La nueva vida de Ana María Canseco: "Ya no siento esa necesidad de que si no estoy [en la televisión] algo me falta" (Exclusiva)

La querida exconductora de las mañanas de la televisión hispana decidió hace unos años "bajarle al trabajo" para disfrutar más de la vida: "Ya no es cuánto dinero estás haciendo, sino qué estás haciendo de tu vida, cómo la estás disfrutando"

La manera de ver la vida de Ana María Canseco cambió a raíz de la muerte de su madre en 2021. "Me di cuenta que la vida es muy corta y lo estoy comprobando, entre más grande te haces más rápido se te va el tiempo. Y si nos descuidamos dejamos de hacer las cosas que siempre soñamos [porque] siempre lo ponemos a un futuro, pero a veces ese futuro si no pones en acción un plan nunca va a llegar". Consciente de ello, la que fuera durante muchos años rostro de las mañanas de la televisión hispana decidió hace unos años "bajarle al trabajo" para disfrutar más de la vida. "No hay nada de malo en bajarle al trabajo aunque no se perciba la misma cantidad de dinero, pero estás viviendo al máximo, a tu propio tiempo. Ya no es cuánto dinero estás haciendo, sino qué estás haciendo de tu vida, cómo la estás disfrutando".

La comunicadora mexicana habla con People en Español vía Zoom desde San Antonio Texas, lugar al que decidió mudarse en 2020 para acompañar a su progenitora en su enfermedad. "Fueron unos años muy difíciles en donde yo creo que obtuve la lección más grande de mi vida que fue vivir los últimos meses de mi mamá acompañándola, aprendiendo de su enfermedad, aprendiendo lo que era hacerte cargo de un ser humano, tratando de darle confort. Sabía que el desenlace iba a ser muy rápido o a lo mejor no iba a ser tan rápido pero sí la iba a dejar sin movilidad en cualquier momento, entonces aprendimos a vivir un día a la vez", señala. "Aprendí que lo importante de la vida no es el dinero que tengas o las joyas, lo importante son las risas, los momentos, las vivencias. Platicando con mi mamá esas últimas semanas se sentía muy emocionada porque había mucha gente que la quería. No recordó los lujos, no recordó si tenía joyas… No se lleva nada uno a la tumba, lo único que te llevas son tus buenas acciones, el cariño de la gente, esos aprendizajes tan fuertes, pero más que nada te llevas lo que tú le dejaste a los demás".

Canseco estaba muy unida a su madre. "Éramos madre e hija, hermanas, mejores amigas, confidentes y en los últimos años éramos todo. A mí me tocó estar con ella 24/7, atenderla 24/7, entonces una parte de mí entiende que ya no está sufriendo, que es libre, que la muerte no acaba cuando aquí nos morimos, sino que hay otro capítulo más que empieza, –eso es lo que yo quiero pensar–, pero sí queda un vacío muy enorme y se le extraña todos los días y aprendes a vivir con ese vacío", se sincera. "Aprendes quizás a comunicarte de otra manera. Ya no físicamente, pero sabes que en algún momento está muy cercana a ti, esa energía, ese cariño sigue ahí".

"Si me invitan [a la televisión] voy con gusto el tiempo que quieran, yo feliz de la vida; pero ya no siento esa necesidad de que si no estoy algo me falta"

Ana Maria Canseco

Uno de los motivos por los que te mudaste en su día a San Antonio fue precisamente para acompañar a tu madre en su enfermedad, sin embargo, te terminaste quedando…

Aquí vive toda mi familia y entonces en cuestión económica también la casa ya está pagada, entonces opté por tener esta casa como base, San Antonio como base, y poder desplazarme a Miami, a Los Ángeles, a México. Me entró una etapa muy padre y muy bonita que es el empezar a viajar, empezar a conocer, empezar, quizás, a hacer jardinería, cocinar un poquito más, hacer cosas que no había podido porque pasé frente a cámaras veintitantos años. En total fueron como unos 25 años a nivel network y antes tenía yo otro historial. Yo he trabajado desde que soy niña, entonces como que me he querido dar este respiro. Hago de aquí y allá proyectitos, un proyecto por aquí, un proyecto por allá, pero nada que me esté amarrando porque quiero seguir conociendo el mundo, quiero visitar a todos mis familiares de todas partes de donde estén. Se me hace muy bonito no tener nada que me amarre a ningún lado.

