TVE tiene un problema muy fuerte y sus Campanadas lo demuestra

Ana Obregón se colará en nuestras casas este 31 de diciembre, a través de la que fue su casa televisiva, La 1 de TVE. Y es que ha sido la elegida, casi por sorpresa, para dar la bienvenida al nuevo año junto a Jorge y César Cadaval, Los Morancos. Juntos pueden formar un trío de lo más explosivo, y es probable que obtengan muy buenos resultados, aunque no sabemos si suficientes para frenar el conocido ya como ‘efecto Pedroche’ de Antena 3. Sin embargo, rascando un poco en esta elección podremos comprobar que, en realidad, TVE tiene un fuerte problema que queda muy patente con la elección de la bióloga y el dúo de humoristas. Y es que no tienen rostros potentes en su plantilla, y por eso tienen que tirar de artistas externos para un evento tan señalado.

Como ya analizamos en estas páginas, la elección de Ana y Los Morancos suponía el fin de la que podíamos llamar era Igartiburu. Anne ha sido el pilar de las Campanadas de TVE durante 17 años, pero para esta ocasión han decidido prescindir de ella. Al parecer, ha sido una decisión muy meditada, y que se puede interpretar como un castigo a la presentadora vasca por dejarse querer por Antena 3, donde concursó en Mask Singer y donde la veremos concursar de nuevo en la próxima temporada de Tu cara me suena.

Cierto es que Anne necesita nuevos retos profesionales, pues en La 1 no hay grandes apuestas para su perfil. Ha estado encorsetada en programas de corazón y algún que otro talent show, pero poco más. Ya no derrochaba su carisma por la pequeña pantalla como lo hacía antaño, ni con la misma frecuencia.

Lo que resulta llamativo es que para dar las Campanadas TVE tenga que buscar fuera de su cartera de estrellas a alguien como Ana Obregón y Los Morancos, que en el pasado fueron estrellas de la casa, sí, pero hace mucho que no tienen un programa propio en La 1 (y menos aún en La 2).

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Podrían haber apostado, por ejemplo, por Rodrigo Vázquez, el presentador deEl Cazador, que tan buenos resultados ha conseguido en las últimas semanas. O incluso en Aitor Albizua, de El comodín de La 1, que ha llegado hace poco a la cadena, pero está demostrando que tiene un ángel muy especial para ponerse al frente de la cámara y conectar con el público. Otros rostros de TVE posibles habrían sido Lourdes Maldonado y Marc Calderó, de Hablando claro, Jacob Petrus de Aquí la tierra o incluso Juan y Medio, a quien han puesto al frente de Dúos increíbles. Si quisieran conectar con un público más joven, estaba la posibilidad de confiar en Inés Hernand, que tan buen resultado dio en el Benidorm Fest. Hasta el trío de jueces de MasterChef habría tenido sentido, si me apuras.

No son demasiadas opciones, cierto, y es difícil acertar con cuál sería la mejor. Y eso es lo que debería preocupar a TVE, que no tiene demasiados programas de entretenimiento en su cadena principal, ni una persona que capte el interés del espectador, como lo hace oor ejemplo Cristina Pedroche en el universo de Atresmedia. Su programación no tiene demasiada fuerza, y si no llega a ser por la emisión del Mundial de Catar, habría cerrado su peor año en audiencias.

Luego pasa lo que pasa. Que los pocos presentadores que tiene más o menos afianzados se dejan querer por la competencia, como Anne Igartiburu con Antena 3, pero ella no se va para siempre, al menos, de momento. Sí que se fueron en los últimos meses y para no volver otros presentadores que estaban dando muy buenos resultados, como Ion Aramendi, que tras estar en El Cazador o The Dancer puso rumbo a Telecinco, donde presentará ahora un nuevo concurso para competir contra Pasapalabra. O Diego Losada, quien está en Cuatro al frente de En boca de todos, un magacín de actualidad en directo que se emite en la franja de la sobremesa.

Por todo esto, los directivos de TVE deberían hacer un buen análisis de todo lo que está sucediendo para que la historia no se repita en el año que está a punto de arrancar. Deben construir programas sólidos, con comunicadores reconocibles, que creen imagen de marca. Profesionales con los que queramos estar fechas muy señaladas, como la Nochevieja, para que no haya que buscar fuera de casa lo que deberían tener en ella.

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