El tiempo que debe tomar el desayuno, según experta
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 2 (EL UNIVERSAL).- El desayuno, a menudo reconocido como la comida más importante del día, no solo tiene que ver con lo que comemos, sino también con el tiempo que le dedicamos. Según Ascensión Marcos, experta en inmunonutrición, la clave de un desayuno saludable radica tanto en la elección de los alimentos como en el tiempo que invertimos en disfrutarlo. Dedicar entre 15 y 20 minutos a esta primera comida del día puede marcar una gran diferencia en nuestra salud y bienestar a largo plazo.
Marcos subraya que comer de manera apresurada no solo afecta la digestión, sino también la correcta absorción de nutrientes. Al desayunar con calma y sin distracciones, permitimos que nuestro cuerpo procese mejor los alimentos, lo que resulta en una digestión más eficiente y una mayor disponibilidad de energía para enfrentar el día. Este enfoque también promueve un estado de ánimo más equilibrado y un mejor manejo del estrés.
Para lograr un desayuno efectivo, la experta en inmunonutrición sugiere levantarse unos minutos antes, si es necesario, para poder comer en un ambiente tranquilo. Este hábito tiene un impacto positivo en los ritmos circadianos, esos ciclos naturales que regulan nuestro sueño y energía durante el día. Al desayunar sin prisas, nuestro cuerpo comienza a sincronizarse mejor con estas funciones biológicas, lo que a su vez mejora nuestra salud general.
Según Marcos, un desayuno saludable y equilibrado debe incluir alimentos ricos en nutrientes como frutas frescas, cereales integrales y fuentes de proteínas. Estos ingredientes no solo aportan la energía necesaria para empezar el día, sino que también contribuyen a fortalecer el sistema inmunitario. La combinación de estos alimentos, además de proporcionar saciedad, ayuda a mantenernos concentrados y activos durante la jornada.
La experta destaca que el acto de comer en compañía o en un entorno relajado también puede aportar beneficios adicionales. Compartir el desayuno con otras personas o simplemente disfrutarlo en silencio mejora la experiencia alimentaria y nos ayuda a estar más conectados con nuestras sensaciones de saciedad, lo que puede prevenir el consumo excesivo de alimentos a lo largo del día.
Para aquellos que llevan un estilo de vida ajetreado, la sugerencia de Marcos es clara: hacer del desayuno una prioridad. Adaptar la rutina diaria para incorporar estos 15 o 20 minutos de tranquilidad puede parecer un desafío al principio, pero los beneficios a largo plazo, como una mejor digestión y más energía sostenida, compensan el esfuerzo.
Desayunar pausadamente y con atención es una de las prácticas más simples y efectivas para mejorar la calidad de vida. Este hábito no solo optimiza la salud digestiva, sino que también puede prevenir problemas como fatiga crónica y falta de concentración, lo que convierte al desayuno en una verdadera herramienta para cuidar nuestro bienestar general.