Viggo Mortensen, o los poemas como "bombas caseras" y registros de un fracaso

Buenos Aires, 10 jul (EFE).- Los poemas son como una "bomba casera", la "flor" de una mentira y el registro de un "fracaso" que el actor estadounidense Viggo Mortensen recoge en "Ramas para un nido", un poemario presentado este lunes en Buenos Aires.

"Los poemas son una mentira, el registro de un fracaso en una bomba que podría estallar. En fin, creo que hay que proteger a la poesía de los poemas, y de los poetas sobre todo", afirma, un poco en broma, un poco en serio, el actor, que alcanzó la fama mundial encarnando a Aragorn en la trilogía de "El señor de los anillos".

Mortensen, que, además del cine, ha buceado en la música, la literatura, la pintura y la fotografía, presentó este lunes su más reciente poemario ante un auditorio colmado del Centro Cultural Borges de Buenos Aires.

Lo hizo junto a los también poetas Gabriela Luzzi, José Villa y Gabriela Bejerman, escritores que forman parte del catálogo de Vox/Lux, el sello editorial independiente bonaerense que ha editado "Ramas para un nido".

En perfecto español, Mortensen, de 64 años y que hasta los 11 vivió en Argentina, leyó media docena de poemas de su autoría.

Incluso se permitió la humorada de dedicarle la lectura de uno al Club Atlético Huracán, histórico rival futbolístico del San Lorenzo de Almagro del que el actor es uno de sus más famosos aficionados.

"Este poema, aunque muy poco tiene que ver con el fútbol, se lo quiero dedicar a Huracán. No lo digo de mala leche para nada, al contrario. Quiero que el primo del barrio se quede en Primera (división) porque, si no, qué hacemos", bromeó.

REGISTRO DE UN FRACASO

"Después de intentar escribir poesía durante casi 50 años, concluyo que un poema es la flor de la mentira que son las palabras. Nunca alcanzan, no representan fielmente el corazón de lo que pienso o siento", aseguró el actor neoyorquino.

Mortensen, quien ya había publicado en 2019 el poemario en español "Lo que no se puede escribir", describe la génesis de un poema casi en términos futbolísticos.

Un puñado de versos pueden nacer en el amanecer de una noche de mal sueño, como unas cuantas palabras que afloran cuando la cabeza está "medio vacía" y, aun así, se atreve a guardar unas líneas y descartar otras en una "ambiciosa jugada" creativa que muere al "estrellarse contra el muro de la defensa".

Es entonces cuando el poeta, que trazó unas cuantas frases a partir de un sentimiento primigenio, ya no tiene la menor idea de lo que quería expresar. Pero sigue adelante, aunque su memoria lo traicione,.

"He leído buenos poemas de otros y confío en la posibilidad de escribir uno. O sea, que existen los buenos poemas. Pero tampoco sé si eso es cierto. Puede que sea imposible escribir un poema realmente bueno porque nunca va a ser la verdadera representación de la experiencia, del sentimiento o el pensamiento que lo impulsó. Un poema es el registro de un fracaso", lanzó.

Esto es, según el actor y escritor, porque "el poema parte de un deseo imposible, el de querer de alguna manera meter, aunque sea mínimamente o de forma inconsciente, la experiencia individual, personal, en un contexto universal".

"Sigo buscando un vínculo entre lo que pienso y lo que me rodea, aunque casi siempre termino insatisfecho, negando la conexión, lamentándola, incluso odiándola. Pero sigo escribiendo".

BOMBA POÉTICA

Para Mortensen, un poema también "es una bomba casera más o menos bien construida".

"Si logra estallar, sus fragmentos pueden alcanzar a alguien, armar una nueva idea, frase, una bomba más potente", aseguró.

Mortensen sabe que a veces esas "bombas" poéticas "se dejan hacer" cuando "las palabras necesarias aparecen", tal como lo balbucea ese "pibe" de uno de sus poemas, un niño al que, quizás como fue él algún día, "le cuesta imaginar que es astuto y puede sobrevivir en un mundo lleno de artistas".

Natalia Kidd

(c) Agencia EFE