Tori Spelling habló acerca de su preocupación por su tendencia a acumular objetos: “No se puede entrar en mi garage”
Tori Spelling no tiene problemas en admitir públicamente sus problemas personales ni sus complicaciones sentimentales. Ahora, la actriz analizó su tendencia a aferrarse a las cosas y se preguntó si es una “acumuladora” , término que se utiliza para describir a aquellas personas que acopian sin sentido posesiones materiales.
En el episodio publicado este 7 de enero de su podcast 9021Omg, la estrella tuvo una conversación honesta con la psicóloga Robin Zasio de la serie del canal A&E llamada Hoarders (Acumuladores), en donde habló sobre su conexión emocional con sus cosas materiales y la incapacidad para deshacerse de ellas, un problema, según dice, que tiene sus raíces en la forma en la que fue criada. “ Me considero una acumuladora todo el tiempo, pero me encantaría redefinir esa palabra ”, dijo Spelling, de 51 años. “Voy a entrar en el próximo capítulo de mi vida, redefiniendo muchas palabras con las que la gente tiene una connotación específica o una definición. Y aunque me autodenomino ‘acumuladora’, no sé si técnicamente lo soy”, reflexionó.
Esta no es la primera vez que Spelling habla sobre la cantidad de objetos que ha guardado en su vida. En abril de 2024, admitió que tenía 50 depósitos de almacenamiento grandes, lo cual generaban un gasto mensual tan elevado que tuvo que vender algunas cosas .
Según explicó Zasio, especializada en trastornos obsesivos compulsivos, el hecho de coleccionar cosas se convierte en un problema cuando “ese desorden interfiere en la vida de uno mismo y en la de los que le rodean”. Dijo también que es importante preguntarse cosas como: “¿Están las cosas interfiriendo en tu bienestar personal y en el de los que te rodean, los que viven conmigo? Y también, ¿estás impidiendo que la gente venga a tu casa o a tu trabajo o a lo que sea en lo que no te sientas cómodo porque te preocupa que te juzguen, te preocupa lo que van a decir?”.
Spelling explicó que parte de su problema proviene de su educación. “ Tuvimos una educación muy acomodada y había espacio para las cosas acumuladas ”, dijo, revelando que su familia mantenía varios depósitos de almacenamiento y ella adquirió ese hábito. “Cuando me fui a vivir sola con casi 19 años, enseguida pensé: ‘Necesito un armario para poner ahí todos los adornos de navidad’. También pensé que toda la ropa que usé en Beverly Hills 90210 no podía regalarla, así que la mandé a un depósito, ya sabés... Así una y otra vez”, contó.
“Acumulo muchas cosas, y esto es de toda mi vida. He tenido una vida grande, llena e increíble hasta ahora. Y solía costarme mucho desprenderme de cosas a las que daba un valor emocional ”, continuó relatando Spelling, añadiendo que se alegra de haber conservado su ropa porque ahora su hija puede lucir algunas prendas vintage.
Una vez que la deuda se hizo grande y se deshizo del alquiler de algunos de esos depósitos, empezó a meter cosas en su garage. “No se puede entrar en él”, admitió. “No quiero parecer que me encuentro a la defensiva, porque no lo estoy. Quiero una solución a este tema”, dijo la actriz. “Físicamente no tengo tiempo. Y creo que mucho de lo que yo llamo acumulación, viene de mi falta de tiempo. Y cuando tengo tiempo, es un círculo vicioso, porque con cinco hijos y siendo madre soltera, es difícil. Mi lista de prioridades no está en las cosas que guardo”.
La actriz pasó parte de su adolescencia en una mansión de 125 habitaciones que actualmente está valuada en 135,5 millones de dólares junto a su padre, el exitoso productor televisivo Aaron Spelling, su madre Candy Spelling y su hermano Randy. “Antes de que demolieran la casa original, había pasadizos ocultos y una biblioteca subterránea… Si empujabas un mueble que funcionaba como una especie de puerta secreta y entrabas en habitaciones que estaban totalmente ocultas”, recordó. “Después, en la casa que construyeron mis padres, que tendría unas 125 habitaciones, contaba con una sala acondicionada para jugar al bowling, un salón de belleza, un gimnasio, una sala de juegos, un bar, una sala de billar y un museo de muñecas”, repasó hace unos días, detallando también la cantidad de cosas que había en su hogar.