Netflix ve venir la hecatombe por los temas peliagudos que abordaría en The Crown

BALLATER, SCOTLAND - OCTOBER 11: King Charles III and the Camilla, Queen Consort  attend a reception to thank the community of Aberdeenshire for their organisation and support following the death of Queen Elizabeth II at Station Square, the Victoria & Albert Halls, on 11th October, 2022 in Ballater, Scotland. (Photo Andrew Milligan - WPA Pool/Getty Images)

Netflix ve venir la hecatombe. O eso sugieren las últimas noticias en torno al estreno de la quinta temporada de The Crown el próximo 9 de noviembre. Porque según informan medios como Deadline, el gigante streaming habría retrasado el lanzamiento de un supuesto documental sobre la relación del príncipe Harry y Meghan Markle -originalmente prevista para continuar la royalmanía en el mes de diciembre- a raíz de las reacciones negativas que está generando la filtración de arcos dramáticos polémicos que veríamos en la serie. Al parecer, se trata de un arco narrativo en particular que tiene el potencial de generar polémica y producir una bomba mediática negativa para la serie, hiriendo sensibilidades británicas y globales tras la reciente muerte de la reina Isabel II.

Los que seguimos The Crown siempre supimos que la quinta temporada podía remover el avispero. Después de las controversias que generó la cuarta a través de la llegada de Diana de Gales a la historia, el retrato de la bulimia, la infidelidad de Carlos y las sugerencias de negligencia familiar hacia ella; la quinta llegaría con el repaso del divorcio y escándalos afilados por los tabloides, con todas las aristas de ficción que conlleva una serie que desde sus orígenes se toma sus propias licencias creativas. No olvidemos que esa misma cuarta temporada generó críticas por no especificar a los espectadores que se trataba de una obra de ficción. Por ejemplo, el entonces secretario de cultura, Oliver Dowden, pidió a Netflix que agregara una advertencia. Pero no pasó nada. Ahora, la muerte de la reina ha iniciado una etapa de homenaje y respeto a su legado, vida y futuro de su familia que podría jugar en contra.

Y la polémica ya estaría comenzando. Porque según las reacciones vividas en Reino Unido recientemente, existiría un arco dramático que podría despertar una gran controversia. Tanto que un ex primer ministro ha salido a la palestra. Se trata de un episodio titulado ‘El síndrome de la reina Victoria’, que presuntamente sugiere que en 1991 el príncipe Carlos (ahora el rey Carlos III) se quejó al primer ministro John Major de estar esperando ascender al trono. El capítulo estaría basado en una encuesta que realizó el periódico Sunday Times argumentando que la monarquía estaba fuera de moda y que la reina debía abdicar a favor de Carlos. Al parecer, y según el medio citado, Dominic West (interpretando al príncipe) aparece en el episodio solicitando una reunión clandestina con Major y compara su posición con la de Eduardo VII “esperando entre bastidores” durante décadas mientras gobernaba la reina Victoria.

Además, supuestamente se muestra de acuerdo con la encuesta y dice que “una monarca envejecida, demasiado tiempo en el trono cuya lejanía del mundo moderno ha llevado a la gente a cansarse no solo de ella sino de la monarquía misma” debería hacerse a un lado.

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Al conocerse este detalle que incluirá la nueva temporada, el propio ex primer ministro se ha pronunciado, asegurando a The Mail on Sunday que esa conversación nunca ocurrió y describió al episodio de “tontería maliciosa”. Otras figuras del establecimiento se sumaron al ataque, a pesar de todavía no haber visto nada. Por ejemplo, Sir Malcom Rifkind, secretario de Relaciones Exteriores de Sir John, también criticó el drama asegurando que la escena entre Sir John y el príncipe Carlos le parecía "patética y absurda", mientras que el locutor y amigo del rey, Jonathan Dimbleby, añadió: "La Corona está llena de tonterías, pero esto es una tontería sobre zancos". Es más, según el mismo medio, amigos del rey calificaron la representación como "falsa, injusta y profundamente hiriente" e instaron a los espectadores a boicotear el estreno.

