La voz ausente: todo lo que tenés que saber sobre el thriller psicológico protagonizado por Benjamín Vicuña y Gimena Accardi
Jornada 40 de rodaje, Palacio San Miguel. Un dibujante hace el identikit del supuesto asesino. El psicólogo Pablo Rouviot y la policía Cecilia Bermúdez miran atentamente desde atrás. “Parecía un muchacho como cualquier otro, tímido… iba con una capucha. Escondía bastante la cara, usaba anteojos”, dice la testigo de manera pausada hasta que su relato es interrumpido por el famoso “¡Corten!” Hay algo que no convence del todo al director que ordena volver a empezar una vez más. Es la quinta vez que se filma esta escena que será parte del cuarto episodio de La voz ausente, la serie inspirada en la novela de Gabriel Rolón y que podrá verse desde el miércoles 21, por la pantalla de Disney+.
Faltan cinco semanas para culminar el rodaje pero ya se vislumbra el impacto que tendrá esta apuesta en el streaming. No solo por quiénes la protagonizan (Benjamín Vicuña y Gimena Accardi lideran el elenco) sino por la historia, que reúne elementos del thriller psicológico y policial, prometiendo mantener al espectador en vilo a lo largo de siete capítulos. “Dejamos sobre la mesa todos los elementos que tiene Rouviot para descubrir el caso. El espectador los tiene. Si Rouviot les gana, es que hicimos bien nuestro trabajo” , anticipa Gabriel Rolón, autor de esta trama que vuelve a tener como protagonista a la figurita estrella de sus novelas: el psicoanalista Pablo Rouviot.
Esta vez, la misión del profesional será esclarecer el presunto suicidio de su hermano. Acompañado por Cecilia Bermúdez, una inexperta policía, el psicólogo se sumergirá en una investigación para la que deberá hacer uso de sus herramientas analíticas para esclarecer el caso. “Rouviot es un terapeuta con un pasado no resuelto. A él le dicen que su hermano se suicidó, pero eso para él es imposible. Deja de ser un psicólogo exitoso y pasa a ser un detective que deja todo con tal de hacer justicia” , confiesa su intérprete Benjamín Vicuña que, en este camino lleno de suspenso, intriga y giros inesperados, quedará cara a cara con un secreto familiar.
Producida por Pampa Films y Gloriamundi Producciones y dirigida por Gustavo Hernández (también showrunner de la serie), el elenco se completa con Jazmín Stuart, Federico Olivera, Susú Pecoraro, Francisco Vázquez, Gustavo Garzón, Tupac Larriera, Nicolás García Hume, Gonzalo Urtizberea, César Bordón, Lorena Meritano y Germán de Silva.
Un psicólogo, un muerto y un secreto familiar
No es la primera vez que una novela de Gabriel Rolón se adapta a la pantalla ni tampoco la primera vez que Benjamín Vicuña le pone el cuerpo a uno de sus personajes. De hecho, esta es la segunda vez que el actor interpreta al héroe de los best sellers del psicoanalista. “Es un proyecto que quiero muchísimo, que tiene un precedente como fue la película Los padecientes. Tuve la suerte de acompañar a Gabriel Rolón en la feria del libro y de ver como Pablo Rouviot habita en el imaginario de miles de lectores y espectadores primero, con Los padecientes y ahora con esta novela, una de las más exitosas de la historia de la ficción argentina”, le comenta el actor chileno a LA NACIÓN en uno de los descansos del rodaje.
Si bien llevar estas historias a la pantalla siempre es un desafío porque hay que “lidiar” con ese Rouviot que está instalado en la cabeza de los lectores, Vicuña advierte que en esta oportunidad tiene más concesiones y libertades. “El equipo de autores tomaron el libro La voz ausente como un disparador y me dieron todas las posibilidades para que fuera un personaje independiente. Es una adaptación que para mí crece muchísimo pero sin perder lo sustancial que es el suspenso y el thriller psicológico y el color de este personaje, fundamental a la hora de persuadir a los otros personajes, sacar deducciones o interpretar las circunstancias”, asegura.
