Tom y Melyssa se reconcilian pero les persigue el fantasma de 'La isla de las tentaciones'

La reconciliación entre Tom Brusse y Melyssa Pinto era de los rumores más sonados en redes sociales desde hace varias semanas. Ninguno se había pronunciado pero la pareja que terminó siendo protagonista de La isla de las tentaciones 2 a raíz de la traición del francés y la transformación radical de la influencer pasando de novia desconsolada a reina del reality empoderada, se han vuelto a dar una oportunidad. O al menos así parecen confirmarlo en un vídeo donde aparecen besándose en una discoteca.

Desde que comenzara a circular el vídeo en la mañana del miércoles 6 de julio, las redes se han colmado de comentarios de todo tipo, primando aquellos que celebran la reconciliación y los que la critican. Pero todas las reacciones transmiten semejante fervor que prácticamente parece que hubiéramos viajado en el tiempo a otoño de 2020, cuando el reality y esta relación acaparó toda la conversación mediática.

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Lo cierto es que los rumores de reconciliación llevan circulando desde que ambos plasmaran haber enterrado el hacha de guerra en sus últimos paseos televisivos donde compartieron plató en Telecinco. Incluso por el buen rollo que Tom Brusse y la madre de Melyssa Pinto demostraban también en los mismos programas y sus propias redes sociales. Por aquel entonces ambos tenían pareja y todo quedaba en un simple rumor o deseo de sus fans. Hasta ahora.

Tal y como enseñaron ambos en sus perfiles de Instagram, Tom Brusse pinchaba como DJ en una discoteca de Costa Brava en la noche del martes 5 de julio, donde acudió Melyssa con su madre. Y entre videos y fotos compartidas de la cena y la noche, surgieron vídeos de ambos besándose en el escenario mientras Tom recita es “la mujer de mi vida” y pide al público que grite su nombre.

Al ver la reacción que tuvieron las imágenes en redes, Marta López le habría preguntado por telefono si se trataba de una reconciliación oficial. Y en Ya es mediodía dijo: “Le he preguntado y me ha dicho que ha estado haciendo un bolo, que ha estado con ella, que la ha ido a visitar a su casa, pero que ha dormido en un hotel”. Según la colaboradora, le aseguró que “de momento” no son pareja “pero lo hemos dejado ahí abierto".

Sin embargo, si hacemos un repaso por Twitter pronto descubrimos que las imágenes valen más que mil palabras. Y es que lo vivido con La isla de las tentaciones fue un fenómeno mediático que quedó marcado a fuego entre los televidentes, con momentos que dieron lugar a infinidad de memes y que ahora abren la veda a todo tipo de críticas y reacciones.

La traición de Tom Brusse en aquel reality con Sandra Pica colocó a Melyssa en un pedestal en la historia del programa, tanto por sus reacciones espontáneas cargadas de sentimientos como su manera de poner en su lugar a su entonces ex al terminar el concurso. Sus batallas televisivas consecuentes en los debates del reality y otros siempre terminaban con la influencer arrasando en redes sociales. Tom Brusse y Sandra Pica se convirtieron en los villanos de turno, mientras Melyssa rehacía su vida tomando su propio camino. Pero luego llegó Supervivientes, donde hicieron las paces mientras Melyssa terminaba cumpliendo un rol inesperado de celestina y consejera hasta el evidente desgaste de Sandra Pica y el fin de esa segunda relación.

Televisivamente hablando regalaron momentos irrisorios e inolvidables para Telecinco, con dos tendencias muy marcadas de amor y respeto hacia ella, y recelo o gracia hacia el perfil de pícaro sinvergüenza que transmitía él. Y ahora, al conocerse la noticia de la reconciliación el fantasma de La isla de las tentaciones vuelve a perseguirles con comentarios que señalan si “Melyssa no tiene dignidad”, cuestionando la relación o si Tom jamás va a cambiar, así como celebraciones a bombo y platillo como si se tratara de la reconciliación del año.

Que las redes reaccionen puede ser comprensible cuando fue una relación que se plasmó en el reality con intensidad pasmosa. No obstante, muchos olvidan que han pasado dos años. Quizás hayan madurado, cambiado y perdonado. Quizás no. Allá ellos después de todo.

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