A raíz de la polémica un vocero de Netflix dijo que "la quinta serie es una dramatización ficticia que imagina lo que podría haber sucedido a puertas cerradas durante una década significativa para la familia real, una que ya ha sido examinada y bien documentada por periodistas, biógrafos e historiadores". Sin embargo, la repercusión sirve como ejemplo anticipado de las pasiones mediáticas que la serie podría levantar en pocas semanas.

Porque si tenemos en cuenta las polémicas que provocaron algunos arcos dramáticos en temporadas pasadas y le sumamos la sensibilidad que se respira en el ambiente tras la muerte de la reina Isabel II, es evidente que The Crown podría vérselas con su época de mayor polémica. Además de este supuesto retrato quejica de Carlos y crítico contra su madre, no me extrañaría que la quinta temporada incluyera secuencias entre él y Diana durante los inicios de la etapa de divorcio que, si recordamos el retrato caprichoso y odioso que "el personaje" tenía contra ella en la cuarta temporada, probablemente no salga bien parado de nuevo.

Teniendo en cuenta los años que retratará (de inicios a mediados de 1990s), la serie plasmaría el bombazo mediático que generó la publicación del libro sobre Diana escrito por Andrew Morton en 1992; así como el interés mediático por la relación de Carlos con Camilla, ahora reina consorte. Y no me extrañaría que incuyeran la dramatización del famoso 'tampongate'. Para quienes no vivieron aquella época, fue el nombre que se utilizó para denominar la conversación telefónica entre el príncipe y su amante que se filtró a la prensa un mes después del anuncio oficial de separación con Diana en 1993. Había sido grabada por un radioaficionado que detectó la llamada por casualidad y en ella tocaban temas sexuales con el entonces príncipe, sugiriendo que quería ser un tampón para vivir dentro de su ropa interior. Fue un escándalo de magnitud global que derivó en la ridiculización y el acoso mediático a todos los implicados.

Dominic West como el príncipe Carlos en la temporada 5 de 'The Crown' (Keith Bernstein, cortesía de Netflix)
Dominic West como el príncipe Carlos en la temporada 5 de 'The Crown' (Keith Bernstein, cortesía de Netflix)

Evidentemente el posible retrato de un Carlos infiel, el sufrimiento de Diana y el rol de Camila, además del retrato de un hijo que critica a su madre y reina, no será plato de buen gusto para los seguidores de la realeza, pero tampoco para el público en general en este preciso momento. Justo cuando la simpatía global está a favor de la familia real tras la muerte de la reina.

Y si bien en el pasado toleramos y disfrutamos con muchas de las licencias creativas de la serie o retratos dramatizados de los personajes por el tono mediático, telenovela y conversacional que tenían, ahora se toparán de frente con la sensibilidad del mundo a flor de piel y a favor del recuerdo respetuoso de la monarca y su familia. Una realidad que si bien sospecho generará curiosidad y éxito en cuanto a datos de audiencia, podría caer en un pozo negativo de crítica y polémica. Tal y como está demostrando la reacción del ex primer ministro. Y cuando todavía le queda una temporada más por producir antes del final, no se antoja la mejor manera de concluir su paso, hasta ahora, exitoso por la plataforma.

De la serie documental del príncipe y Meghan se sabe poco y nada. Es más, no existe ninguna confirmación oficial que sugiera una producción sobre la relación de la pareja. Sin embargo, según Deadline la habrían grabado en la casa del matrimonio en Montecito, California, y hace poco se rumoreó que los propios protagonistas querían retrasar su estreno y retocar algunas declaraciones vertidas ante las cámaras precisamente para no levantar polémica tras el fallecimiento de la monarca. Y por eso, según Deadline, ahora “están nerviosos” en Netflix ante los primeros rechazos que habría provocado la nueva temporada de The Crown, dando el paso de retrasar el estreno.

Y es que ni a los duques de Sussex ni a los responsables de The Crown ni a Netflix -con episodios que cuestan unos 13 millones de dólares (BBC)- les conviene meterse en terreno peliagudo cuando la sensibilidad del mundo está a flor de piel. Digamos que no es el mejor momento para criticar ni polemizar con la historia de una monarca histórica, por más que sea una dramatización. Sería muy fácil que, incluso contando verdades, se conviertan instantáneamente en los villanos de la historia. Sin embargo, la quinta temporada ya está terminada. Ahora toca esperar unas semanas más y ver la que se arma.

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