Tienes tu página web, tu programa de radio... ¿cómo es esa dinámica?

Me consultan qué es lo que vamos a poner en la página, que buscamos historias diferentes que hayan salido en diferentes lugares; encontramos las historias que son más picositas, diferentes, que yo sé que a mí público le van a gustar. También tenemos consejitos de María Marín, consejitos de Mario Vannucci, tenemos horóscopos... Es una revista de espectáculos como me gustan a mí las revistas con picantito y todo eso. Y también en la mañana me mandan todo el contenido que va a haber en el programa de radio 'Échate pa acá con Ana María Canseco'. Ese es un programa sindicalizado que pasa en cerca de 60, 70 estaciones de radio por todo Estados Unidos y me encanta porque lo puedo hacer en cualquier parte del mundo. Entonces yo puedo estar en España y puedo transmitir en todo Estados Unidos sin ningún problema. Así que estoy muy contenta con eso porque me da muchísima libertad. Y seguir trabajando, que no es mucho, que no me amarra, pero todavía me encanta contar historias de entretenimiento.

"Yo veo que cada día es más difícil estar en televisión, cada día se les exige más y la verdad no me dan tantas ganas de regresar"

Ana María Canseco

¿Extrañas la televisión?

Ya no. Me pasó una cosa muy interesante. Cuando salí de Despierta América me hacía mucha falta la televisión, lo extrañaba muchísimo, sentía que todavía no había terminado mi misión dentro de la televisión o al menos dentro de los programas matutinos. Me dan una segunda oportunidad en Un nuevo día y ahí entré con la convicción de que esto en cualquier momento se iba a acabar, entonces ahorré dinero y lo disfruté día a día, nuevamente como si mañana se fuera a acabar. Me lo disfruté al máximo, fui a todas las galas, fui a todas las presentaciones, bailé, cotorreé, hice mi mejor trabajo pero consciente de que esto ya se iba a terminar. Entonces en el momento que llegó el fin lo terminé con mucha alegría y mucho gusto entendiendo que ya era momento de iniciar otra etapa. Me da mucho gusto que a través de las redes sociales podamos estar en contacto con la gente, que podamos tener esa conexión tan bonita y tan padre. Creo que hoy en día sigue siendo muy importante la televisión, sin embargo, esta manera de poder entrar a los hogares de la gente, estar con ese contacto tan cercano eso ayuda muchísimo.

¿Regresarías? 

La competencia está muy grande. YouTube, Netflix, Amazon, todos estos servicios también te están ofreciendo una variedad enorme de programación. Yo veo que cada día es más difícil estar en televisión, cada día se les exige más y la verdad no me dan tantas ganas de regresar. Regresar de vez en cuando, saludar, echar carita y sí se sigue sintiendo esa emoción muy especial, sin embargo, ya no siento esa necesidad que sentía antes. Si me invitan voy con gusto el tiempo que quieran, yo feliz de la vida, pero ya no siento esa necesidad de que si no estoy algo me falta.

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"Ya no estoy tan conectada con lo que son los matutinos, pero obviamente sí me he enterado de todos los cambios que ha habido en Telemundo, los recortes de Univision..."

Ana María Canseco

¿Ves algún programa matutino? 

Ya casi no los veo. Me entero de las noticias más sobresalientes a través de YouTube o si hay algo interesante que van a criticar de moda entonces sí llego a verlo en Despierta América o Un nuevo día, pero yo ya no estoy tan conectada con lo que son los matutinos. Pero obviamente sí me he enterado de todos los cambios que ha habido en Telemundo, los recortes de Univision y, bueno, los admiro muchísimo. En los dos programas tengo muchísimas amistades que quiero muchísimo, gente que admiro y que quiero, así que deseo que le sigan echando ganas y que siga existiendo trabajo para todos.

¿Te verías en un programa como Desiguales?

Estaría padre con Adamari. A mí me encantaría. Yo creo que sería divertido, sería ese tipo de programas que quizás sería divertido, así que no digo que no. No digo ‘me muero, yo quisiera’. Sé que haría muy buen trabajo. Si hay invitación perfecto ahí caigo y si no, te digo, ya no siento esa necesidad.

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