Todo el mundo tiene los dedos de los pies pegados al principio

Los dedos de manos y pies palmeados tienen un carácter hereditario, ya que los padres tienen esta anomalía, pero también puede ir asociada (Foto: Getty)
Los dedos de manos y pies palmeados tienen un carácter hereditario, ya que los padres tienen esta anomalía, pero también puede ir asociada (Foto: Getty)

Lo primero que hacen los padres al sostener en brazos a su bebé por primera vez, además de sonreír y llorar al mismo tiempo) es comprobar que tiene todos los dedos de las manos y los pies.

Bueno, ¿y qué pasa cuando llegas a un número distinto al 10? Algunos bebés nacen con dedos extra (polidactilia), en otros casos, los 10 dedos de los pies pueden estar presentes, pero aparecen “palmeados” o fusionados. De eso es de lo que me gustaría hablar hoy.

Médicamente, esta condición se conoce como 'sindactilia' y deriva del griego syn (juntos) y daktylos (dedo). Ocurre cuando la piel fusiona dos o más dedos de las manos o de los pies, haciéndolos parecer "palmeados" como las patas de los cisnes. Los huesos y otros tejidos blandos también pueden verse afectados.

Aunque es comprensible que los padres primerizos se muestren preocupados por cualquier "defecto" físico que pueda tener su hijo, la mayoría de los casos de dedos pegados o palmeados no son motivo de preocupación; aparecen por sí solos como un defecto congénito aislado pero no tiene por qué ser un signo de enfermedad grave.

Todos hemos pasado por ello. La sindactilia ocurre antes de que nazca el bebé y se diagnostica durante las ecografías natales. No se debe a nada que la madre haya hecho o haya dejado de hacer durante el embarazo. Cuando las manos y los pies del bebé se empiezan a desarrollar, tienen forma de manoplas.

Durante las primeras etapas del desarrollo fetal, los cinco dedos de cada mano y pie están conectados por tejido blando. Luego, alrededor de las seis a ocho semanas después de la concepción, se separan cuando se libera una enzima que disuelve suavemente el tejido conector y separa los dedos pegados de manos y pies. Este fenómeno forma parte de un proceso conocido como apoptosis mediante el cual el cuerpo se deshace de células innecesarias o anormales durante el embarazo.

En los bebés con sindactilia, los dedos de las manos o de los pies no se separan por completo. Cuando los dedos pegados no desaparecen por sí solos es debido a una incompleta apoptosis o a una ausencia de este proceso. y es cualquier problema en la producción de esta enzima, afecta la disolución del tejido y, consecuentemente, a la separación de los dedos.

Los dedos pegados o palmeados pueden tomar muchas formas diferentes. Los dedos de los pies pueden estar parcial o completamente conectados. Tal vez solo estén afectados dos dedos de los pies. Precisamente esa es la manifestación más común de la sindactilia, la fusión parcial de los tejidos blandos y flexibles y la piel entre el segundo y el tercer dedo del pie.

Pero a pesar de esa fusión en los dedos, todos los huesos y articulaciones individuales todavía están allí, en el lugar y alineación correctos. Esto se llama 'sindactilia simple'. Es fácil corregirlo siguiendo las recomendaciones médicas y no debería tener ningún efecto en el desarrollo y la salud del bebé.

Las sindactilias simples no están asociadas con otras malformaciones congénitas y no requieren más investigación que la evaluación normal durante el examen del bebé recién nacido.

Si la sindactilia afecta los dedos de los pies, es posible que no se necesite tratamiento porque la condición rara vez causa problemas funcionales.

De hecho, la sindactilia de los dedos de los pies suele ser asintomática, con inconvenientes meramente estéticos. Cuando la afección afecta a las manos, se utiliza la cirugía para separar los dedos y restaurar la función.

Las afecciones más complejas pueden necesitar un tratamiento quirúrgico, que consistirá en separar cada dedo y reconstruir la piel circundante para dotar a cada uno de ellos de funcionalidad. La sindactilia simple entre segundo y tercer dedos se pueden separar de forma segura a la edad de 1 o 2 años, según el explica el doctor Homid Fahandezh-Saddi Díaz, traumatólgo especialista en cirugía de mano, en este artículo de MadridTrauma.

"Para sindactilias del primero y cuarto dedos, o en fusiones de varios dedos, se recomienda la cirugía a la edad de 4 a 9 meses. La capacidad de ubicar la mano en el espacio y realizar maniobras de agarre y pinza, son funciones que se desarrollan antes de la edad de un año. La coordinación continúa desarrollándose hasta la edad de tres años", añade el experto.

La investigación continúa para entender mejor la causa de que esto suceda. Muchos de los casos se presentan sin aparente causa mientras que otros pueden ocurrir debido a un defecto genético, exposición a sustancias tóxicas, o a anomalías que ocurren dentro del útero durante el embarazo como pueden ser las bandas amnióticas o a una combinación de ambos factores.

En general, se cree que los rasgos adquiridos genéticamente son una causa importante de los dedos pegados, ya que los miembros de una misma familia con frecuencia comparten esta condición. Sin embargo, también hay posibilidades de que solo un miembro de la familia tenga sindactilia.

En cada persona con dedos de las manos o de los pies palmeados la afección se desarrolla de manera diferente y tiene una composición genética única que puede influir en la gravedad y el tipo de sindactilia que les afecta. Puede variar desde una membrana menor en la base de los dedos hasta la unión de huesos subyacentes, y cuando la unión de dos o más dedos se extiende hasta la punta, es decir, hasta la falange distal se conoce como 'sindactilia completa'.

En casos raros, los tejidos más duros como el cartílago o el hueso pueden fusionarse o unirse de manera irregular. Es entonces cuando la sindactilia es parte de un problema de salud más grande. Aunque se puede ver a simple vista, una radiografía ayudará s saber el grados de afectación y si los huesos también están fusionados de cara a una posible cirugía.

Los dedos de manos y pies palmeados tienen un carácter hereditario, ya que los padres tienen esta anomalía, pero también puede ir asociada al síndrome de Apert (trastorno congénito caracterizado por deformaciones en el cráneo, cara, manos y pies), el síndrome de Poland (alteración congénita consistente en la ausencia total o parcial del músculo pectoral mayor y anomalías de la mano del mismo lado) o el síndrome de Down (entre otros).

Por eso es importante acudir al médico para que pueda valorar la historia clínica, los antecedentes familiares, radiografías, el estudio cromosómico del bebé así como los análisis de proteínas y alteraciones metabólicas.

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