¿Tu hijo respira por la boca? Así puede afectarle a su rendimiento en el cole

Niño cansado delante de un libro
(Adobe Stock)

La respiración en condiciones normales tiene que comenzar en la nariz y acabar expulsando el aire por la boca. Pero hay niños (y adultos) que por distintas circunstancias llevan a cabo una respiración bucal, sobre todo durante las horas de sueño. En concreto, un estudio realizado por una universidad brasileña ha estimado que uno de cada cinco niños respiran de ese modo sin que haya una patología de base que lo justifique. 

Los niños pueden respirar por la boca por distintos motivos, como tener una congestión nasal, algo muy común especialmente en los meses de invierno en que los virus respiratorios pasan de unos a otros con mucha facilidad, por problemas en la estructura de la boca o de los dientes o por tener un bajo tono muscular, entre otros. Sin embargo, tal como alertan el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y la Copa COVAP, una iniciativa educativa y deportiva, esto "puede afectar al rendimiento escolar y cognitivo de los niños y niñas si no se trata de manera adecuada y temprana". ¿Qué hacer para corregirlo?

Un sueño de peor calidad

Cuando el niño respira por la boca, "se reduce la duración y la calidad del sueño, con consecuencias para el rendimiento escolar, deportivo e incluso cognitivo", indica César Vacas, fisioterapeuta respiratorio infantil del Hospital Universitario Reina Sofía (HURS). Es así porque "puede influir negativamente en la oxigenación cerebral al comprometer la calidad y eficiencia de la respiración", insiste.

En este sentido, un trabajo realizado en Corea del Sur analiza y compara los efectos de la respiración nasal y bucal en la salud cerebral para evidenciar la importancia del oxígeno en el cerebro. Según este estudio, al respirar por la nariz se garantiza un suministro constante y adecuado de oxígeno al cerebro, lo que resulta esencial para que este funcione bien. Sin embargo, al tomar el aire por la boca ese suministro de oxígeno se interrumpe, lo que puede tener consecuencias negativas para las funciones cognitivas y la salud en general.

Es fundamental fomentar el hábito de la respiración nasal, mantener la nariz sin secreciones y favorecer el desarrollo de la musculatura mediante actividades físicas al aire libre

Prevención de resfriados

Una de las causas más comunes de que el menor respire por la boca es la acumulación de secreciones y tos, en caso de afección respiratoria. Esto también puede acarrear dolor de cabeza, pérdida de audición o malestar en general, que afectan en mayor o menor medida a un rendimiento óptimo. Por ello, la Copa COVAP y el HURS insisten en mantener unas buenas rutinas de higiene en la vuelta al cole para minimizar los contagios.

Así, es imprescindible tener una buena higiene de manos, ventilar bien las aulas, taparse la boca al toser (es mejor no hacerlo con la mano) y utilizar pañuelos desechables.

Niña durmiendo con la boca abierta
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La importancia del fisioterapeuta para reconducir los problemas respiratorios

Hay niños que son muy propensos a tener problemas respiratorios, o bien por un problema de defensas, porque tienen una patología de base o por otra circunstancia. En esos casos es muy recomendable acudir a la fisioterapia respiratoria desde edades tempranas, ya que puede ayudar a mejorar esa función y también a prevenir futuros problemas. Los fisioterapeutas ayudan a movilizar y eliminar las secreciones que se acumulan, "realizando técnicas donde se modifican los volúmenes de inspiración y espiración, el fortalecimiento de la musculatura respiratoria y haciendo ejercicios de expansión pulmonar y de control postural y oral".

Además, los padres también tienen un papel importante en intentar que sus hijos consigan una respiración nasal en lugar de oral. "Es fundamental fomentar este hábito de respiración nasal, manteniéndola libre de secreciones, y favorecer el desarrollo de la musculatura mediante actividades físicas al aire libre. Además, dirigir juegos diseñados para practicarla ayuda a aumentar la conciencia sobre este proceso vital", comenta César Vacas.

Para ayudar en este sentido,  la Copa COVAP y el Hospital Universitario Reina Sofía ofrecen una serie de recomendaciones para ayudar y guiar a las familias en el objetivo de que sus hijos consigan una respiración nasal. Son estos:

  • Inculcar el deporte y la actividad física desde pequeños.

  • Aprender a mantener la nariz limpia y despejada desde pequeños, realizando si es necesario lavados nasales o utilizando dispositivos como agua de mar, suero fisiológico, etc.

  • Realizar respiración abdominal y diafragmática.

  • Fomentar hábitos de vida saludables e instaurar buenas rutinas en casa.

  • Seguir el calendario de vacunación, especialmente con aquellas vacunas que tienen que ver con la gripe.

  • Llevar a cabo una correcta alimentación y beber abundante agua. 

  • Respetar las horas de sueño según la edad.

  • Mantener una buena higiene de manos y de las vías altas.

  • Minimizar el uso de pantallas, ya que su abuso fomenta el sedentarismo y posturas nocivas, repercutiendo en la función respiratoria.