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This Is Us: cinco momentos con los que lloramos con la serie que se despide esta semana

Mandy Moore y Milo Ventimiglia, protagonistas de la serie
Fox Life

Con This Is Us, su creador Dan Fogelman supo caminar la fina línea entre concebir un drama familiar con la sensibilidad como motor y no volcarse a momentos donde las vueltas de tuerca y algunas narrativas forzadas tiren por la borda una construcción casi perfecta que siempre tuvo a la audiencia en el bolsillo. Este jueves, por la plataforma de streaming Star+, se podrá ver el último episodio de una ficción que se mantuvo sólida a lo largo de seis temporadas, con una pareja central muy fuerte interpretada por Mandy Moore y Milo Ventimiglia.

En esta nota, un repaso por memorables episodios que, fiel al estilo de la serie, apuntaron a sacarnos lágrimas con interesantes recursos y escasez de golpes bajos. ¡Atención: esta nota tiene spoilers!

*“Memphis” (episodio 16, primera temporada)

La subtrama de la identidad de Randall Pearson (Sterling K. Brown, doble ganador del Emmy) fue abordada por Fogelman y su equipo de guionistas con una candidez que, aún en los capítulos menos logrados, ayudó a configurar la personalidad de ese hombre que por años no supo quiénes eran sus verdaderos padres. El regreso a su vida de su padre biológico, William (Ron Cephas Jones, el as baja la manga que la serie nunca soltó) sacude los cimientos de ese hombre estructurado que siempre estuvo intentando alcanzar una idea de perfección para (sobre)compensar el haber crecido en un hogar y en un contexto donde siempre se sintió diferente. El encuentro entre ambos no solo nos regaló varios duelos actorales extraordinarios sino también pequeñas viñetas con las que This Is Us se contenía y ya no rizaba el rizo del relato.

En “Memphis” no hay giros argumentales ni grandes revelaciones, simplemente un road trip que emprende Randall con ese hombre que llegó a su vida, según su visión, demasiado tarde, hecho que lo enfrentará luego con Rebecca. El episodio tiene secuencias brillantes, como las palabras que William le dedica a Jack, su paso por la vieja casa familiar y, claro, un final anunciado que de todos modos golpea. “Las dos mejores cosas que me pasaron en la vida sucedieron en el comienzo de la misma y en el final”, le dice William a su hijo antes de morir, una frase inolvidable que marcará el futuro de Randall y que, eventualmente, lo llevará a querer conocer la historia de su mamá biológica.

*”Domingo de Super Bowl” (episodio 14, segunda temporada)

This Is Us siempre funcionó mejor cuando dejaba de lado las vueltas de tuerca para focalizarse en momentos más íntimos, como el caso de “Memphis”. Por lo tanto, a sus guionistas les resultó complejo navegar casi dos temporadas con uno de los enigmas que deslizó desde el comienzo y que era el elefante en la habitación: cómo muere Jack Pearson. La figura del patriarca es esencial para la ficción de Fogelman que, incluso llegando a su final y con Rebecca cobrando un merecido protagonismo, supo concebir un personaje que pasó a integrar todas las listas de los mejores padres televisivos. Sin embargo, quien ha visto This Is Us sabrá que Jack fue un hombre mucho más complejo de lo que se dejaba entrever inicialmente, una persona que luchaba contra sus adicciones y cuyos traumas familiares también terminaron afectando a sus propios hijos y esposa a posteriori (no olvidemos que This Is Us no puede resistirse al efecto dominó). Si bien su muerte resulta ciertamente heroica -la casa se incendia y él ingresa para salvar al perro de su hija Kate (Chrissy Metz)-, es interesante cómo decide mostrarse en off, con Jack en la sala de urgencias aparentemente bien de salud, hasta que sus pulmones ya no pueden resistir.

Su fallecimiento no solo le es comunicado a Rebecca -en una de las mejores escenas de Mandy Moore- sino también al espectador, quien comienza a sentir un vacío desde el instante mismo en que se pone de manifiesto que Jack Pearson, ese hombre superheroico, no pudo con todo. El capítulo es triste en sí mismo, pero también en relación a los posteriores, donde las consecuencias de esa partida se perciben, de modos bien distintos, en sus hijos Kate, Randall y Kevin (Justin Hartley, revelación de la serie), y en Rebecca, quien pierde al amor de su vida pero puede darse el lujo de hacer el duelo porque tiene que mantenerse fuerte para esos tres adolescentes que pasaban a cargar, desde ese día fatídico, con varias mochilas.

*”Reunión familiar” (episodio 16, sexta temporada)

Luego de una quinta temporada un tanto olvidable, This Is Us volvió a su esencia con sus episodios finales. La muerte de Rebecca en “El tren”, el penúltimo episodio de la serie, es triste per se, pero la inclusión de figuras extemporáneas al universo de los Pearson para ilustrar el ciclo de la vida no solo no le hizo justicia a la despedida del personaje sino que nos sacó de esa casa, de esa situación, de ese ritual en el que cada personaje le decía unas palabras a Rebecca antes de su muerte. Lo contrario sucede en el capítulo anterior, “Reunión familiar”, en el que los hermanos se juntan en la casa que construyó Kevin siguiendo un deseo de Jack -la figura del padre omnipresente nunca se deja en el camino-, y lo hacen para planear cómo cuidarán de su madre ante la muerte de Miguel (Jon Huertas). Como era de esperarse, Randall es quien tiene el primer gran gesto al proponer que Rebecca se vaya a vivir con su familia a Filadelfia, Kevin no está de acuerdo en alejarla de ese nuevo hogar, y Kate escucha desde el rol pasivo que tuvo en toda la ficción (lamentablemente, el personaje quedó muy desdibujado al lado de los de Kevin y Randall).

