Vacaciones récord: con más de 5 millones y medio de espectadores, el cine tuvo su mejor invierno en la historia

Margot Robbie en Barbie
Margot Robbie en Barbie

La taquilla argentina alcanzó un nuevo récord histórico. Entre el 15 y el 30 de este mes, durante el período de mayor afluencia de público a las salas debido al receso escolar invernal, se vendieron 5.502.849 entradas según las cifras de la consultora Ultracine: estas vacaciones de invierno fueran las más exitosas de la historia de la taquilla local. El récord anterior se había alcanzado en 2016 con 5.500.000 espectadores, gracias a la convocatoria de los films animados La vida secreta de tus mascotas y La era de hielo 5. Lo curioso esta vez es que las películas que impulsaron el récord no fueron historias infantiles sino Barbie y Oppenheimer, dos films que apuntan al público adulto.

De hecho, este último fin de semana, la película sobre la legendaria muñeca articulada vendió 719.494 entradas –cuatro veces más que Elementos, el film de Pixar ubicado en el segundo puesto– se quedó con el 52% de la asistencia total y superó los dos millones de espectadores. Hasta ayer, Barbie ya sumaba 2.369.949 tickets vendidos desde su estreno el jueves 20, lo que la colocó en una posición ideal para ser la primera película del año en alcanzar la marca de los tres millones de espectadores. Cabe recordar que ya es la sexta película que supera los dos millones de entradas vendidas en 2023 y que fue la que lo consiguió en menor cantidad de días, apenas diez. El récord anterior lo tenía Rápidos y furiosos X, que alcanzó esa cifran al cumplir 22 días en las salas.

Cillian Murphy en Oppenheimer
Cillian Murphy en Oppenheimer

Con 1.357.777 de espectadores entre el jueves 27 y ayer, la asistencia general a los cines descendió un 22% en relación al fin de semana anterior, que había estado cerca de 1.8 millones de entradas vendidas. Una caída moderada y esperable que de todos modos no impidió que Barbie tuviera el mejor promedio de espectadores por pantalla (1360) ni que Oppenheimer aumentara su convocatoria en un siete por ciento comparado con la última semana, gracias a que creció un 28% la cantidad de salas que proyectan el film de tres horas de duración sobre el creador de la bomba atómica. Gracias a esas marcas, la película de Christopher Nolan, que está tercera en la lista de las diez más vistas, quedó muy cerca de Elementos, que mantuvo el segundo puesto con 195.041 entradas vendidas y un acumulado de 2.342.865 desde su estreno a mitad de junio.

En términos de hitos históricos, Barbie ya había impulsado algunos de los más importantes a finales de la semana pasada cuando gracias a ella se llegó a las tres millones de entradas vendidas en apenas siete días, lo que significó la semana de mayor concurrencia a los cines de los últimos 25 años en la Argentina. Según detalló Marcelo Stiletano en su nota publicada el jueves pasado, el récord histórico que superó a todos los registros previos desde que el mercado local maneja estadísticas confiables (a partir de 1997), dejó atrás la marca que hasta ahora pertenecía a Toy Story 4 que en junio de 2019 había sumado 2.582.575 tickets. El enorme mérito de la película de Pixar es que fue la primera vez que se logró ese récord de público para una semana fuera de las vacaciones de invierno.

Más allá de las consideraciones cuantitativas respecto los números que dejó la taquilla durante el receso escolar, el análisis cualitativo resulta necesario para abarcar la singularidad de este hecho y de las dos películas que impulsaron el fenómeno de asistencia a las salas. Ya se dijo que a diferencia de lo que suele suceder en esta época del año, las propuestas más convocantes no fueron films animados o aquellos dirigidos al público infantil sino dos propuestas de directores como Greta Gerwig y Christopher Nolan reconocidos por su mirada autoral.

El cuadro se repitió en todo el mundo: Barbie está muy cerca de alcanzar los mil millones de dólares en la taquilla global -lleva recaudados 750 millones en diez días- y Oppenheimer ya superó los 400 millones. A pesar de estos signos de recuperación de espectadores para el séptimo arte, las alarmas de los estudios empezaron a sonar cada vez más fuerte. En medio de una crisis provocada por los conflictos laborales que llevaron a la huelga del sindicato de actores y el de guionistas, el estado de situación los obliga a repensar sus estrategias y planes a futuro. Así lo resumió Francis Ford Coppola, un veterano en eso de imponer su marca en la usina de producción de Hollywood. “Todavía no vi Barbie ni Oppenheimer pero puedo decir que el hecho de que la gente esté llenando las salas para ver un par de films que no son secuelas y no tienen un número en su título, es decir que son obras originales, es una victoria para el cine”, resumió el director de El padrino el viernes pasado en una charla pública con sus seguidores a través de Instagram.