Victoria Alonso dejó Marvel por Argentina, 1985: los entretelones y el destino incierto de la argentina con mayor poder en Hollywood

Victoria Alonso en su momento de mayor responsabilidad como productora top de los estudios Marvel
Victoria Alonso en su momento de mayor responsabilidad como productora top de los estudios Marvel - Créditos: @gentileza

¿ Cuál será el próximo destino de Victoria Alonso después de su ruidoso y explosivo alejamiento de Marvel? No es habitual en la industria del entretenimiento un alejamiento tan abrupto como el de la ejecutiva argentina, que ocupaba hasta hace pocos días una de las posiciones más importantes en el organigrama del poderoso estudio hollywoodense: presidenta de producción, posproducción, efectos especiales y animación.

El revuelo por esta noticia adquirió proporciones todavía más grandes, que tendrán seguramente un considerable impacto en nuestro país, desde que The Hollywood Reporter reveló en la tarde de ayer que Alonso había sido despedida de un día para el otro por Disney, propietaria de Marvel Studios desde 2009, por incumplimiento de contrato al dedicarse durante los últimos seis meses a la promoción de la película Argentina, 1985, de la que participó como productora ejecutiva.

La novedad, confirmada a esa publicación por varias fuentes, inmediatamente fue reproducida por otros influyentes medios dedicados al seguimiento de la actualidad diaria de la industria del entretenimiento y la vida de Hollywood. No hubo hasta ahora confirmación oficial de la noticia por parte de Disney y Marvel, y tampoco comentarios por parte de Alonso.

Lo que informa The Hollywood Reporter es que Disney advirtió a la ejecutiva argentina reiteradas veces lo irregular de la situación, según su punto de vista, y todo alcanzó una instancia sin vuelta atrás durante los días siguientes a la ceremonia del Oscar realizada el 12 de este mes, a la que Argentina, 1985 llegó con una nominación a mejor película internacional.

Según las fuentes internas de Disney citadas por la publicación de Hollywood, Alonso no pidió permiso ni dio aviso a sus empleadores para sumarse a la producción de Argentina, 1985. Debido a su larga y reconocida trayectoria en Marvel, Disney estaba dispuesta a darle una dispensa si se comprometía a no trabajar más en la película de Santiago Mitre y al mismo tiempo dejaba de promocionarla o a hacer publicidad a favor de ella.

Mientras tanto, volvió a circular en Hollywood una publicación del reconocido y autorizado sitio Indiewire, difundida el 17 de febrero, en la que se afirma que Alonso obtuvo el permiso de Disney para comprometerse con un proyecto que formaba parte de su más profunda historia personal y su memoria. “Hice muchas películas sobre superhéroes. Y yo siempre quise contar una historia sobre lo que pasó en la Argentina, porque yo debería haber sido una de las 30.000 personas desaparecidas durante la dictadura”, señaló allí Alonso, que militó activamente durante su adolescencia y juventud en La Plata, su ciudad natal, hasta que a los 19 años viajó a Los Angeles y comenzó desde abajo una carrera muy exitosa que la llevó a lo más alto de la industria del entretenimiento.

Contrariamente a estas afirmaciones, las fuentes citadas por The Hollywood Reporter dijeron que Alonso recibió constantes recordatorios sobre el incumplimiento de su contrato, debido a que ella participaba con frecuencia de las proyecciones y actividades de difusión de Argentina, 1985. También recordaron que hizo su aparición en la renovada alfombra color champagne de los Oscar 2023 junto a Santiago Mitre, en vez de hacerlo como ejecutiva de Pantera Negra: Wakanda para siempre, película de Marvel con varias nominaciones en la misma fiesta.

Las primeras noticias sobre el alejamiento de Alonso abrieron un mar de sorpresas, conjeturas y preguntas en la industria del entretenimiento, sobre todo porque no es para nada habitual que una ejecutiva del rango ocupado por nuestra compatriota deje de manera tan abrupta sus funciones. Primero se informó escuetamente que Alonso dejaba Marvel de manera inmediata. Pero poco después Variety reveló, citando tres fuentes anónimas e independientes, que Alonso no decidió alejarse por las suyas del influyente cargo que desempeñaba. Disney, dueña de Marvel desde 2009, resolvió directamente el despido de la ejecutiva nacida en La Plata y reconocida por todos como la argentina de mayor poder en la industria de Hollywood.

