El vino azul: La revolución cromática en la industria vinícola

Vinos de todos los colores, creo que esa será la meta de la humanidad para los años venideros. ¿A quién no le gusta el vino? Y entra más llamativo, para muchos mejor. El vino azul es una locura para los puritanos de un producto tan sagrado. La idea suena sencilla, pero realmente requiere de creatividad y un poco de suerte. Un invento sin “mucha ciencia” pero que desde hace ya varios años muchos quieren replicar.

qué vino azul tomar. Foto: Vino Azul, producto de la tecnología alimentaria/ El Español
qué vino azul tomar. Foto: Vino Azul, producto de la tecnología alimentaria/ El Español

Técnicamente no le podemos llamar vino, la ley nos lo impide, aunque en la elaboración lo es. Este producto, es invención de unos jóvenes empresarios españoles que tienen un amor desmedido por el vino, sin embargo, estaban en la búsqueda de “salir de caja” y brindar una nueva experiencia a la gente. Surgió como una idea que buscaba salir de lo convencional y crear una rebelión vinícola. El primer vino azul se llama Gïk Live y la uva proviene de viñedos españoles y franceses.

Food Tech para crear el vino azul

Como un acto de rebelión, sus inventores implementaron food tech para poder crearlo. Su espíritu innovador nos invita a disfrutar de un producto milenario reconfigurado para crear una nueva experiencia sensorial. Cuenta con 11.5° de alcohol y podría ser considerado como un vino blanco, por sus características principales, pero en el proceso de producción todo es diferente pues se le agrega un componente natural denominado antocianina, que genera una reacción química que lo convierte en vino azul.

vino azul gil live es el primero en existir. Foto: El vino azul Gik Live, fue el primero en ser inventado/ La Razón
vino azul gil live es el primero en existir. Foto: El vino azul Gik Live, fue el primero en ser inventado/ La Razón

El proceso es a partir de la pigmentación, donde primero crean un ensamble de uvas, tanto tintas como blancas y a estas se le añaden los pigmentos naturales. El índigo y la antocianina, estos dos provienen de la misma piel de las uvas que se usan para hacer el vino. A pesar de su intervención química es un vino dulce al cual no le añaden azúcar y se percibe suave en boca y muy refrescante.

Al servir el vino azul en la copa, es como si tuvieras contenido en la palma de tu mano un pedazo de mar. Un color azul eléctrico, único y muy llamativo como para dejarlo pasar. El color ataca tus pupilas y las domina, como si de un efecto hipnótico se tratara. Tiene notas florales y frutales principalmente, por ello tomarlo a baja temperatura es lo más recomendable. La acidez está presente en boca, sin embargo, no es exagerada y se percibe más como un vino ligero fácil de tomar.

Producto de interés para las nuevas generaciones

Gracias a la invención de Gïk Live, muchas otras casas vinícolas comenzaron a producir el suyo. Algunos muy recomendados son: Vindigo, Marqués de Alcántara y Blu Nun. Apoyados en la tecnología y con los viñedos más emblemáticos de la región, comenzaron a desarrollar un producto de calidad. El color es muy controversial, pues para la mayoría de los puristas y amantes del vino, obtener un producto con este color va en contra de las “reglas” del vino.

los vinos azules son toda una experiencia sensorial. Foto: Producto para las nuevas generaciones/ El Marqués de Alcántara
los vinos azules son toda una experiencia sensorial. Foto: Producto para las nuevas generaciones/ El Marqués de Alcántara

Desde su nacimiento existió mucha polémica, sobre todo por su alto grado alcohólico pues no se le consideraba legalmente como un vino. No se clasifica como ninguna de las 17 categorías de productos vinícolas reconocidas por la regulación europea. A pesar de ello, el vino azul es exportado en grandes cantidades a cientos de países.

Esto ha permitido captar la atención de un grupo socioeconómico de la población que había dejado de consumir vino, porque lo vinculan como un producto muy apegado a generaciones adultas. Pero gracias al vino azul, las nuevas generaciones empezaron a desarrollar un cierto interés por ser diferente. Una clara muestra de la importancia que tiene la tecnología y el marketing para el consumo de los alimentos.

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