¿Qué veo? La moderna Rosalina es irresistible en una versión de Romeo y Julieta nada trágica
Rosalina (Estados Unidos/2022). Dirección: Karen Maine. Guion: Scott Neustadter y Michael H. Weber, basado en la novela de Rebecca Serle. Elenco: Kaitlyn Dever, Kyle Allen, Minnie Driver, Isabela Merced, Sean Teale, Bradley Whitford. Disponible en: Star+. Nuestra opinión: muy buena
En los innumerables análisis académicos y críticos sobre una de las obras más revisadas del autor más revisado -Romeo y Julieta de William Shakespeare- a Rosalina, primer amor del trágico Montesco y prima de la enamorada Capuleto, se la suele calificar más por su función como recurso narrativo que como personaje con alguna semblanza de humanidad. Después de todo, en la tragedia de Verona, el catalizador del primer encuentro entre los amantes es el buscado reencuentro entre Romeo y su primer amor, Rosalina, que lo rechazó sin miramientos. Y aun así, ahí va el joven Montesco a buscarla en el baile de máscaras organizado por los enemigos jurados de su familia, en el que su corazón roto volverá a batir por una Capuleto aunque esa vez su nombre sea Julieta. Los expertos shakespeareanos cuentan diez menciones a Rosalina en toda la obra y en ninguna de ellas el personaje es más que una presencia en los márgenes, una aparición sin voz ni voto que solo sirve para establecer dramáticamente la capacidad para la poesía de Romeo y su disponibilidad para el amor además de la tierna inocencia de Julieta.
Inspirados por el genio del Bardo de Avon, el triángulo amoroso entre las dos primas y su persistente pretendiente ya generó más de una reversión de su famosa trama y la más reciente, Rosalina, disponible desde hoy en Star+, acierta en todos los frentes al darle matices, profundidad y una vivacidad contagiosa a la Capuleto menos recordada. Basada en la novela para adolescentes When You Were Mine, de Rebecca Serle, una versión de Romeo y Julieta ambientada en la actualidad en el sur de California en la que Rosalina, celosa y dolida por el abandono de su ex novio, intenta sabotear su nuevo romance con Julieta, la película regresa a Verona y a un “tiempo muy lejano”, como nos advierte desde la primera escena.
Allí, Rosalina y Romeo se encuentran en secreto durante la noche en el balcón de ella, quien parece más entusiasmada con los besos del muchacho que con sus versos. Impetuosa y decidida a casarse por amor a pesar de la insistencia de su padre en encontrarle un candidato aceptable (el odiado Capuleto obviamente no es tal), Rosalina busca pasión y aventura para su vida y no está dispuesta a aceptar menos que eso. Sin embargo, el romanticismo empalagoso de Romeo tampoco parece convencerla del todo, como nota su sarcástica aya. Minnie Driver se roba cada una de las pocas escenas en las que aparece, y no le resulta tarea fácil, porque en todas comparte diálogos con la brillante Kaitlyn Dever (Dopesick) que gracias a Rosalina vuelve a demostrar, como lo hacía en La noche de las nerds (espantoso título local de Booksmart), que su talento para el drama también incluye a la comedia de enredos y hasta al humor físico que cada tanto aparece en la trama.
Con un guion escrito por los experimentados Scott Neustadter y Michael H. Weber, responsables de las historias de 500 días con ella, The Disaster Artist: Obra maestra -por la que fueron nominados al Oscar por mejor guion adaptado-, y Bajo la misma estrella, otro relato de adolescentes enamorados separados por la tragedia, Rosalina juega con los anacronismos del lenguaje (todos los personajes hablan en inglés moderno) y aporta liviandad al relato sin por eso volverlo vacuo o superficial.
La directora Karen Maine, a pesar de una puesta en escena bastante convencional, logra imprimirle ritmo y encanto al cuento que juega todo el tiempo con la historia contrafáctica: ¿qué habría pasado si alguien le hubiera advertido a Julieta de la tendencia enamoradiza de Romeo y su afición por reciclar poemas? ¿Cómo habría terminado el romance de los jóvenes si algún alma caritativa les hacía ver que todo ese plan de fingir su muerte no era el más seguro ni efectivo? Es un ejercicio entretenido y uno de los tantos aciertos de esta versión.
A las inspiradoras interpretaciones de Dever y Driver se le suman los trabajos de Kyle Allen (Amor sin barreras) como el dulce aunque cambiante Romeo -su parecido físico con Heath Ledger especialmente en los tiempos de 10 cosas que odio de ti, notable versión de otra obra de Shakespeare, La fierecilla domada, impresiona-, de Isabela Merced en el papel de la inteligente Julieta, de Bradley Whitford como el tolerante padre de Rosalina y de Sean Teale, en el papel Dario, su nuevo y atractivo candidato. Un elenco sin fisuras que se ajusta al tono de una historia que imagina qué pasaría si el personaje menor de una gran historia resultara ser lo más fascinante de ella.