El velo: Elizabeth Moss se convierte en espía en una miniserie heredera de Homeland, con la firma del creador de Peaky Blinders

El velo (Star+).
El velo (Star+).

El velo (The Veil, Estados Unidos/2024). Creador: Steven Knight. Elenco: Elizabeth Moss, Yumma Marwan, Dali Benssalah, Josh Charles, James Purefoy. Disponible en: Star+ (los dos primeros episodios). Nuestra opinión: buena.

Portia acaba de cerrar una astuta comedia de 37 días con un golpe de efecto. Su incauto engañado queda sentado frente a ella mientras llega la Interpol para detenerlo. Portia puede develar su mascarada pero nunca su verdadera identidad, ni siquiera frente al desorientado espectador. En conversaciones con Malik, su exnovio y contacto en la DGSE francesa (Dirección General de la Seguridad Exterior), pide que su nuevo nombre sea Imogen. Otra heroína shakesperiana, como Portia lo era de El mercader de Venecia, ahora Imogen lo es de Cimbelino. Otra comedia en la que volver a asumir un nuevo disfraz. Su verdadero nombre será una incógnita porque su nuevo destino y los que siguen así lo requieren.

Agente del M16 convertida en voluntaria de una ONG internacional, Imogen se dirige a un campo de refugiados en la frontera entre Siria y Turquía. Allí apareció una mujer con velo que parece ser un alto mando militar de las fuerzas del ISIS. Sin embargo, la acusada niega las imputaciones de varias prisioneras yihadistas y reclama otra identidad: Adilah El Idrissi, una francesa de origen argelino que se ha enrolado en fuerzas insurgentes como estrategia para escapar de algunos malos pasos de juventud, y quizás como lejano legado de sus padres intelectuales y activistas. Adilah afirma haber dejado una hija en París y ahora solo quiere volver a su casa. ¿Será esa la verdad?

El corazón de la nueva miniserie de Steven Knight, creador de Peaky Blinders, se encuadra en las nuevas formas del relato de espías, que asume las tendencias globales de un mundo en constante tensión, con fronteras permeables e identidades difusas . Algo que dejó la enseñanza de Homeland, de la que El velo es clara heredera, situando el epicentro del conflicto entre Europa y cercano Oriente, con jugadores de la OTAN como Estados Unidos y Reino Unido disputando su liderazgo, con Francia reclamando una centralidad territorial que parece amenazada, y el fantasma del ISIS propagándose hacia los más recónditos confines del mundo. Knight elige a dos mujeres como voz y conciencia del relato, lo cual ofrece una mirada menos envarada que con el gangsterismo en Peaky Blinders, pero con el riesgo de que los conatos emocionales y el juego fronterizo con el melodrama hagan que la miniserie pierda el vértigo del género, delegando sus tensiones hacia un territorio más introspectivo. Habrá que ver si eso funciona con el correr de los episodios.

El velo (Star+)
El velo (Star+)

Estrenada en Star+ y producida por FX, El velo tiene a Elizabeth Moss como su principal atractivo, una actriz de una versatilidad asombrosa, acostumbrada al liderazgo narrativo como lo demostró en El cuento de la criada, convertida aquí en una espía con acento británic o (el padre de la actriz es inglés) que se jacta de su don para manipular estimas y descifrar identidades. Eso es lo que deberá poner en práctica en su travesía junto a la supuesta Adilah, interpretada por Yumma Marwan, justa rival en el duelo actoral. Ambas recorren los nevados caminos de la frontera siria, se enfrentan primero a los furiosos refugiados del campo, luego a agentes infiltrados en las populosas calles de Estambul, y finalmente proyectan una fuga hacia París que anticipa la densidad del recorrido en el que se internan. Mientras tanto, en Francia, Malik debe lidiar con la llegada de un enviado de la CIA que reclama potestad para investigar si Adilah es o no “el genio de Al Raqa”, temible comandante de ISIS.

Más allá de lo ocurrido en el pasado de Imogen y de Adilah -con varios puntos en común en sus historias que iremos descubriendo con el correr de los episodios-, en el futuro inmediato pesa la amenaza de un atentado sobre un importante blanco occidental que pone en alerta a todos los servicios secretos. La miniserie se reserva algunas previsibles revelaciones, se complace en un buen manejo de los artilugios del cine de espías, a la manera de un TEG de la geopolítica contemporánea, y apuesta a la creíble sororidad que poco a poco va uniendo a sus protagonistas. En ese molde se siente cómoda, y quizás quienes crean vislumbrar algún giro inesperado o un vértigo inaudito, se sientan decepcionados. Su principal acierto es la elección de Moss, en un personaje que se acerca en algunos aspectos a la June de El cuento de la criada -también convertida en espía en un entorno hostil-, pero que consigue hacer de esa persistente necesidad de afirmarse bajo una fachada y de esconder sus sentimientos para sobrevivir, una personalidad digna de prevalecer. El riesgo está en el devenir de los misterios hacia el final de los seis episodios, pero la guía que nos conduce bien vale el salto al vacío.