Titanic: caos, conga y un equipo “totalmente drogado” en un misterio que está cerca de resolverse
Además de once premios Oscar, una recaudación récord y un lugar destacado dentro de la historia del cine, Titanic cuenta con una de las mejores historias del detrás de escena de la industria del entretenimiento. Y es que en medio de la monumental producción que significó reproducir de manera técnica el transatlántico, darle vida al hundimiento con miles de extras y bajar hasta las profundidades del océano para recorrer los restos del navío, un grupo de 80 personas -entre elenco y equipo técnico- terminó en el hospital luego de consumir una sopa de mariscos ¿El resultado? Una verdadera escena surrealista plagada de risas, llantos, bailes, “conga” y muy poco control. Hoy, a casi 30 años de aquel episodio, la policía podría revelar quién fue el culpable.
El incidente
El misterioso incidente tuvo lugar el 8 de agosto de 1996, un día de rodaje cualquiera en la ciudad canadiense de Dartmouth. En ese momento, se grababan las escenas que en la película suceden en el presente, por lo que ni Kate Winslet ni Leonardo DiCaprio se encontraban en el lugar. Quienes sí estaban, y fueron víctimas, fueron los actores Bill Paxton y Suzy Amis; el productor del film Jon Landau, el director de fotografía Caleb Deschanel (padre de las actrices Zooey y Emily) y James Cameron, el director.
Luego de un largo día de trabajo, el equipo se reunió para cenar. La cena estuvo a cargo de una compañía de catering contratada por la producción. En el menú figuraba sopa de mariscos. Según se atienda a los testimonios, los mariscos eran almejas, mejillones o directamente langosta. La artista Marilyn McAvoy, responsable de recrear las obras de arte que se pueden ver en el film, reveló a la revista Vice en 2017 que lo central es que el plato estaba “delicioso”. “Aquella sopa estaba riquísima. La gente pedía repetir. Y creo que eso fue parte del problema: la gente comió mucho más de lo habitual”, sentenció.
Los efectos
Cualquiera haya sido el marisco que sirvió de base a la preparación, lo que sí se puede asegurar es que la sopa tenía un ingrediente extra Al poco tiempo de terminada la cena, la mayoría del equipo empezó a sentir sus efectos. El propio Cameron reveló a la revista Vanity Fair que tuvo que pararse de la mesa para vomitar. Estaba convencido de que se había intoxicado, y pronto se dio cuenta de que no era el único. “Cuando regresé al set no había nadie. Ahí estaban los monitores, las cámaras… pero el lugar estaba vacío. Era como estar en La dimensión desconocida”, describió.
De inmediato, comenzaron a ser trasladados en camionetas al Hospital General de Dartmouth, donde un rato más tarde las salas y los pasillos del lugar se convirtieron en el escenario de una secuencia de hechos surrealistas. “Nos pusieron a todos en estos cubículos con las cortinas a nuestro alrededor, pero nadie quería quedarse quieto”, explicó McAvoy a Vice. “Saltaban a los cubículos de otras personas. La gente tenía mucha energía. Algunos iban en sillas de ruedas, saltando por los pasillos. ¡Todos estaban drogadísimos!”, agregó, y confesó que para el personal del hospital fue un caos muy difícil de contener. “La gente gemía, lloraba, gemía y se desplomaba”, contó por su parte Cameron. El realizador repasó, además, un momento puntual: cuando Deschanel se puso al frente de una fila de muchas personas que cantaban y bailaban la conga por los pasillos.
La investigación y un giro inesperado
Además de atender al equipo, el centro médico les realizó análisis toxicológicos. El 18 de agosto, la policía de Halifax confirmó que los internados habían sido drogados con fenciclidina, un agente anestésico que tiene efectos alucinógenos y neurotóxicos y que es conocido como “polvo de ángel”. El caso fue cerrado en 1999 y en ese momento no trascendió si se había averiguado el nombre del responsable de colocar la peligrosa sustancia en la sopa.
¿Por qué hoy vuelve a ser noticia? Porque de aquel escueto informe inicial se eliminaron pasajes de algunos testimonios de los testigos, y la agente de la policía de Halifax encargada del sector de información y privacidad, Tricia Ralph, ordenó a la policía que divulgara toda la información que tuviera sobre el incidente. Si la policía avanza en el asunto, publicó The Guardian, a mediados de mayo se podría saber qué fue lo que realmente ocurrió –y el responsable– aquel día de agosto de 1996 en el que gran parte del equipo de Titanic terminó bailando la conga a medianoche en el hospital.