De todos modos, Rebecca le había pedido a Kate que, en caso de que Miguel falleciera antes que ella, sea su hija la que tome una decisión respecto a su futuro. El encuentro de los hermanos con sus respectivas parejas e hijos genera conversaciones un tanto predecibles pero movilizantes al mismo tiempo, aunque son los flashbacks los que hacen de este episodio uno de los mejores de toda la serie. La sutileza no es un fuerte de la ficción, pero aquí es orgánica con lo que se nos muestra: cómo Rebecca fue cuidando de sus hijos a lo largo de los años y en distintas situaciones y cómo ahora son ellos quienes deben cumplir ese rol, ya sea peinándola o sacándola a pasear por el jardín. La demencia que sufre su madre no es fácil de asimilar para los hermanos, mucho menos para Kevin, quien al morir Jack es el primero en alejarse de su familia. El personaje interpretado por Hartley fue, sin dudas, el que recibió el mejor arco narrativo, y este episodio, con la decisión que toma de mudarse con Rebecca y poner su vida en pausa es el ejemplo más insoslayable de su madurez.

*“Miguel” (episodio 15, sexta temporada)

Uno de los giros narrativos de This Is Us se produjo cuando se reveló rápidamente quién era el segundo marido de Rebecca: se trataba nada menos que de Miguel, el mejor amigo de Jack. Fogelman, sin decirlo, nos estaba pidiendo paciencia cuando el personaje comenzó a ser juzgado por la audiencia. La espera valió la pena cuando, cinco temporadas más tarde, empezamos a conocer cómo se vincularon Rebecca y Miguel desde un lado romántico, en qué momento de sus vidas se produjo esa conexión y cuál fue la reacción de los hijos Pearson. Luego de ver el episodio titulado con su nombre, podemos afirmar que Miguel debería haber cobrado mayor protagonismo mucho tiempo antes. El capítulo que la serie le dedica es perfecto, y retrata en menos de una hora de duración su infancia en Puerto Rico, su llegada con su familia a los Estados Unidos, sus logros profesionales, el declive de su matrimonio, la tensa relación con su padre y el rol clave que cumplía en la familia Pearson.

En cierto modo, el episodio es remininscente a “Memphis” por su bella simpleza, desde cómo muestra la vida de Miguel en su lugar natal hasta cómo descuida su propia salud para estar al lado de Rebecca, a pesar del costo que esto le genera. En un momento, Kevin reconoce que no habló tanto con Miguel como hubiese querido y trata de saldar esa cuenta pendiente al buscar a su hijo y propulsar esa reconciliación gracias a la cual Miguel puede partir en paz. Kevin incluso viaja a Puerto Rico para esparcir sus cenizas, otro reflejo de su crecimiento. Asimismo, el trabajo de Jon Huertas es soberbio, el actor exprime cada secuencia y nos hace sentir una angustia ineludible por la muerte de un personaje que muchas veces estuvo en un tercer plano.

Por lo tanto, resultó un tanto injusta la intervención de Miguel en “El tren”, cuando su encuentro con Rebecca en la posvida no tuvo correlación alguna con lo que vivió con ella y con lo que “Miguel” nos había mostrado con tanta delicadeza.

*”No dejes que te retenga” (episodio 4, sexta temporada)

En la misma sintonía que “Memphis” y “Miguel”, “No dejes que te retenga” es apabullante por su sencillez, por el modo en el que nos interpela constantemente, la clave de la serie misma, el sentirse identificado con lo que les sucede a los integrantes de la familia Pearson. En este caso, el episodio retrata el viaje que hace Jack a Ohio para el velatorio de su mamá Marilyn (Laura Niemi), de quien se fue distanciando con el tiempo por su ajetreada vida familiar. Si bien la ficción explica que ambos se veían en ocasiones especiales, lo cierto es que Jack no podía ir con frecuencia a visitar a su madre porque la distancia y sus ocupaciones se lo impedían. El arrepentimiento llega cuando Marilyn fallece y su hijo redescubre, a través de la mirada de terceros, a esa mujer que lo protegió a él y a su hermano Nicky (el gran Griffin Dunne) cuando su padre ejercía violencia sobre toda la familia en su niñez y adolescencia.

Ese “no dejes que te retenga” es una alusión directa a lo que le decía la madre de Jack cada vez que lo llamaba por teléfono y él no tenía tiempo para escucharla, esos pequeños momentos de la vida que parecen insignificantes y que luego regresan para generar un vacío aún mayor. Esto es precisamente lo que le sucede a Jack cuando debe dedicarle unas palabras a esa madre que no podía salir de Ohio por miedo a que su exmarido la encuentre y le haga daño. Su hijo, quien siente una inevitable culpa, remarca cómo el ambiente violento en el que creció lo forzó a buscarse una vida mejor, al igual que su mamá, quien tuvo una segunda oportunidad rodeada de amigos que la terminaron conociendo en profundidad.

La aceptación es difícil y Ventimiglia brinda una gran actuación cuando Jack se desmorona al procesar esa muerte con una frase demoledora, al estilo This Is Us. “Ya no tengo mamá”, dice antes de quebrarse, como si fuera un niño. Una escena, como tantas, profundamente triste.