Victoria Ruffo quiere dejarse las canas como Verónica Castro pero no la dejan

Hay actrices que no tienen problema con el paso del tiempo y deciden mostrar con orgullo las huellas de su madurez, pero a veces no es tan fácil en una industria que sigue premiando la juventud por encima de la experiencia. A Victoria Ruffo, por ejemplo, le gustaría dejarse el cabello blanco, tal como lo ha hecho Verónica Castro, pero no se lo permiten.

A sus 61 años, ‘La reina de las telenovelas' se siente segura consigo misma respecto a la edad y las transformaciones naturales que su cuerpo presenta. Que se asomen las canas en su cuero cabelludo es algo que le agrada. Quisiera que luzcan en su figura como parte de un cambio de imagen que desea.

"Yo quisiera ya dejarme mis canas, porque estoy llena de ellas, pero no me dejan. Cada vez que voy a empezar a dejármelas, sale un comercial o una telenovela. Si es algo que ya quisiera, cambiarme un poquito", comentó a la prensa durante la alfombra roja de la obra Mentiras.

Sin embargo, se ve imposibilitada de hacerlo por sus compromisos laborales. Ser una de las primeras actrices de Televisa y una estrella de la televisión que participa con frecuencia en telenovelas es un candado que tiene para decidir sobre su propio cabello. Productores quieren seguir viéndola con melena de color negro, por lo que debe teñirse las canas en cuanto son visibles.

"A mí me encanta Verónica Castro, me fascina que ande así, con su pelo canoso. Además tiene una cana muy bonita, muy plateada", refirió sobre su colega de profesión, quien a sus 71 años transmite la libertad y la decisión de abrazar su envejecimiento desde la naturalidad del cabello cano siendo una actriz vigente y en activo.

"Me gustan mis 70 años, mis canas y mis arrugas. Yo la verdad no quería verme vieja o muy desgastada, pero está bien que se vean los rasgos de las canas y las arrugas, porque es huella de lo que vas dejando en el camino", declaró la actriz a la prensa en noviembre de 2023 con relación a su melena blanca.

No es algo común ver a estrellas y primeras actrices de la tercera edad que apuesten por dejarse las canas. Previo a Verónica Castro hubo una actriz que tomó la decisión de hacerlo y que además hizo respetar su elección ante las producciones en que trabajó durante los últimos años de su vida. Ella fue Isela Vega, conocida por su carácter bravo y temperamento firme para imponer condiciones. Con canas apareció en cine, televisión y teatro. En su caso no fue impedimento para encontrar trabajo.

Años atrás, desde las décadas de los ochenta y noventa, otra actriz marcó la pauta y la diferencia sobre lo que significa aparecer a cuadro en plena aceptación de la vejez y la transformación física que eso conlleva. Se trató de Josefina Echánove, madre del fallecido actor Alonso Echánove, la periodista fallecida Peggy Echánove y la cantante María del Sol.

Desde finales de la década de los ochenta, Josefina Echánove participó en telenovelas, programas y películas en las cuales resaltaban sus canas, incluso era un sello distintivo para diferenciarse del resto del talento, principalmente del elenco perteneciente al rango de adultos mayores.

El programa Hora marcada (1989), la telenovela La casa al final de la calle (1989) y la película Por tu maldito amor (1990) así lo permitieron apreciar. Fue en la década de los noventa cuando se hizo más notoria su presencia canosa con telenovelas como La dueña (1995) y Cañaveral de pasiones (1996), sobre todo en Valentina (1993) junto a Verónica Castro.

Mientras que Josefina Echánove e Isela Vega no tuvieron inconveniente para conciliar la transición de sus vidas en la vejez con el trabajo, Ruffo se topa con la barrera de que la última palabra la tienen los proyectos en que participa y participará.

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