Tufting: La vieja afición textil que aleja de las pantallas a la generación Z
El tufting ha enamorado a los jóvenes chinos de tal manera que muchos han cambiado las consolas de video juegos por un marco de tela y pistolas tejedoras para confeccionar coloridas alfombras.
Según la popular aplicación Xiaohongshu, que equivale al Instagram en China, el tufting se ha convertido en una de las actividades bajo techo más populares entre los trabajadores administrativos y estudiantes universitarios.
En el primer trimestre de 2022, las búsquedas de la palabra "tufting" aumentaron en un asombroso 566 % frente al mismo periodo del año anterior, mientras que las publicaciones relacionadas recibieron más de 73 millones de visitas.
Los expertos creen que la capacidad de Tufting para aliviar el estrés de las personas y el orgullo que sienten los aficionados al mostrar el laborioso proceso de confeccionar una alfombra en las redes sociales son dos de los factores que han alimentado la viralidad de esta tendencia. Hay que recordar que China ha vivido rígidas medidas de aislamiento social en el 2022 debido al coronavirus, que han restringido la movilidad y la vida cotidiana de la población.
Para aliviar las tensiones de la universidad y el trabajo, algunos jóvenes de las grandes ciudades se reúnen con sus amigos en talleres de confección de alfombras durante unas 5 horas para crear tapetes, bolsos, cojines o fundas para sus móviles.
Aunque se trata de una afición laboriosa, la popularidad del Tufting no ha parado desde hace meses. Xiaohongshu también informó que la cantidad de perfiles que publican imágenes de tufting se quintuplicó cada mes en el cuarto trimestre del 2021.
Arnold Ma, el fundador de la agencia de marketing Qumin, dijo a la publicación Jing Daily, que esta nueva tendencia confirma la enorme diferencia entre los millennials y los de la generación Z. Los más jóvenes son más individualistas porque las redes sociales permiten la expresión de diferencias personales y la proliferación de mercados de nicho.
Como resultado, en una era en la que los jóvenes de la Generación Z parecen estar pegados a sus teléfonos, paradójicamente, también disfrutan de actividades basadas en la experiencia, los talleres presenciales y las corrientes emergentes.
Brazos firmes y paciencia
El Wuhan Evening News describió al tufting como un fenómeno social, una manera peculiar y sana usadas por los jóvenes para combatir el estrés en esa ciudad.
La iniciación de los muchachos se hace en alguno de los talleres que han proliferado recientemente y que ofrecen las herramientas, los materiales y los instructores que garantizan que el trabajo será completado con mediano éxito.
Los precios varían de acuerdo a la complejidad y los materiales que se desean utilizar, pero un taller de 4 a 7 horas de tufting cuesta entre 100 y 170 dólares la sesión.
El proceso se inicia con la elección de una imagen que se proyecta sobre una tela tensada. Luego el participante puede delinear la figura sobre la tela o comenzar a tejer libremente guiado por la proyección. Tras enhebrar la pistola con el hilo elegido, se aprieta el gatillo y se mueve lentamente de abajo hacia arriba para comenzar a tejer. Al cubrir completamente la tela, se realiza el acabado de los bordes y el forro de la parte posterior del tapete.
El reportero Tan Liuwei eligió una imagen de líneas rectas, de sólo 5 colores, para vivir la experiencia que embelesa a la juventud y aseguró que la cosa no es tan fácil como parece. Estuvo dos horas disparando la pistola que no es liviana, lo que representa un desafío físico para el brazo si no estás en plena forma.
Uno de los propietarios de los talleres explicó que el Tufting es similar a los populares libros de colorear jardines o mándalas, pero se reemplazan los lápices de colores y rotuladores por hilos de lana.
Las personas no necesitan conocimientos de dibujo o pintura. Pero debe concentrarse y sentarse frente a la tela sujetando la pistola, sin mirar al móvil ni hablar. El alivio y la relajación surgen al ver cómo se va rellenando poco a poco la tela. Y terminar el trabajo viene el reconocimiento, cuando el participante se toma una foto con su obra terminada y la comparte en sus redes sociales.
Bajo umbral de estrés
La estudiante de maestría Zhong He y su novio Wang Xi trabajaron desde la 1:00 p.m. hasta las 7:00 p.m. para completar una alfombra con la caricatura de una pareja tomándose una foto, que medía 70 cm x 70 cm. Terminaron agotados pero felices.
Wang Xi dijo tener mucha presión laboral en su trabajo en una industria tecnológica. "Tufting tiene un umbral bajo de estrés y un fuerte sentido de participación. Organiza las cosas aparentemente desordenadas en ciertas reglas básicas. El proceso de disparar libera la presión”, explicó Xi.
He dijo que a ambos les gusta hacer artesanías y han probado hacer adornos de plata, arcillas, repostería. Pero prefieren el tufting. Les gusta la sensación de compartir el trabajo que han creado juntos y les complace esa manera de pasar su tiempo libre.
Los aficionados más avanzados invierten para practicar tufting en su propia casa. Todos los materiales pueden ser adquiridos online, incluso las pistolas tejedoras, pero se recomienda probar primero en alguna tienda especializada para comprobar si tejer alfombras te interesa, te calma y es la actividad perfecta para ti.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO
Tufting: el milenario arte de hacer alfombras que apasiona a los jóvenes