'El último rey': la serie que enfrenta a los herederos de Vicente Fernández con Televisa

'El último rey', la serie de TelevisaUnivision sobre Vicente Fernández basada en el libro de Olga Wornat es el proyecto más controversial de la televisora en años. (Photo by Ulises RUIZ / AFP) (Photo by ULISES RUIZ/AFP via Getty Images)
'El último rey', la serie de TelevisaUnivision sobre Vicente Fernández basada en el libro de Olga Wornat es el proyecto más controversial de la televisora en años. (Photo by Ulises RUIZ / AFP) (Photo by ULISES RUIZ/AFP via Getty Images)

Tras un vertiginoso fin de semana de polémicas y censura, de demandas y juicios de amparo, la polémica serie producida por TelevisaUnivision 'El último rey', a cargo de Juan Osorio y basada en el igualmente controversial libro de Olga Wornat, se estrenó en México en el Canal de las Estrellas, antes de pasar a Univision y a la plataforma conjunta Vix.

La controversia ha sido tal que hasta Cuca Abarca, la viuda de Vicente, apareció en video en las redes sociales de su difunto esposo, para dar la cara (cosa que sorprendió, ya que la señora se ha distinguido en décadas por ser extremadamente discreta y casi nunca dar opiniones a los medios, siendo habitualmente la esposa sumisa dos pasos detrás del Charro de Huentitán) y hablar directamente acerca de su posición sobre esta serie, misma que calificó no como "un acto de libertad de expresión" sino como un "robo" y una "traición" por parte de la televisora que tan cercana fue a su marido en vida.

Que Cuca haya salido a dar su opinión en nombre de la familia —y bueno, ella es la matriarca ahora— es una de las tácticas que han tenido los Fernández para tratar de detener, o al menos denostar la serie de TelevisaUnivision, que inició grabaciones en octubre (no en diciembre como creían muchos) y que se estrena para ganarle a la serie que la familia autorizó, que se realiza con Netflix y Caracol, con Jaime Camil como Fernández y que aún no tiene fecha de estreno (lo que obviamente ha desatado la ira de Gerardo, Vicente Jr., Alejandro y demás miembros de la familia, que recibirán una cifra millonaria en dólares por la serie de Netflix y nada por la de Televisa, claramente una de las razones más poderosas para esta oposición).

No obstante, la empresa obtuvo un amparo en México para poder estrenar como estaba previsto y a un grupo de críticos se proyectaron los dos primeros capítulos. ¿Pero por qué este producto ha suscitado tanta polémica (y morbo) aún antes de salir al aire?

El primer episodio gira en torno a uno de los momentos más álgidos de la dinastía Fernández, acontecido en 1998: el secuestro de Vicente Fernández Jr. a manos de desconocidos (el libro de Wornat señala que de algún modo el enigmático Gerardo, que hoy día es el administrador general de la fortuna familiar, estuvo directamente involucrado en el rapto y tortura de su propio hermano) y el efecto siniestro que esto tiene en la familia.

Del modo en que está estructurada, la serie gira en torno a una extensa entrevista que, en su senectud, otorga Vicente Fernández (interpretado por Pablo Montero en su edad adulta y por el enorme Salvador Sánchez, uno de los mejores actores de México) a la periodista Dalia Muñoz (Angélica Aragón en su retorno a Televisa), como una especie de marco que irá enfocando los aspectos más notorios de la historia del cantante, intercalados con eventos sórdidos, que habían sido objeto de especulación por años, y que la investigación de Wornat sacó a la luz.

Esta patina de morbo es un elemento que ha hecho atractivo al público el proyecto que ha desafiado de todo para llegar a las pantallas. Pese a su tono violento —abrir con el secuestro es literalmente explosivo—, la serie también busca mostrar a los Fernández como un clan que tiene una resiliencia a toda prueba y que sabe mantenerse unido aún pese a las situaciones más abyectas, lo cual en teoría no debería ofenderlos, ya que es lo que han demostrado en la vida real.

Que la serie desafiara a la familia es un hito que demuestra que el ídolo no pertenece a una sola persona o entidad, o empresa, que su presencia lo trasciende todo. Siempre habrá lugar para una, dos, tres series de Vicente y eso es algo que la familia va a tener que aprender a aceptar.

Por otra parte, no existe tal cosa como la mala publicidad y esto se verá reflejado en los ratings. Será el público quien tenga la última palabra.

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