Ahora bien, ¿quién es este personaje tan amado por los lectores de Rolón? Proveniente de una familia acomodada, Pablo Rouviot es un reconocido psicoanalista que tiene un talento natural para observar, leer entre líneas, y escuchar lo que los demás callan. Todas herramientas que en esta ocasión volverá a poner en marcha cuando, después de varios años radicado en España, regresa a la Argentina para asistir al festejo de 25 años de casados de su hermano José (interpretado por Federico Olivera) y su mujer, Candela (encarnada por Jazmín Stuart) y este aparece muerto.
“José es un hombre que cree que tiene una vida perfecta. Quiere formar una familia y cuando ve que no lo puede hacer se le desmorona todo y ahí aparece su otra cara”, anticipa Federico Olivera. “La serie arranca con el festejo de 20 años de matrimonio. Candela es una mujer que realmente cuida mucho sus afectos y la pérdida trágica de su marido la destroza”, revela la actriz.
Si bien todo indica que es un suicidio, Rouviot no cree en esta teoría y comenzará una búsqueda para develar la verdad. “Este personaje tiene algo que habita en los secretos de los otros. Escucha, saca conclusiones interesantes, maneja información. Es un superhéroe intelectual (muy al estilo de Sherlock Holmes) pero a la vez es un tipo normal, con miedos y miserias. Y en eso va a enfatizar muchísimo esta serie, en ese costado familiar, en sus dolores y frustraciones, en por qué Pablo es así”, cuenta Vicuña, mientras Rolón agrega que para ayudar a los demás “es brillante” pero no sabe qué hacer con sus propias emociones.
Una dupla imbatible
Para lograr dar con el asesino de su hermano, Pablo Rouviot tendrá una compañera de lujo: Cecilia Bermúdez, una agente de policía (hija de un reconocido comisario) que encontrará en este caso una oportunidad para demostrarle a sus compañeros de lo que es capaz. “Cecilia es la hija de un oficial muy importante de la fuerza. Su marido (un excompañero) vive un hecho muy desafortunado y ella tendrá que hacerse cargo. Por un lado, mostrará un costado muy sensible dentro de su casa pero en el trabajo será una mina súperdura, en un mundo de hombres donde si no se pone firme le pasan por arriba. Ese contrapunto es interesante y me da más matices a la hora de actuar” , confiesa Gimena Accardi, que se sometió a una audición para quedarse con este papel. “Fue un casting online. Me dieron una escena para estudiar y Nico (Vázquez) me hizo de partenaire, me tiró la letra del otro lado mientras me filmaba. Cuando me llegó el sí, estaba muy feliz. Primero por hacer algo distinto a todo lo que venía haciendo y después por entrar en el mundo de las plataformas, un mundo donde todavía no había incursionado”, cuenta emocionada.
Si bien fue un personaje muy deseado por ella, la actriz asegura no tener nada en común con esta policía que es experta a la hora de observar detalles. “Es un registro tan distinto que a veces le muestro a Nico escenas que grabo y no me reconoce. Si bien tengo carácter duro y una personalidad que podría trabajar en un mundo de hombres e imponerme, no encuentro muchas cosas parecidas entre ella y yo”, reflexiona Accardi, que tuvo que aprender desde cómo sostener un arma o una linterna hasta cómo resguardar una pista.
A diferencia de Vicuña, esta es la primera vez que Accardi transita por este tipo de género. “Fue muy loco porque trabajo hace 23 años y nunca hice un género así, así que era uno de mis sueños pendientes. Me divertía actuarlo porque cuando leí los capítulos (que están muy bien escritos) me los devoré. Leía las escenas de operativo con mucha sangre y muertos y moría por hacer eso”, cuenta la ex Casi ángeles que además tuvo que colocarse en un registro mucho más neutral al que nos tiene acostumbrados, ya sea desde la actuación como también desde la ropa, el peinado y el make up. “Es el primer proyecto donde no me hacen nada en el pelo”, bromea.
