Tiene un ciempiés venenoso de 42 centímetros como mascota
Neil Cheng Le, de 26 años, es estudiante de biología en Taiwán y parece que le gusta vivir peligrosamente. No tiene ni un gato, ni un perro como mascota, su animal de compañía es un ciempiés gigante peruano. Lo tiene en casa desde 2014, lo compró cuando era mucho más pequeño, ahora mide 42 cm.
Pero lo más importante es que se trata de una especie venenosa. La picadura del ciempiés, que se inflige a través de sus garras delanteras en forma de pinza, puede provocar un dolor agonizante, una erupción con ampollas, náuseas y fiebre. “No tengo ningún problema en dejarla arrastrarse sobre mí y alimentarla con la mano”, explica.
Neil no tiene miedo de su mascota. Le deja andar por su cuerpo, le da de comer con la mano, casi siempre comida para gato, y le acaricia con cuidado. “Su mordisco puede ser muy doloroso pero yo nunca me siento inseguro ya que soy un aficionado a los artrópodos con experiencia”, asegura.
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