Yahoo Estilo Trucos para vestirte para una boda con lo que ya tienes en el armario
Dice Morgane Le Caer, Content Lead en la plataforma de moda Lyst, que la temporada de eventos se presenta con un optimismo sorprendente. "Después de un año de incertidumbre y planes cancelados, predecimos un giro significativo hacia la ropa de fiesta, con invitados, novias y novios aprovechando al máximo la posibilidad de celebrar en persona. Con vestidos espectaculares, trajes de colores, accesorios que llaman la atención y la vuelta de los tacones, cada vez está más claro que si 2020 fue el año de casarse en Zoom, 2021 será el de la segunda celebración de boda", afirma.
Está claro que hay ganas de retomar las fiestas prepandémicas, con sus abrazos, sus bailes y sus vestidazos, pero la realidad es que, por un lado, es aún un poco pronto para alzar las campanas al vuelo y, por otro, no todas contamos con el mismo presupuesto. Una boda supone un desembolso económico importante ya de por si por el regalo a los novios, pero es que a este hay que sumar muchas veces el desplazamiento si tiene lugar en una ciudad diferente a en la que residimos, por lo que añadir el factor estilístico puede ser complicarse demasiado.
Lo bueno es que la moda nos ha enseñado que la creatividad es fundamental a la hora de vestir bien y que el estilo no está en qué lleves sino en cómo lo lleves. Y en eso es precisamente en lo que hay que poner el énfasis a la hora de decidir qué ponerte para una boda sin tener que gastar ni un solo euro.
Lo primero que hay que elegir es el que será el eje del look. Es la clave, pero hay mucho para elegir. Puede ser un vestido que tengas de una boda anterior, un pantalón con una blusa, una falda y un top... cualquier combinación sirve siempre y cuando no se vea excesivamente informal. Resulta imposible detenerse en posibles combinaciones porque cada armario tiene sus particularidades, por eso lo primero en lo que debes fijarte es en los tejidos, que sean de calidad -o que al menos lo parezcan- y, en los colores. A ser posible, decántate por el monocromatismo porque el resultado final con todas las piezas en un mismo tono será visualmente más exclusivo de lo que en realidad es.
Si se trata de una celebración en la que no se exija un protocolo muy estricto, un pantalón de pernera ancha, con buena caída será tu salvación si la combinas con alguna parte superior que en un tejido similar ofrezca algo especial. Seguro que tienes alguna de mangas abullonadas, algún volante o un cuello original que pueda servirte. Lo más importante es que te sientas cómoda con ella y que no se vea excesivamente informal y esto puedes lograrlo también si le añades una blazer o una chaqueta joya si dispones de una así.
Y si no te convence nada de lo que tienes a mano siempre puedes recurrir a una clásica camisa blanca. Con una falda larga bonita como Rania de Jordania hizo en la boda de los ahora reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, es pura elegancia.
Si eres mañosa con la aguja y el dedal también puedes animarte a customizar algo que ya hayas utilizado en otra ocasión. No hablamos de nada demasiado complicado, simplemente de acortar un vestido para darle otro aire, de coserle algún detalle en el hombro o de atreverse con una abertura en la falda, ¿por qué no?
Eso sí, la máxima en una celebración en la que no las tienes todas consigo con tu vestuario debería ser la de la discreción así que no olvides que es mejor siempre pecar de minimalista que de todo lo contrario. Por eso, elige siempre aquellas prendas que sepas que no entienden de tendencias porque son las que te garantizarán acertar en cualquier momento.
Otro consejo que te damos es en esta línea no optar por estampados demasiado atrevidos porque, si son demasiado característicos, es más fácil que los identifiquen los demás de pasadas temporadas y por tanto se note en exceso que hace tiempo que dejaron de estar vigentes en lo que a tendencias se refieren. Olvídate de rayas, flores, paisley, motivos tropicales, animales o cualquier otro que sea reconocible. En su lugar apuesta por prendas lisas o, en su defecto, por dibujos clásicos como los lunares al más puro estilo Pretty Woman que sabes que nunca van a fallar porque son 100% atemporales.
El paso siguiente es además el más importante: elegir muy bien los complementos. Lo habrás escuchado o leído muchas veces pero nunca está de más recordar el poder de estos para elevar o tirar por tierra un estilismo. De ahí que debas prestar toda la atención posible en dar con los que mejor encajan con las prendas. Y no solo porque combinen bien en cuanto a colores o estética, sino porque con ellos lograrás que parezcan algo totalmente diferente.
Tanto el bolso como el calzado son fundamentales llegados a este punto. El primero debe ser pequeño ya sea en formato caja, bombonera o cartera; y el segundo, un tacón negro, dorado o plateado si eres de gustos tradicionales. Nuestra recomendación es algo más provocativa pero te aseguramos que no falla, y no es otra que la de optar por unas sandalias en un llamativo color que contrarreste con el resto del look. Por ejemplo, un rosa si el conjunto es rojo, un morado si es naranja o un azul con un amarillo. ¡Todo un chute de alegría!
Apóyate en las joyas también para darle cierto toque deluxe a piezas que habitualmente llevas de manera más informal. Unos pendientes largos, una gargantilla imponente o un brazalete son algunas ideas a tener en cuenta porque jugarán un papel fundamental en el conjunto. Por ejemplo, cambiará mucho el concepto del look si colocas el collar por encima de los cuellos o si juegas con las pulseras como si fueran puños de la prenda en sí.
Y no tengas miedo de recurrir a tocados o sombreros si los tienes o, por ejemplo, pañuelos, porque tienen un poder transformador increíble. Estos últimos especialmente por la facilidad que tienen de uso. En la cintura para convertir un vestido amplio en uno ajustado, en un lateral y abrochado junto a la camisa para que parezca una especie de capa delantera que vuelva la pieza completamente distinta o en los bajos de los pantalones para marcar el tobillo y marcar la diferencia. Créenos, no recordará ninguna de ellas a como es habitual que las luzcas y si coincides con otra invitada con el mismo vestido que tú será prácticamente imposible que alguien se de cuenta de la realidad.
Por último, algo básico que no conviene dejar en el olvido: un peinado altamente sofisticado y un buen maquillaje pueden cambiar el curso de una forma alucinante.
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