La drástica decisión, según consignó Variety, fue resuelta de manera conjunta en el nivel más alto del organigrama de conducción de la empresa del ratón Mickey tras varias deliberaciones encabezadas por Alan Bergman, copresidente de Disney Entertainment, y de las que participaron los máximos responsables de las áreas legales y de recursos humanos.

Victoria Alonso posa junto a Dolores Fonzi, Santiago Mitre y Axel Kuschevaztky en enero pasado, antes de la entrega de los premios Critics Choice, en los que Argentina, 1985 logró una nominación a mejor película internacional
Victoria Alonso posa junto a Dolores Fonzi, Santiago Mitre y Axel Kuschevaztky en enero pasado, antes de la entrega de los premios Critics Choice, en los que Argentina, 1985 logró una nominación a mejor película internacional - Créditos: @Kevin Winter

De un primer análisis de los pormenores del episodio se desprende un escenario marcado por conflictos y tensiones crecientes en el interior de Marvel, cuyo éxito indiscutido a lo largo de los últimos años en el terreno más competitivo de la industria de Hollywood (de la mano de sus películas de superhéroes) acaba de registrar una primera señal de alarma por los desfavorables resultados de taquilla que obtuvo Ant Man and the Wasp: Quantumania, último lanzamiento en los cines del estudio.

Alonso, en el set de rodaje de una de las películas de Marvel en las que participó como productora
Alonso, en el set de rodaje de una de las películas de Marvel en las que participó como productora - Créditos: @gentileza

Las explicaciones de este resultado que aparece por debajo de las expectativas empezaron a buscarse por el lado de los efectos visuales, uno de los elementos de la película más cuestionados por la crítica. Con Quantumania Marvel ponía en marcha la fase 5 de su ambicioso plan de estrenos interconectados, y justamente en ese crucial momento uno de los elementos más fuertes (el área que estaba hasta hace pocos días a cargo de Alonso) de una estructura en apariencia invulnerable comenzaba a flaquear y a registrar resultados menores a los previstos.

La ejecutiva argentina había alcanzado en 2021, como cumbre de una extraordinaria carrera de 17 años en Marvel, una posición decisiva para los planes y el funcionamiento de esa compañía: nada menos que presidenta de producción, post-producción, efectos especiales y animación. Su aporte resultó vital para el éxito de algunas de las producciones más taquilleras de toda la historia, incluyendo las películas de los Avengers.

Desde que en 2008 se ocupó de la producción de los efectos especiales de Iron Man, le tocó a nuestra compatriota encabezar la impresionante evolución encarada en este terreno por Marvel en la siguiente década y media, hasta convertirse en uno de los puntales indiscutidos del triunfo constante de sus películas en la taquilla y en el reconocimiento público. El aporte de Alonso, fiel lugarteniente de una gran estructura de producción liderada por Kevin Feige, se hacía cada vez más decisivo. Su crecimiento en Hollywood y el hecho de que haya empezado desde muy abajo hasta alcanzar una posición tan influyente no tardaron en convertirse dentro de la industria del entretenimiento en un modelo de tenacidad, profesionalismo y contracción al trabajo.

Según el análisis de Variety, la primera publicación de Hollywood en revelar el despido de la ejecutiva argentina, a Alonso le correspondía dentro del organigrama de Disney la responsabilidad de que todos esos objetivos (cada vez más amplios y exigentes) se cumplieran en tiempo y forma.Pero lo que parecía funcionar mejor en Marvel empezó de a poco a mostrar su otra cara. El estudio se autoimpuso en los últimos tres años, pandemia mediante, un plan de producciones, estrenos y elaboración de contenidos sin precedentes en cuanto a cantidad y alcance, pensado sobre todo para enriquecer la programación de la flamante señal de streaming Disney+, desde la cual se reclamaba todo el tiempo más y más material nuevo y original.

Junto a Ricardo Darín en uno de los agasajos previos al Oscar para el equipo de Argentina, 1985 realizado en Los Ángeles
Junto a Ricardo Darín en uno de los agasajos previos al Oscar para el equipo de Argentina, 1985 realizado en Los Ángeles - Créditos: @Todd Williamson

Algunos llegaron inclusive a denunciar de manera anónima a Alonso como supuesta responsable de un “ambiente tóxico de trabajo” en el interior de Marvel . Quien más explícitamente lo planteó fue Chris Lee, uno de los encargados en el sitio periodístico Vulture (muy leído y consultado dentro de la industria del entretenimiento) de cubrir la actualidad de Hollywood. Lee recogió varias de esas críticas, y al referirse específicamente a Alonso llegó a escribir en su cuenta oficial de Twitter que todo el mundo “le tiene bastante miedo”. Después agregó: “Si le gustás, vas a conseguir trabajo y vas a ascender en la industria. Si la enojaste de alguna manera, vas a quedar congelado”.

