El truco para tener siempre un café fresco

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 5 (EL UNIVERSAL).- Una alimentación apuntada a la salud permite que el cuerpo y cerebro obtengan la energía necesaria para pensar y estar físicamente activo, que obtenga las vitaminas y minerales necesarios para mantenerte con vida y saludable, además de disminuir el riesgo de padecer enfermedades, como enfermedades cardíacas y diabetes, puntualiza un informe de la Oficina para la Salud de la Mujer de Estados Unidos.

Desde la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria (España), sentencian que "si queremos cuidar la salud es fundamental comer sano y mantener un 'peso normal' evitando los riesgos para la salud que conllevan el sobrepeso y la obesidad". En sus recomendaciones ponen el foco en evitar una alimentación desequilibrada con demasiadas grasas y que apenas incluyan hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales.

La mejor forma de guardar el café

Cuando se habla de los alimentos que aportan nutrientes al organismo, no pueden dejarse de lado a las bebidas y, en esta oportunidad, destacamos al café. Se trata de una de las bebidas más populares del mundo y que, por su contenido de cafeína, la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda no superar los 400 miligramos al día, es decir, no más de 3 o 4 tazas.

Desde la Academia Española de la Nutrición y Dietética afirman que el café aporta un alto contenido de sustancias antioxidantes que impactan positivamente en la salud del corazón, la piel y el hígado. Además, precisa, puede aumentar el rendimiento intelectual y físico, y facilitar la oxidación de grasas.

Aprovechar las propiedades del café es posible siempre y cuando se lo consuma de manera moderada y se preste especial atención en su forma de conservación. Al igual que sucede con todos los productos presentes en nuestra alimentación, la forma en que lo guardamos influye en su vida útil y en cómo puede llegar a impactar en nuestra salud.

Por lo tanto, la mejor forma de guardar el café sin que pierda propiedades y aroma es en un recipiente opaco y hermético. Lo ideal es que el recipiente sea de cerámica o vidrio, y que podamos ocultarlo del aire y de la luz, en un lugar seco y fresco. Además, debemos mantenerlo lejos de la humedad y de fuentes de calor.