Tim Burton tuvo que recortar el presupuesto de 'Beetlejuice Beetlejuice' en casi 50 mdd

El legendario cineasta tuvo que hacer algunos cambios para conseguir que Warner Bros diera luz verde a su esperada secuela del clásico original de 1988, ya que los jefes del estudio originalmente presionaron para que la película se hiciera para el servicio de streaming, Max. credit:Bang Showbiz
El legendario cineasta tuvo que hacer algunos cambios para conseguir que Warner Bros diera luz verde a su esperada secuela del clásico original de 1988, ya que los jefes del estudio originalmente presionaron para que la película se hiciera para el servicio de streaming, Max. credit:Bang Showbiz

Tim Burton tuvo que recortar el presupuesto de ‘Beetlejuice Beetlejuice’ en casi 50 millones de dólares.

El legendario cineasta tuvo que hacer algunos cambios para conseguir que Warner Bros diera luz verde a su esperada secuela del clásico original de 1988, ya que los jefes del estudio originalmente presionaron para que la película se hiciera para el servicio de streaming, Max.

Pamela Adby, copresidenta de Warner, declaró al periódico New York Times: “Eso nunca iba a funcionar para Tim. Estás hablando de un artista visionario cuyas películas exigen ser vistas en pantalla grande”.

Sin embargo, Adby y su compañero Michael De Luca, ejecutivo de cine, se mostraron cautos, después de que películas como 'Dumbo' no lograran triunfar en taquilla.

El presupuesto previsto para la secuela de ‘Beetlejuice’ rondaba los 147 millones de dólares, de los que la mayor parte se destinaría a pagar los sueldos de las estrellas y los honorarios de los productores.

Esto se consideró demasiado arriesgado, y el medio informó que Warner aceptó un estreno en salas si Burton realizaba la película por menos de 100 millones de dólares.

El agente del cineasta, Mike Simpson, inició las negociaciones para ver si alguna estrella se unía al proyecto por un pago inicial menor, a cambio de una parte mayor del “back end”.

Simpson añadió: “Pasaron dos meses en los que cada día la película moría”.

Durante las conversaciones, Adby y De Luca hicieron caso omiso de los consejos del equipo de desarrollo empresarial del estudio y dedicaron “cientos de miles de dólares a la semana a la preproducción”.

De este modo, cuando se cerraron los acuerdos con los actores, Burton y su equipo pudieron ponerse manos a la obra sin arriesgarse a que sus estrellas tuvieran que cambiar de trabajo.

El reparto principal, que incluía a Michael Keaton, Winona Ryder, Jenna Ortega y Catherine O'Hara, aceptó “una cantidad sustancialmente menor por adelantado”, mientras que Burton y otros productores hicieron lo mismo.

Se hicieron otros recortes en términos de rodaje, así como “incentivos fiscales”, para asegurarse de que el presupuesto de la película bajara lo suficiente como para recibir luz verde.

La película costó 99 millones de dólares y, según las previsiones de taquilla, la recaudación mundial hasta la fecha ronda los 264 millones de dólares.