Hubo rápidas desmentidas a estas afirmaciones. El informe de Variety incluyó, entre otras, declaraciones de un especialista senior en efectos especiales en las que calificó como “algo completamente fuera de lugar” la idea misma de un ejecutivo de rango elevado ocupándose de intimidar a un equipo completo de trabajo. Al mismo tiempo, varios testimonios reivindicaron a Alonso como ejemplo de profesionalismo y máximo compromiso con el trabajo propio y ajeno.

Todo el episodio despierta todavía más la atención de la industria porque involucra a una mujer latina y abiertamente comprometida con la causa del colectivo LGBTQ (está casada con la actriz australiana Imelda Corcoran), además de ser la primera mujer en recibir algunos de los premios más importantes en el mundo de los efectos visuales. “Victoria es una de las ejecutivas más dinámicas, sinceras y accesibles de la industria”, la definió Feige en 2021, cuando parecía que buena parte del destino de Marvel Studios quedaba en sus manos.

La salida de Alonso profundizó los interrogantes que desde hace algún tiempo se vienen haciendo los analistas de Hollywood sobre los planes futuros de Disney, sobre todo desde el regreso de Bob Iger a la máxima instancia de conducción. Iger y su equipo vienen planteando como pilar de su estrategia la necesidad de ajustar presupuestos, restringir proyectos y estabilizar gastos frente a un escenario de incertidumbre global en materia económica y financiera.

Algunos de esos analistas vinculan en el fondo el despido de Alonso con el complicado panorama general que enfrenta la compañía. Al no confirmarse aún su reemplazante (en la industria dicen que se necesitarían dos o tres personas, al menos, para cumplir de aquí en adelante todas las funciones que tenía a su cargo) aparecen de manera inevitable los trascendidos y las conjeturas sobre nuevas reestructuraciones dentro de Marvel.

Mientras tanto, todo es incógnita respecto del futuro de Alonso. A los 57 años alcanzó el punto más alto de una carrera notable dentro de la industria de Hollywood, lugar al que arribó cuando tenía apenas 19 con la idea de estudiar psicología y teatro, junto al sueño firme de convertirse en actriz. En un momento de esa búsqueda, como recordó en una entrevista con LA NACION revista publicada en octubre de 2021, llegó a tener tres trabajos simultáneos, ninguno de ellos conectado de manera directa con la materia de sus anhelos: por la mañana en Alaska Airlines, por la tarde como pasante en los estudios Paramount, y por la noche como camarera en un restaurante.

Junto a Mark Ruffalo y a Kevin Feige en 2009, durante la entrega de los Hollywood Film Awards
Junto a Mark Ruffalo y a Kevin Feige en 2009, durante la entrega de los Hollywood Film Awards

Después de un tiempo en el que obtuvo algunos papeles en telenovelas y muchos más rechazos empezó a preguntarse quiénes tomaban las decisiones que la perjudicaban. “Los productores”, le dijeron. Y a ese terreno se volcó, primero como asistente y luego con un lugar fijo en Digital Domain, una de las más importantes firmas de efectos visuales de la industria. Allí empezó a aprender los secretos de una actividad que la vio crecer sin pausa cada vez con más responsabilidades. Pasó por DreamWorks, Fox, Sony y, por fin, Marvel.

En medio de las altísimas responsabilidades del puesto que acaba de perder y a partir de la cercanía con su compatriota Axel Kuschevatzky, Alonso decidió sumarse a Argentina, 1985, y a contar más tarde que ese compromiso estaba conectado muy estrechamente a su historia personal. Cuando tenía 15 años, en La Plata, según recordó a LA NACION revista, participaba en las movilizaciones contra la última dictadura militar.

Pasó buena parte de los últimos seis meses acompañando el recorrido internacional de la película de Santiago Mitre, mucho más desde que obtuvo la preciada nominación al Oscar internacional. Mientras tanto, su nombre continuó apareciendo del modo más destacado en el comienzo de los créditos finales de las películas de Marvel. Pasó con Quantumania y seguramente ocurrirá lo mismo en mayo, cuando se estrene Guardianes de la Galaxia 3. Alonso todavía no habló sobre su inesperada e impactante salida de Marvel. Su destino todavía es una gran incógnita.