La forma correcta de tomar vitamina C si quieres una piel hidratada

La vitamina C es esencial para nuestro organismo, y por eso, además de ingerir alimentos ricos en esta vitamina, es esencial aplicar este ingrediente sobre la piel para obtener así todos sus beneficios. (Foto: Getty)
La vitamina C es esencial para nuestro organismo, y por eso, además de ingerir alimentos ricos en esta vitamina, es esencial aplicar este ingrediente sobre la piel para obtener así todos sus beneficios. (Foto: Getty)

Con la llegada del otoño y sus bruscos cambios de clima; a primera hora de la mañana frío, luego calor, de repente llueve... la piel del rostro se ve visiblemente afectada, se reseca y pierde vitalidad.

Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) recuerdan que "tanto en otoño como en invierno es conveniente cuidar la piel aún más. Para lo cual debemos prestar atención a la nutrición, contrarrestar la oxidación con vitamina C o poner especial foco en hidratar la piel del rostro".

En este sentido, la vitamina C se ha convertido en los últimos tiempos en todo un 'must' para el cuidado de la piel y, en especial, del rostro. Sí, la vitamina C ha ido ganando popularidad entre la cosmética (nuestro cuerpo no puede producirla) hasta convertirse en un ingrediente indispensable para el cuidado de la piel, gracias a que nos permite prevenir el envejecimiento prematuro.

¿Su mayor logro? Se trata de un potente antioxidante que neutraliza los radicales libres que causan estrés oxidativo en la piel y que provocan su envejecimiento prematuro. Más en detalle, a su forma más pura y soluble en agua se le llama 'ácido ascórbico', por lo que pertenece al grupo de los alfahidroxiácidos (AHA’s).

Esto es importante porque al ser un ácido para la cara, su composición deshace los enlaces que unen a las células muertas en la capa superior de la dermis, por que sirve para hacer una exfoliación y así proteger, reparar y mejorar la apariencia de la piel. Eso sí, su uso debe ser gradual y supervisado por un experto.

"La vitamina C es muy necesaria para la salud de la piel, ya que activa sus defensas e interviene en la síntesis del colágeno, proteína que constituye el tejido cutáneo y le otorga sostén. Las chinas o frutas cítricas, la papaya el perejil fresco, el pimiento crudo, los kiwis y las fresas son excelentes fuentes de vitamina C", explica la doctora Paloma Cornejo, dermatóloga.

Debido a que la vitamina C pura funciona como un antioxidante natural, puede mejora la luminosidad y textura de la piel. Además, es esencial para la producción de colágeno en las células cutáneas, ayudando así a mantener la estructura de la piel y a retrasar los signos del envejecimiento. Y como nuestro organismo no produce por sí solo vitamina C, debemos encargarnos de suministrársela a través de la alimentación y también de forma tópica.

Según los expertos lo ideal es combinar la vitamina C en sus tres presentaciones. "Usa antioxidante tópico, ten una dieta saludable con alimentos ricos en antioxidantes y no olvides tu suplemento, esta es la manera ideal de obtener todos sus beneficios", explica la dermatóloga Yuvisela Méndez en declaraciones a la revista Glamour.

En este sentido, incluir los cítricos en la dieta, será un acierto seguro, y es que son una gran fuente de vitamina C, A y ácido fólico, minerales y antioxidantes. Aunque se consuman todo el año, comer una naranja o un limón de temporada es una experiencia más superadora que hacerlo en cualquier otro momento del año. Son más ácidos al principio de la cosecha y se vuelven más dulces a medida que avanza el frío.

“El fotoenvejecimiento hace que la piel pierda luminosidad y aparezcan imperfecciones, manchas, o arrugas. La vitamina C es el mejor aliado para combatir los radicales libres, recuperar esa luz natural de la piel, unificar su tono y devolverle vitalidad”, afirma en Elle el doctor Gabriel Serrano, dermatólogo y presidente de Laboratorios Sesderma.

Pero además de su efecto anti-edad, y de aportar luminosidad al rostro, puesto que tiene la capacidad de suprimir la síntesis de la melanina (pigmento encargado de dar color a la piel), la vitamina C es despigmentante y ayuda a unificar el tono de la piel. Es decir, regula la producción de melanina bajo exposición solar y reduce la melanina sin sol.

No obstante, debes tener en cuenta hay varias formas diferentes de vitamina C. "Mientras que la vitamina C pura (ácido L-ascórbico) se absorbe en la piel y comienza a trabajar inmediatamente después del contacto, la vitamina Cg (Ascorbyl Glucoside) se activa una vez absorbido en las capas superiores de la piel para aumentar la actividad de la vitamina C con el tiempo", explican desde Kiehl's.

El hecho de que no todos los sérums de vitamina C se elaboren de la misma manera es importante. Algunas fórmulas, si no se estabilizan correctamente, pueden causar sensibilidad o ser menos eficaces. Y cuando los productos tienen concentraciones de ácido L-ascórbico que son demasiado altas, la piel puede incluso experimentar irritación. Por eso debes consultarlo con el dermatólogo antes de elegir un producto de vitamina C.

En caso de así lo aconseje, lo ideal es aplicar la vitamina C por la mañana (antes de añadir un protector solar diario), sobre el rostro limpio y seco y mediante ligeros toques. Para que haga mayor efecto, deberás incidir de manera especial en todas aquellas zonas de la cara en las que tengas manchas o marcas.

Otra opción es añadir unas gotas de sérum de vitamina C en tu tratamiento o crema hidratante facial habitual. Pero, y aquí viene lo importante: no puedes mezclarlo con retinoides o cualquier otro ácido ya que ésta combinación puede irritar gravemente la piel.

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