El valiente mensaje de Tomás Páramo en el que reconoce que necesita ayuda y que 'no es oro todo lo que reluce'
Los influencers suelen mostrar una vida perfecta e idílica que en la mayoría de los casos es tan solo una utopía irrealista. Lejos de seguir esta tendencia, Tomás Páramo ha compartido en su muro una profunda reflexión con la que ha sacado a la luz los diferentes baches a los que ha tenido que hacer frente esta temporada estival. “Otro mes de agosto que se acaba, un nuevo año que empieza. Hoy quiero hablaros de la realidad que pese a que existe no se ve. Esa realidad que se llama vida con sus infinitas cosas buenas y también con esas piedritas que se meten en el zapato y a veces hacen daño”.
El creador de contenido de 27 años ha pasado agosto en Tarifa (Cádiz) junto a su mujer María y sus tres hijos: Tomy (7) , Catalina (2) y Federico, que nació el pasado mes de marzo. Chapuzones refrescantes en la playa, sabrosos helados a la orilla del mar y paseos al atardecer han sido algunos de los divertidos planes que han podido disfrutar y que de cierta manera han quedado empañados por algunos problemas que no ha querido especificar. “No es oro todo lo que reluce, y por ello, no ha sido el mejor verano. Ha sido un verano a veces frío. Con miedo, con ganas de tirar la toalla, con incertidumbre, con cambios y con alguna lágrima de contratiempos”.
Aunque ha habido momentos muy duros y delicados, Tomás ha querido hacer un guiño a todas las cosas bonitas que tiene a su alrededor y que hacen que siempre salga el sol por muy intensa que sea la tormenta. “Pese a todo ha sido un verano de agradecimiento, de querer robar tiempo al tiempo y de intentar desgranar las miles de pequeñas cosas buenas que existen cada día para aferrarnos a ellas y sonreír. Por miles de motivos que nos lo permiten”.
A los pocos minutos, la publicación se ha llenado de ‘me gustas’ y de comentarios cargados de cariño por parte de su amplia comunidad de seguidores y amigos, que agradecen esta dosis de naturalidad tan difícil de encontrar en el mundo online. “Sois maravillosos”, “Animo familia”, “Que madurez”, son algunos de los mensajes más repetidos.
Tomás se ha propuesto tomarse septiembre y el nuevo curso como un tiempo de cambios con los que alcanzar la mejor versión de sí mismo. “Volvemos a Madrid con ganas de encauzar nuestro camino. De ocuparnos de lo que nos preocupa. De ordenar nuestra vida y priorizar en aquellas cosas que nos llenan, que nos hacen ser mejores”. Un gran reto en el que sabe que necesitará el apoyo de sus seres queridos. “Volvemos también con ganas de pedir ayuda. Ayuda para gestionar situaciones que a día de hoy se nos escapan de la mano y para dejar de normalizar cosas que no lo son tanto”.
Además, ofrecía un valioso consejo a todos aquellos que se pudiesen sentir identificados con su delicada situación. “Descansar es priorizar, es cuidarse, es ordenar, es desprenderse de todo aquello que sobra, que ahoga y que resta. Y lo podemos hacer desde casa. No hace falta buscar ningún lugar donde escapar constantemente”.
Hay que recordar que esta no es la primera vez que Tomás abre su corazón y confiesa que está pasando por una mala racha. En el pasado ha sufrido algunos problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, que pudo superar gracias a la terapia con profesionales médicos y al cuidado y comprensión que le brindaron sus familiares y seres queridos.