Toros de De la Mora destacan en Aguascalientes en México

Aguascalientes (México), 30 abr (EFE).- La décima corrida de la Feria de San Marcos en Aguascalientes, centro de México, finalizó con dos orejas para el mexicano Arturo Gilio y una para el español José María Manzanares, tarde en la que destacaron los toros de Fernando De la Mora.

El novillero, también hispano, Marco Perez, no obtuvo premio. La corrida mixta de toros y novillos de Fernando de la Mora fue de correcta presentación y encastada en general. Se registró tres cuartos de entrada.

Las reses bravas del hierro de Fernando de la Mora ofrecieron lo mejor del festejo. Destacó Aldeano, lidiado en segundo lugar por Arturo Gilio. Negro bragado y bien presentado, el toro ofreció una despiadada lucha al picador Daniel morales.

El astado desmontó violentamente a Morales quien había aplicado una dura vara. La montura sufrió la furia del animal y fue corneado. Costó un mundo a las cuadrillas sacarlo del equino.

Más tarde Aldeano hizo correr a los banderilleros. Diego Martínez saludó al tercio.

En la muleta de Gilio se confirmó la bravura del animal. El matador mexicano ligó con fijeza tandas con la derecha pero faltándole un paso adelante para poder lucir la embestida de carretilla del toro.

Al natural sucedía lo mismo con el animal. Gilio tampoco se atrevió a volcarse y sus pases evidenciaban no estar a la altura de Aldeano. Tras su muerte toro y torero fueron aplaudidos.

Logró dos orejas Gilio con el cuarto. Cornúpeta pasado de peso y con casta. Inició la labor de muleta de rodillas. En pie fue citando por los dos pitones en paralelo, persiguiendo con la tela la salida del toro.

No fue capaz de poner orden en la trayectoria de sus encastados rivales. Tampoco de estar quieto en las bernardinas finales. Sí se volcó al matar. Paseó dos orejas la segunda protestada. El bovino de Guanajuato escuchó aplausos rumbo al desolladero.

El español José María Manzanares obtuvo un apéndice del tercero de la tarde.

Toro correcto de presentación que fajó bravamente con Manzanares al capote. Luego recibió la puya clavada en el peto y salió de él con la quijada reunida.

Manzanares entendió en el tercer pase que debía citarle por bajo. Elaboró tandas con emoción aunque sin mando, lo cual penaba la casta del animal comiéndole los terrenos a José María. Faena con destellos por empuje del astado y buen interpretar del de luces. Murió por obra de una estocada trasera y caída. Manzanares recibió una oreja y el toro aplausos al arrastre.

Con el primero de la tarde, el peor de los cuatro toros, de tranco cansino, aún así pendiente de los engaños, el diestro ibérico trasteó con el capote.

Con la muleta realizó pases con temple por el pitón izquierdo, por el cual el toro transitaba sin dudas. Con la mano derecha entendió bien al limitado de fondo, toro de De la Mora. Pudo torearlo con cadencia dejando lances vistosos, cargando lo justo la suerte y sin asomarse al contrario en su ejecución. Una media terminó su faena.

El adolescente salmantino Marco Pérez estrenó su carrera de novillero con una larga cambiada. Toreó tres novillos seguidos pues pidió una de regalo. Capoteó firme, con medias y delantales especialmente.

Sus faenas de muleta consistieron en ir ejecutando pases sueltos salvo una tanda de naturales hondos al cierra plaza.

A su primero que se fue quedando a medio viaje, Marco le ligó tres pases tras cruzarse pero estuvo a punto de ser prendido. Dejó una estocada perpendicular y con el descabello erró. El toro fue devuelto vivo a corrales tras recibir el novillero tres avisos.

(c) Agencia EFE