Vanina Escudero: las idas y vueltas con su hermana Silvina, la distancia con Denise Dumas y su regreso tras una larga pausa
Hace tiempo que Vanina Escudero no participaba de una temporada teatral. Fue una decisión muy personal, porque en los primeros años de sus hijos, Benicio y Joaquina, se dedicó casi full time a la familia que formó con Álvaro Navia. Sin embargo, nunca dejó de trabajar, porque además de ser su esposa, es socia del humorista uruguayo en lo referido a producciones y creación de contenido. Esta vez la propuesta fue tan interesante que no pudo decir que no, y el 2 de enero Escudero estrena Hermanos en llamas en el Teatro Enrique Carreras de Mar del Plata, junto a Nito Artaza y Sergio Gonal.
En diálogo con LA NACIÓN, la bailarina y actriz da detalles sobre este regreso, cuenta su historia de amor que ya lleva 18 años y también se refiere a las idas y vueltas con su hermana Silvina y con su ¿ex? amiga Denise Dumas. Son días ajetreados para Vanina, que está ensayando a full para llegar a tiempo al estreno. Un rato antes, mientras disfruta de un café, dice que está disfrutando mucho porque es su “vuelta después de varios años” y que el regreso se produzca en Mar del Plata tiene un sabor muy especial: “Las últimas temporadas fueron en Carlos Paz; después, en pandemia, nos fuimos a vivir a Uruguay”.
-¿Extrañabas esas temporadas maratónicas o ya estabas acostumbrada a cierta paz hogareña?
-Tenía muchas ganas de hacer teatro, pero las propuestas que surgían no me convencían del todo. En cambio ahora, cuando me llamó el productor Aldo Funes, me pareció que cerraba por todos lados porque es una comedia de enredos hermosa. Un lujo. Y también nos cerraba por cuestiones familiares. No queremos separarnos en las temporadas y Álvaro va a estar también en Mar del Plata con un espectáculo que se llama No hay plata, hay humor. Nosotros estrenamos el 2 de enero en el Teatro Carreras, de martes a domingos a las 21.30. Estoy super feliz. Fue algo repentino porque la propuesta llegó hace no mucho tiempo y estamos ensayando a full, divirtiéndonos.
-¿Y te estás habituando al cambio de rutina?
-En general para los que aspiramos a vivir del teatro y la televisión y proyectos artísticos, la vida es muy dinámica, una montaña rusa, con horarios locos, lugares locos, y todo va a contramano del resto de la gente. Nos gusta esa manera de vivir y nos vamos adaptando todo el tiempo… Es como hacer camino al andar. Y los chicos se adaptan con nosotros. Por suerte están los abuelos que siempre dan una mano. El teatro siempre me gustó mucho, tiene una magia única, y en este caso comparto escenario con estrellas de nuestro país y hay una productora que nos contiene. No podía decir que no (risas). Ojalá el público acompañe la propuesta porque es una comedia muy divertida, está muy bien escrita y tenemos dos directores de lujo como Marcelo Cosentino y Charlie Nieto. Mi personaje se llama Ana, es una mujer muy controladora y tiene un marido descontrolado (risas). Así que pasa de todo.
-¿Cómo es tu historia de amor con Álvaro?
- Nos conocimos hace 18 años y hace 16 que estamos casados. No lo puedo creer (risas) . Nos conocimos trabajando en Canal 9, en Palermo Hollywood Hotel. Me convocaron para hacer un capítulo y me quedé hasta que terminó el ciclo, así que estuve varios meses compartiendo con figuras del humor, entre ellos estaba Álvaro. Ese verano hizo su primera producción teatral y como ya me había visto trabajando en teatro con Gerardo Sofovich, me contrató. Y ahí empezamos a salir. Se dio todo de una manera armónica entre nosotros. Yo venía de vivir con mis viejos, no había vivido sola nunca, ni tampoco con nadie más. Entonces era tirarse de un piletazo al amor y que nos salve.
-¿Y los salvó ese amor?
-Totalmente. Entre los dos le encontramos la vuelta, y tenemos una convivencia llevadera. Los dos somos muy compañeros y siempre estamos pensando en el otro . Me parece que de eso se trata, de manejarse como equipo porque hoy somos cuatro. A lo largo de la vida tuvimos varios momentos que fueron claves y los resolvimos juntos. Nos gusta ponernos de acuerdo; a veces es más lo que piensa y quiere él, otras lo que pienso y quiero yo, pero los dos tenemos la virtud de hacer valer la palabra del otro y eso nos ayuda a seguir adelante. Siento que juntos todo lo podemos.
-Cuando fuiste mamá ¿también fue una decisión conjunta dar un paso al costado para dedicarle más tiempo a la familia?
