría | @RE_ilustrador
Ilustración: Jesús Santamaría | @RE_ilustrador

Las opiniones son encontradas: hay quienes se decantan por destacar el extraordinario trabajo actoral de un Brendan Fraser renacido y hablan sobre la crudeza de la película. Otras más hacen críticas tenaces, puntuales y directas sobre lo problemática que puede ser. ¿The Whale hace apología de la gordofobia?

Expertas lo han abordado y explican su punto: la película de Darren Aronofsky no ayuda a reflexionar sobre los trastornos alimenticios, la depresión y los duelos no completados. Lo que provoca, según detallan las activistas, es un miedo profundo a ser una persona gorda, sin importar qué hay detrás.

“Es importante escuchar las voces de las minorías, de las personas que están viviendo esa experiencia“, destaca la psicóloga Cecilia Bravo especializada en justicia corporal y social. “Si las personas que habitamos un cuerpo gordo tenemos cosas que decir al respecto de la película ¡es por algo!”.

The Whale y la gordofobia: cómo entenderlo mejor

No todos los cuerpos gordos son resultado de “comer mucho”: hay historias detrás, hay contextos biológicos y genéticos que influyen, también están los contextos sociales, económicos y de salud mental. Eso es precisamente lo que destacan las activistas de cuerpos diversos.

“No podemos saber absolutamente nada de la vida de la otra persona por el cuerpo que está habitando. Me parece injusto que se quite nuestra voz, se minimice, se silencie, sólo por nuestro tipo de cuerpo, porque somos las personas que nos atraviesa ese contexto, nos atraviesa este mundo gordofóbico y es importante que nos escuchen”, destaca Ceci Bravo.

Para entender mejor: La salud viene en TODAS las tallas: qué es la gordofobia y cómo dejarla atrás

Priscila Arias, activista corporal e influencer de moda y maquillaje, mejor conocida como La Fatshionista) es muy clara: el personaje de Brendan Fraser no está luchando contra la obesidad (como el propio actor lo ha destacado), sino contra un trastorno de la conducta alimentaria y una depresión profunda.

Sin embargo, lo que destacan las activistas, es que este mensaje se pierde.

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“Las escenas donde se está bañando, caminando o incluso la última escena, retratan y hacen ver como monstruoso y gigantesco su cuerpo y eso es lo que impacta. Pero se está perdiendo por completo que es una persona completamente deprimida y triste, que perdió el sentido de la vida“, señala Priscila. “Lo ojete de todo esto es que está tan tergiversado el mensaje que lo que le llega es un mensaje de asco, en lugar de fijarse que es una persona deprimida“.

Sin embargo, la opinión de Priscila, que compartió en su cuenta de Instagram y TikTok, se hizo viral y provocó una oleada de mensajes ofensivos y de odio, perdiéndose, una vez más, el mensaje central de la discusión.

Aunque también hay comentarios de personas que han vivido con TCAs que, justamente, advierten sobre lo peligrosa que puede resultar la película.

“Yo soy recuperada de una bulimia y transtorno por atracón por 10 años y está película fue terrible emocionalmente para mí. Me hizo recordar momentos dolorosos, tuve que buscar apoyo profesional de nuevo porque fue un detonador de atracón y ¡de nuevo en episodios muy fuertes de dismorfia corporal! Me pareció muy violenta y dañina para personas que tenemos historia con TCAs”, escribió una usuaria.

“No todos los gordos estamos gordos como él”

Para Ceci Bravo, The Whale tiene un efecto contrario a la empatía porque infunde miedo a los cuerpos gordos.

“Nos muestra un contexto en el que nos dicen: «si tú engordas, vas a terminar de esa forma». Es difícil que exista empatía y que se ayude a disminuir la gordofobia cuando la propia película no la tiene”, dice la psicóloga.

Esto, explica la experta, provoca que las conversaciones y reflexiones que las personas de cuerpos grandes y diversos buscan crear y compartir se diluyan.

“Cuando la película nos creó todo este miedo, todas estas escenas, este contexto de vida que no todas las personas que habitamos un cuerpo gordo lo tenemos, el resultado es: «no me interesa escucharte porque lo que a mí me mostraron en esa película es que no debo de ser gordo, gorda, gorde y pase lo que pase no puedo engordar»”.

Esto coincide con lo que explica la Fatshionista: el personaje de Fraser, al vivir con un trastorno de la conducta alimentaria y una depresión profunda, se aísla y deja de pedir ayuda, se aleja de los médicos y eso lo lleva a lidiar con un cuerpo grande, “un cuerpo que no es funcional, es un cuerpo que no le permite ya moverse, no le permite caber en espacios, incluso no le permite salir de su casa o mantenerse de pie”.

Pero eso no le pasa a todos los gordos. Tampoco todos los gordos estamos gordos como él, ni tampoco todas las personas gordas nos vamos a morir como él, ni tampoco todas las personas gordas engordamos por la misma razón”, dice Priscila en su crítica.

“El cuerpo gordo que habito no me mata, la gordofobia sí”

Cecilia Bravo explica que el miedo a la obesidad está representado desde los medios de comunicación, hasta el sistema de salud.

En muchísimos casos, se privilegia la delgadez a la salud mental e incluso física, dice la psicóloga.

“Es importante que se tenga consciencia sobre la gordofobia que existe en este mundo, sobre el privilegio de la delgadez, que el cuerpo gordo que habito no me mata, pero la gordofobia que están ejerciendo hacia mí sí me puede matar, sí me puede llevar a un estado de depresión, me puede llevar a tomar actos en contra de mi salud, y no solo en cuestión de un tema de suicidio, sino hasta cirugías bariátricas que son tan peligrosas”.

La experta detalla que muchas personas gordas pueden atravesar un trastorno de la conducta alimentaria, pueden vivir laxándose o dejando de comer, incluso vomitando; sin embargo, tiende a minimizarse eso en las personas gordas porque, el objetivo final es conseguir la delgadez.

“Es muy importante tener en cuenta los discursos que estamos replicando y que estamos escuchando. Tener consciencia de lo peligroso que es que yo esté juzgando, criticando e insultando el tipo de cuerpo de una persona. Es muy valioso que también puedan voltear a ver a personas que habitan un cuerpo gordo y tienen otro tipo de historia, escuchar las historias que viven otras personas”, concluye.