Presidente de diario sensacionalista quería "proteger" a Trump

Expresidente de Estados Unidos Donald Trump durante el juicio que le sienta en el banquillo en Manhattan por ocultar el pago a una exactriz de cine porno para que no le perjudicara en su campaña presidencial de 2016, el 25 de abril de 2024 en Nueva York (Mark Peterson)
Expresidente de Estados Unidos Donald Trump durante el juicio que le sienta en el banquillo en Manhattan por ocultar el pago a una exactriz de cine porno para que no le perjudicara en su campaña presidencial de 2016, el 25 de abril de 2024 en Nueva York (Mark Peterson)

Uno de los testigos de la fiscalía en el juicio a Donald Trump desgranó este jueves su colaboración con el entonces abogado privado del magnate para que una supuesta relación extramatrimonial no saliera a la luz e interfiriera en su campaña electoral de 2016.

Trump, de nuevo en campaña electoral para una probable revancha contra el presidente Joe Biden en noviembre, es el primer exmandatario de Estados Unidos que se sienta en el banquillo.

Está acusado de falsificar documentos contables para ocultar la compra del silencio de la exactriz Stormy Daniels por una supuesta relación extramatrimonial para que no interfiera en sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca.

La fiscalía alega que Trump incurrió en "fraude electoral" al encargar a su entonces abogado personal Michael Cohen el pago de 130.000 dólares a Daniels en vísperas de las elecciones que ganó ante la demócrata Hillary Clinton.

En el tercer día de interrogatorio, David Pecker, de 72 años, expresidente de la empresa editora del diario amarillista National Enquirer y primer testigo de la fiscalía en subir al estrado, desgranó la práctica denominada "atrapar y matar", que consiste en comprar noticias potencialmente perjudiciales para enterrarlas.

Como el caso de la modelo de Playboy Karen McDougal, a la que el National Enquirer pagó 150.000 dólares por su historia sobre una supuesta relación sexual que habría mantenido con el magnate. El fin: esconderla.

"Compramos la historia para que no la publicara ningún otro medio", reconoció Pecker a la fiscalía. "No queríamos que perjudicase a Trump o dañase su campaña".

"Quería proteger a mi empresa, quería protegerme a mí mismo y también quería proteger a Donald Trump", dijo Pecker a los miembros del jurado, en una descripción de que los esfuerzos con el candidato y su abogado estaban orientados a influir en las elecciones presidenciales.

Sobre el pago, Cohen le dijo: "El jefe se ocupará de ello".

Los pagos a McDougal se disfrazaron como servicios a American Media, la empresa matriz del tabloide, para evitar infringir las leyes de financiación de campañas.

Pero cuatro días antes de las elecciones, una primicia del Wall Street Journal sacó a la luz la historia de McDougal. Pecker dijo que Trump lo llamó y estaba "muy molesto".

"¿Cómo ha podido pasar esto? Creía que lo tenías bajo control", recordó Pecker que le dijo Trump, antes de colgar sin despedirse.

Y cuando surgió la historia de Daniels, Pecker se resistía a pagar. "No soy un banco", dijo Pecker, que no quería que su publicación, que se vende en supermercados, fuera asociada con una estrella del porno.

El ejecutivo sugirió a Cohen que lo pagara de su bolsillo, lo que los fiscales dicen que el entonces abogado de Trump y hombre para todo hizo desde su propia línea de crédito hipotecario, transfiriéndolo a través de una empresa fantasma.

Antes de ser pospuesto hasta el viernes, la defensa del magnate se centró en el contrainterrogatorio en demostrar que esta práctica de "atrapar y matar" era algo habitual en l empresa, incluso antes de colaborar con Trump.

- Contrariado -

En plena campaña electoral para los comicios del 5 de noviembre, Trump aparece en la corte cada vez más contrariado e incluso enfadado al ser obligado por el juez a asistir cada día a la vetusta sala y escuchar a la fiscalía y al primer testigo contar sus supuestas fechorías.

Al inicio de la vista, la fiscalía volvió a denunciar ante el juez Juan Merchan que pese a su orden de prohibirle que insulte a personal relacionado con el juicio, el magnate sigue haciendo oídos sordos. Tras una audiencia celebrada el martes por la mañana para analizar reiteradas violaciones, el juez debe anunciar todavía si le multa o no por violar su orden.

Tal vez buscando evitar violar la orden, Trump calificó el testimonio del jueves de "impresionante y asombroso". "Un día increíble", dijo a la prensa a la salida de la vista.

Paralelamente, la Corte Suprema de Estados Unidos debe emitir un fallo sobre si el magnate goza de inmunidad absoluta como presidente, como éste sostiene. En una reunión este jueves, se mostró escéptica aunque parece dispuesta a emitir un fallo que retrasaría aún más el juicio del republicano por presunta interferencia electoral.

arb-af/db/nn