-Un poco se dio porque me costó quedar embarazada, y el hecho de atravesar los tratamientos hacía que no quisiera exponerme físicamente. Después, cuando llegaron, busqué también poder dedicarle tiempo a mis hijos, formé mi escuela de danzas con mi hermana, le pusimos un montón de laburo y nos fue muy bien, logramos un montón de cosas. Y tenía flexibilidad para dedicarme a los chicos y al trabajo. Pude llevar adelante las dos cosas porque hice también actividades que tienen que ver con producción, generar contenido para empresas, propuestas artísticas, y cosas que están más a la sombra y no se ven. Y en Uruguay tuve la oportunidad de gerenciar un teatro, hice televisión, radio, teatro infantil.
-¿Hoy te animás a delegar?
-Totalmente. Como madre trabajé un montón, y Álvaro también como padre, en formarlos, en tener tiempo de calidad, y siento que hoy puedo asumir otros compromisos laborales sin descuidarlos y ser profesional en mi laburo. Además, trabajo desde muy chica. Empecé como bailarina y como es una pasión, no lo veía como un trabajo.
-¿Cómo fue ese comienzo?
-Tenía 14 años y empecé bailando en los desfiles de Roberto Giordano. Cuando falleció, hace poco, me volvieron un montón de recuerdos. Con mi hermana fuimos las primeras bailarinas que incorporaron en los desfiles, porque hasta ese momento las pasadas comerciales también las hacían las modelos. Éramos re chiquitas y nuestros papás nos acompañaban a Mar del Plata y Punta del Este. Y nunca paré de laburar.
-Trabajaste mucho con tu hermana y cada tanto se rumorea que están distanciadas. ¿Cómo es la relación con Silvina?
- Hablamos y hoy puedo decir que estamos bien . Siempre resguardo a mi familia y me parece que hay cosas que se resuelven puertas adentro. Lamentablemente, somos muchos los que trabajamos en el medio y lo que se filtra se hace una bola de nieve. Hoy está todo bien. Y nuestros viejos siempre están para todos. Nos tienen a todos como pichones.
-¿Y pudiste hablar con Denise Dumas? También se dijo que están distanciadas porque la habías elegido como madrina de tu hija, pero finalmente no lo fue...
-Es un tema viejo porque sucedió mientras vivíamos en Uruguay, que fue cuando bautizamos a mi hija y no se podía viajar, por la pandemia. Creo que se habló ahora porque ella lo dijo en una nota. Es un tema muy viejo, algo que tiene que ver con mi hija de 8 años y se habló demasiado en televisión . Me desacomoda que hablen de mis hijos, porque los resguardo como hace cualquier madre. En su momento intenté hablar, recomponer lo que se pudiera, no se quiso del otro lado y ya está. Hace más de cinco años que no la veo ni hablamos .
-¿Tampoco volvieron a hablar ahora?
-No. Las cosas que se exponen en los medios no buscan recomponer nada.
-Tuviste mucha exposición cuando hiciste el Bailando por un sueño, ¿cómo la viviste?
-Como pude (risas). Por momentos lo padecía. Entré al medio sin saber nada del medio porque no vengo de una familia de artistas. Y había muchas cosas que no conocía. Salía a defenderme si me sentía atacada, y como Ideas del Sur tenía muchos programas al aire, de pronto estaba en todos lados, a toda hora. Y muchos se sienten con la libertad de opinar de todo y eso me desacomodaba, no podía entender cómo se decían cosas que no eran ciertas. Con el tiempo aprendí a tolerar escuchar cosas sobre mí que no son verdad. No podés contestarle a todo el mundo. Creo que tenés que saber quién sos, obrar bien y a la larga todo se acomoda. Esto es un trabajo, hay que saber separarlo de la vida personal, y no todo el mundo puede ni quiere hacerlo. Es lo que yo elijo porque me parece lo más amoroso para mi familia y mi entorno.
-Alguna vez contaste que te operaron y que tenés una enfermedad crónica... ¿Cómo estás de salud?
- Hace un tiempo di a conocer el diagnóstico que tengo, endometriosis. Me pareció prudente hacerlo porque es una patología que padecen muchas mujeres, una de cada diez. Y el diagnóstico tarda muchísimos años en llegar, a veces hasta ocho años después. Un montón. Y si no estás diagnosticada, perdés calidad de vida. En increíble la cantidad de mujeres que se contactaron conmigo después de contarlo; muchas tenían varios de los síntomas pero nunca se les había ocurrido que podían llegar a tener una patología porque nos convencen de que es normal sentir dolor una vez al mes, que te hinches y muchas otras cosas. Y la realidad es que cuando hay mucho dolor, no es normal y puede traer muchas consecuencias. Hoy agradezco haberme rodeado de profesionales idóneos.
-¿Y pudiste controlarlo?
- Sí, con alimentación saludable y con medicación hormonal diaria. Cambié varios hábitos y logré revertir la mayoría de los síntomas y hoy me siento plena, libre con mi cuerpo y puedo hacer deporte, actividad física y bailar; todo lo que me gusta . Porque lo que tiene esta enfermedad es que te condiciona mucho.
Agradecimientos: Look Faustina Lora