El uso del miconazol en perros, explicado por veterinaria

CIUDAD DE MÉXICO, abril 5 (EL UNIVERSAL).- El miconazol es un fármaco antifúngico que se utiliza en perros para tratar una variedad de afecciones cutáneas y del oído causadas por hongos, levaduras y bacterias Gram positivas.

Este principio activo actúa inhibiendo la síntesis de ergosterol, un componente esencial de la membrana celular de los hongos, lo que conduce a la muerte de los microorganismos responsables de las infecciones.

Según señala Laura García Ortiz, veterinaria especializada en medicina felina, el miconazol se puede encontrar en formatos como crema, champú o gotas, adaptándose a las necesidades específicas de cada caso. ¿Quieres saber cómo se utiliza?

El miconazol es efectivo en el tratamiento de dermatofitosis (tiña), micosis por levaduras, piodermas superficiales y profundas, impétigo, forunculosis y dermatitis húmeda aguda en perros. En combinación con otros principios activos como la clorhexidina o la prednisolona, se utiliza en champús para tratar diversas afecciones cutáneas, mientras que en forma de gotas óticas se emplea para tratar otitis externas e infecciones del oído.

La dosis de miconazol para perros varía según el formato del producto y la gravedad de la afección a tratar. Es importante consultar con un veterinario para determinar la dosis adecuada en función del peso y tamaño del perro, así como para obtener instrucciones específicas sobre cómo administrar el medicamento correctamente.

Además de su eficacia en el tratamiento de infecciones fúngicas y bacterianas en perros, el miconazol también puede ayudar a prevenir la contaminación ambiental por hongos y a mejorar la salud general de la piel y el pelaje del animal. Sin embargo, como con cualquier medicamento, es importante tener en cuenta las posibles contraindicaciones y efectos secundarios, por lo que se recomienda seguir las indicaciones del veterinario y vigilar cualquier reacción adversa durante el tratamiento, de acuerdo con esta experta.