Las tragedias en la vida de Maripily Rivera

Maripily Rivera está disfrutando su victoria en 'La casa de los famosos', pero su vida no ha sido color de rosa.

Maripily Rivera habló en el podcast de Alejandro Chabán sobre la etapa más dolorosa en su vida. La ganadora de La casa de los famosos ha tenido una vida marcada por la tragedia. "Hoy soy más fuerte que nunca", asegura la empresaria puertorriqueña.

“He llorando tanto la muerte de mi mamá”, admite. Su madre iba a cruzar la calle para tomarse un café en la gasolinera tras salir de trabajar y fue atropellada. "Mi mamá murió, nace mi hijo prematuramente por esa noticia", cuenta sobre Joe Joe García, quien llegó al mundo pesando una libra y cuatro onzas.

“Cuando me dieron la noticia de mi mamá yo empecé a colapsar de la tristeza y la depresión, llevándome a creer una preeclampsia severa”, recuerda. Su bebé, que cabía en la palma de su mano, estuvo en incubadora cuatro meses tras nacer por medio de una cesárea de emergencia.

Ese no ha sido el único susto de salud que ha pasado. En el 2023 tuvo un derrame cerebral. Una amiga notó que ella tenía un ojo “como apagado” y la boca virada, por lo que consultó a un doctor, quien le dijo que había tenido un leve derrame cerebral mientras dormía. “Pude volver a mi normalidad con terapia, con pastillas que te dan. Gracias a Dios estoy bien. Eso me enseñó a tener más tiempo para mí, a relajarme”, reconoce Rivera, de 46 años.

Todo sucedió después de un momento de gran tensión. “Fue por un coraje que pasé con el padre de mi hijo, porque mi hijo es corredor de carros y tuvo un accidente muy aparatoso”, recuerda. “Quien lo metió en los carros de carrera fue el papá. Me enojé y tuve una discusión muy fuerte con el papá. Como mamá leona, me lo quería comer”.

Si no te quieres perder nada, suscríbete gratis aquí al boletín de People en Español para estar al día sobre todo lo que hacen tus celebridades favoritas, las noticias más impactantes y lo último en moda+belleza.

En La casa de los famosos, con todo el estrés que vivió, temió que le daría otro derrame. “Es un milagro que a mí no me dio nada”, confiesa. ¡Pero aún le queda mucho por vivir! “Quiero ver a mi nieto o a mi nieta, poder ver a mi hijo casándose, que mis negocios sigan creciendo", decreta.