¿Tienes dificultad para desconectar la mente?
‘Necesito desconectar’. ¿Cuántas veces has escuchado o pronunciado esta frase? Hay etapas, como las vacaciones, o momentos de nuestra vida en los que esa necesidad de desconexión de nuestra mente es aún mayor. Incluso necesitamos hacerlo a lo largo del día. “Igual que paramos a repostar gasolina para poder continuar el viaje, necesitamos parar de vez en cuando, resetear y reflexionar antes de continuar”, comenta la psicóloga Ingrid Pistono de Mundopsicologos.com, que hace hincapié en que vivimos en un mundo exigente, cargado de expectativas, parece que parar implica fracaso cuando realmente es lo que nos permite mantenernos activos.
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Beneficios de desconectar
¿Qué beneficios obtendremos si conseguimos esos momentos de desconexión? En opinión de la psicóloga, hay dos básicamente: mantener el estrés a raya e impedir que las situaciones nos superen. “Desconectar es dejar a la mente descansar, es permitirnos conectar con nosotros, escucharnos y ser conscientes de hacia dónde vamos y de lo que necesitamos”, nos explica.
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¿Una labor complicada?
Sin embargo, no siempre es fácil conseguirlo, ¿por qué nos resulta tan complicado en ocasiones? “Creemos que ser productivos es lo más importante, si no estamos haciendo algo sentimos que perdemos el tiempo. Si no consumimos, compramos, vemos redes sociales, o series, no estamos en la onda. Nos volvemos adictos a la tecnología, está diseñada para que así sea. Creemos que perdemos el tiempo cuando desconectamos de todo aunque realmente lo que hacemos es ganarlo”, cuenta Ingrid Pistono.
Consecuencias de una hiperconexión
Lo cierto es que hay personas que tienen su mente siempre alerta, siempre conectada, ¿qué consecuencias puede tener en su salud mental? La experta lo tiene muy claro: “Si no somos capaces de parar, acabamos colapsando”. El objetivo es no llegar a ese punto. Y es que nos cuenta que el estrés y la ansiedad son los dos males de este siglo y otras muchas enfermedades se producen porque somatizamos este malestar mental, como pueden ser, entre otras, dolores de cabeza o malestar estomacal. “Si nos agotamos, no conseguimos descansar y eso se traduce en insomnio, dificultad para concentrarnos, ira, tristeza y frustración”, detalla.
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Recomendaciones útiles
Le pedimos a la experta que nos dé recomendaciones útiles que nos pueden ayudar a desconectar nuestra mente:
Recomendaría ir de menos a más, escucharnos cada día y ver qué necesitamos. Una pregunta potente es ¿qué puedo hacer en la próxima hora para sentirme un poquito mejor? Es una buena alternativa planteársela.
Hacer “dieta" de dispositivos móviles: la mejor opción es salir a pasear sin teléfono, dejar el móvil en otra habitación durante la noche para evitar engancharnos a la pantalla, probar a despertarnos con un despertador tradicional... hay varias opciones que pueden ayudarnos.
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Técnicas que nos pueden ayudar
Por último, queremos valorar qué técnicas o estrategias nos pueden ayudar en esta misión de desconectar la mente. “El mero hecho de centrarnos en nuestra respiración unos minutos ya nos oxigena la mente. Necesitamos darnos prioridad, dedicarnos un tiempo, establecer un horario y cumplirlo”, anticipa la especialista. Pero, además, detalla que podemos respirar de forma consciente mientras paseamos sintiendo el aire en la cara, tumbarnos y cerrar los ojos para escuchar nuestro cuerpo, hacer estiramientos a primera hora de la mañana y justo antes de acostarnos, realizar actividades cotidianas tratando de centrarnos en ellas: una ducha consciente, tomar el café en nuestra taza favorita, hacer las cosas con mimo, por pura satisfacción.