El último movimiento de ‘En el nombre de Rocío’ sí que no nos lo veíamos venir

Rocío Carrasco en una imagen promocional de 'En el nombre de Rocío' (MEDIASET)
Rocío Carrasco en una imagen promocional de 'En el nombre de Rocío' (MEDIASET)

En el nombre de Rocío no está dejando las audiencias millonarias de su serie documental predecesora, Rocío. Contar la verdad para seguir viva. Sin embargo, no por ello está dejando de dar alegrías a Telecinco, tanto por los datos que obtiene, como por los contenidos que están ofreciendo en las últimas semanas. La entrega de este lunes, sin ir más lejos, sorprendió a los espectadores con un movimiento que jamás habrían esperado. Un cara a cara de Rocío Carrasco con José María Franco, el que fuese chófer de su madre y su azote televisivo durante años. Un encuentro que estuvo cargado de emoción, de nervios, lágrimas, y que permitió saldar cuentas importantes.

Lo primero que hay que recordar, para quien no lo ubique ahora mismo, es quién es José María Franco. Este hombre fue chófer de Rocío Jurado, y durante años se dedicó a visitar los platós de los programas de televisión. Era un claro aliado de Antonio David Flores, lo que ahora se conocería como un ‘trinker’. Él azotaba públicamente en sus intervenciones a Rocío Carrasco, pero también a otros miembros del clan Jurado como Amador Mohedano o Rosa Benito. Él fue, por ejemplo, quien dijo en el programa A tu lado, que presentaba Emma García, que Antonio David Flores y Rosario Mohedano habían tenido un idilio. En el año 2005 incluso publicó una novela, Relatos de un chófer, donde mezclaba ficción con sus vivencias personales con la familia de la intérprete de ‘Como una ola’. A veces, se le señalaba como fuente de informaciones que resultaban falsas, como la vez que Lydia Lozano afirmó que Rocío Carrasco y Rocío Flores habían hablado por teléfono en 2020. También cargó mucho contra Fidel Albiac, contando cosas como que él quería deshacerse de Amador Mohedano para llevar los contratos de Rocío Jurado.

A José María le ha gustado mucho el dinero, por eso visitaba tan a menudo los platós de corazón. A tu lado, Sálvame, Deluxe, Dónde estás corazón y tantos otros. Sin embargo, este 24 de octubre, fue gratis a En el nombre de Rocío, tal como se explicó. Quería redimirse de todo lo que había hecho mal en los últimos lustros, y le vimos llorar en directo, rompiéndose. Iba dispuesto a pedir perdón a Rocío Carrasco por todo el daño que le ha hecho, y además, le dio la razón en muchas de las cosas que ha contado en el último año.

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Aunque pueda parecer, por lo tanto, que para Rocío fue una noche de vino y rosas, nada más lejos de la realidad. La hija de Pedro Carrasco y Roció Jurado también se vino abajo: tener frente a sí a José María Franco le hizo recordar episodios duros de su pasado. “Al verlo me he dado cuenta de que no soy tan fuerte”, lamentó la que fuese presentadora de Hable con ellas.

Por el fuerte carácter del conductor, lo cierto es que jamás habríamos pensado verle como le vimos, con una actitud humilde, reconociendo errores, pidiendo perdón. “Le he hecho mucho daño y tengo muy mala conciencia por todo lo que he hecho”, decía el invitado de En el nombre de Rocío. Durante la charla que mantuvo con Jorge Javier Vázquez explicó cómo Antonio David Flores lo manipuló durante años. Que iba a su casa llorando porque Rocío le quería quitar a sus hijos, cargaba con dureza contra Fidel Albiac. Exculpándose de forma ligera, explicaba que nunca Rocío Carrasco o Rocío Jurado le decían toda la verdad sobre el exguardiacivil. Que solo le decían que Antonio David no era como él se pensaba, sin dar detalles, y que si llega a saber todo lo que sabe ahora, habría actuado de una manera muy diferente.

Más allá de su disculpa, Franco tendió una mano a Rocío Carrasco. Decía que le tenía ahí para lo que necesitase, incluso para declarar lo que considerase oportuno en un juzgado. Y además, dio detalles de un episodio de malos tratos que él presenció: Antonio David decía que le iba a dar una patada a su expareja en sus partes, y que la agarró del cuello mientras bajaba unas escaleras. Algo similar a lo que ya contó en el pasado en Sálvame, en el año 2011.

Gracias a esta disculpa, Rocío Carrasco parece que podrá sanar algunas de sus heridas internas. Fue una entrega complicada, dura, pero que demuestra que hay gente que se ha portado mal con ella por estar manipulada por su expareja, como tantas veces ha expuesto. La cuestión es que este cara a cara nunca nos lo hubiésemos imaginado en un programa de televisión, y es una señal más de que En el nombre de Rocío está logrando lo imposible. Kiko Matamoros o José María Franco, quienes han sido la némesis de Carrasco, están dándole la razón, disculpándose, reconociendo que han sido títeres en manos de Antonio David. ¿Quién será el siguiente en dar una versión nunca vista u oída sobre el malagueño? Hagan sus apuestas. Pero dudo que pueda resultar tan sorprendente como José María Franco, la verdad.

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