Para Vicuña, que ya ha transitado por este tipo de personajes en varias oportunidades, la profesión del psicoanalista y la del actor tienen mucho en común. “Tengo la suerte de que me han tocado interpretar muchos psicólogos. Sin ir más lejos, en El primero de nosotros (la novela de Telefe) también hice de psicólogo. Creo que la particularidad que coincide es la de saber escuchar. El actor también se nutre del diálogo, de recibir, de ser permeable a la hora de pararse frente a una cámara”, reflexiona el chileno quién inmediatamente analiza lo que significa actuar este tipo de géneros.
“Los thriller viajan mucho más que las comedias, que son más locales. Yo soy un gran consumidor de thrillers belgas, daneses, holandeses, porque tienen un código y un registro que atrapa. De hecho, mis hijos vienen a todo tipo de filmaciones, rodajes, al teatro y pocas veces los vi tan motivados como cuando los traje acá, a la escena del crimen”, revela, entre risas, mientras su coprotagonista confiesa que ella prefiere no ver estas historias antes de dormir.
Un best seller al streaming
A lo largo de las doce semanas que duró el rodaje, La voz ausente pasó por distintas locaciones. El Hotel Panamericano, la clínica San Martín, una quinta en Luján, el Palacio San Miguel y un embarcadero sirvieron de escenario para contar esta historia de suspenso. “Se empezó a filmar por la muerte para tener las fotos y comenzar a construir la evidencia” , nos cuentan desde el equipo de producción sin revelar más detalles.
Mientras que Vicuña define el rodaje como algo “hermoso, intenso y revelador”, Accardi destaca la calidad cinematográfica tanto desde la dirección como desde la puesta. “Tenía ganas de hacer algo en streaming. Soy muy consumidora pero nunca había hecho algo así. En tele uno está acostumbrado a hacer 30 escenas por día y que te coma el aire y acá tenés más tiempo para desarrollar las escenas, con una producción más grande”, explica quién actualmente está haciendo teatro con En otras palabras.
Tener al autor de la novela como colaborador y aliado en esta adaptación es un lujo para el actor de Felicidades. “Gabriel tiene grandes frases, que trato de meterlas con muchísima naturalidad. Pero su gracia, su prosa, su forma de hablar (que logra llegar a todos) es inigualable. Es un tipo muy brillante, habla en fácil temas que son complejos”, reconoce Vicuña, que no solo es un gran seguidor de su obra sino que, en su momento, lo invitó a escribir el prólogo de Blanca, la niña que quería volar, el libro que le dedicó a su hija fallecida. “Tenemos un vínculo creativo, de trabajo y también humano”, asegura.
“A Gabriel lo conozco de la vida y lo quiero mucho. He leído sus libros de psicoanálisis, no sus novelas. Sé que esta fue best seller, de las más vendidas del país”, dice por su parte Accardi mientras confiesa que no haber leído La voz ausente la ayudó a nutrir su personaje de una impronta propia. “Cuando quedé para el papel quise leerla pero me dijeron que no lo hiciera, así no estaba condicionada. Hay muchas cosas que cambian en la serie, así que me enfoqué en la info de los libretos y las órdenes del director”, advierte.
Además de ser un género nuevo para ella, trabajar con Vicuña fue un gran incentivo para esta actriz. “Laburamos en Herederos, donde hicimos de villanos los dos. Además, lo conozco de la vida, de festejos y cumpleaños porque tenemos personas en común. Así que buena onda cuando me entere que el protagonista era él”, confiesa quién en el pasado fue muy amiga de la China Suárez. Para el chileno, las personas que participan en cada proyecto también son importantes a la hora de decir que sí. “Hay algo de feeling, de sentir que el proyecto es el indicado en ese momento de la vida, así que trato de elegir con la intuición y donde creo que puedo sumar desde algún lado con mi capital humano, con mi perspectiva, con lo que ya he vivido. Tengo 43 años y eso también lo pongo al servicio a la hora de construir un personaje”, se sincera el galán.
Respecto de la posibilidad de volver a interpretar a Pablo Rouviot en otras temporadas, Vicuña se mostró entusiasmado: “Siento que es una serie que tiene todos los elementos para seguir en el tiempo. Tiene un final abierto y estoy seguro que series así -bien contadas, con suspenso, misterio, acción y lindos personajes- son muy necesarias”, concluye, con ganas de calzarse el traje de este psicoanalista muchas veces más.