Triste noticia. Murió Nora Schiavoni, una de las decanas del stand up en Buenos Aires

“Con gran dolor despedimos a Nora Schiavoni, actriz, humorista, guionista y dramaturga con más de tres décadas de labor artística. En su rol de taquígrafa nos acompañó en las últimas asambleas del sindicato”. Con estas palabras la Asociación Argentina de Actores anunció ayer la muerte de esta creadora que realizó una intensa labor en el campo humorístico , sobre todo. Muchos espectadores recordarán los diferentes ciclos de stand up de los que participó en diversas temporadas en espacios como El Bululú o el Paseo La Plaza.

Schiavoni egresó del Conservatorio Nacional de Arte Dramático y fue completando su formación con destacados maestros. En teatro fue discípula de Carlos Gandolfo, Augusto Fernandes y Héctor Bidonde. Participó de seminarios dictados por el destacado maestro estadounidense Joy Morris en sus diferentes presentaciones en Buenos Aires. Perfeccionó su labor como guionista, dramaturga y escritora junto a profesionales tan distintos como Susana Torres Molina, Luis Buero y Dalmiro Sáenz. En técnicas de clown con Raquel Sokolowicz y en stand up junto a Aejandro Angelini.

En tanto actriz formó parte de los elencos de las obras El oso, Muerte, una comedia de Woody Alem, Histerias con historias, Camino de plata, Modus operandi. En el campo del stand up ofreció experiencias como Humor hormonal, Sociedad de comedia, Mirame cuando te hablo, Poker de reinas, Ay, ellas!, Tridente, Humor de perras y Humor de pie.

En televisión se la pudo ver en ficciones como Mi cuñado, Por siempre mujercitas, Los ángeles también lloran, El hombre de tu vida, entre otras. Además, estuvo ligada al canal Fox Life. Entre 2007 y 2008 produjo allí diversos monólogos humorísticos y también realizó actividades en el campo de la dirección de actores.

Actualmente una de sus piezas dramáticas forma parte de la cartelera de Nün Teatro. Se trata de Mariquita, la verdadera revolución. La pieza, interpretada por Susana Giannone y Bernardita Orengo, bajo la dirección de Marcela Grasso, resulta una muy atractiva experiencia. La autora parte de la figura de Mariquita Sánchez de Thompson, pero no tanto se apoya en aquella joven que se caracterizaba por organizar tertulias en sus casa, en la que en una de ellas cantó por primera vez Himno Nacional Argentino, sino porque fue una de las primeras mujeres que, en el Buenos Aires colonial, rechazó la decisión de su padre, quien ansiaba casarla con un hombre al que ella no amaba.

Recorriendo los treinta años de carrera de esta joven artista, que murió lamentablemente, a los 53 años, es fácil descubrir a una creadora multifacética con intereses muy distintos a la hora de desarrollar sus múltiples labores dentro del espectáculo.