Y tú, ¿qué pedirías en tu última cena antes de ser ejecutado?

Hoy vamos a hablaros de la “la última cena”. No, nos referimos al festival que os disteis ayer a base de patatas fritas y hamburguesa ni, claro está, al cuadro de Leonardo Da Vinci. Estamos hablando de una auténtica última cena, al estilo de la que se les ofrece a los condenados a muerte poco antes de que les vayan a poner la inyección letal. En Quora, el sitio de preguntas y respuestas de Internet, alguien lanzó esta cuestión y muchos de los que participaron se decantaron por ‘fast food’, comidas contundentes o rimbombantes. Muy en la línea de algunos de los presos ejecutados más famosos de la historia de Estados Unidos, como John Wayne Gacy, que se hartó de piezas de KFC antes de estirar la pata. Ahí vamos con las preguntas más curiosas.

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Dan Holliday, aficionado a cocinar los fines de semana, lo tiene claro: una buena hamburguesa. Nada de suflés ni de comidas demasiado sofisticadas, una buena ‘american burger’ con lechuga, cebolla y queso. Y con él coinciden muchos.

Raska Soemantoro, “ser humano, que, por lo tanto, come”, se decanta por algunas de las comidas que le han impresionado más en su vida. Tres ejemplos: los pandebonos, panes de queso colombianos; un sis kebab de Estambul o la hamburguesa del Hard Rock Café de Venecia.

Para Caroline Zelanka, la comida sería un arma más para eludir acabar en el otro barrio: “Pediría bufé libre de ensalada y de sopa y comería muy despacio, esperando una llamada del Gobernador del estado pidiendo que se me perdonara”.

Tom Nikl, un amante de la comida sin un paladar demasiado sofisticado, sería de los que se acordaría de la comida de mamá en un momento como ese: “Creo que los fettucini Alfredo de mi madre serían mi elección. Me hacen sentir hambriento con solo pensar en ellos, incluso a pesar del contexto en el que me encontraría”.

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(Foto: Wikipedia)

Otros apostarían por el lujo y el ‘a todo trapo’ como manera de despedirse de esta vida. Es el caso de Yoni Friedman, que pediría la trufa italiana blanca Alba, una de las delicatesen más caras de mundo y que puede llegar a venderse por 160.000 dólares. Otra cuestión ya sería que alguien diera luz verde a este caprichazo…

Jeremy M. Thompson, “comedor profesional” según su biografía, es de los que no escatimaría en papeo para su última vez y hace una lista en la que caben una hamburguesa triple, una pizza con bacon de Domino’s, pollo frito y un helado de Ben & Jerry’s, entre otros muchos platos. Si hay que dejar este mundo, que sea con el estómago lleno, podría ser su lema.

Calen Riggs, profesional con 21 años de experiencia en “esto de comer”, optaría por pedir pez globo. Su elección tiene que ver con que, en caso de no estar preparado correctamente, resulta venenoso… y mortal. “Sería una manera de irme antes de que el sistema me llevara”, explica.

(Foto: Wikipedia)

Otra de las que haría trampas en sus últimos momentos es Kate Scott, que, siendo alérgica a los plátanos, los pediría para ver si se ven forzados a ingresarla, salvar su vida (que contrasentido, ¿verdad?) y darle una prórroga de unos días más.

Vivek Vermani, que se define a sí mismo como ‘foodie’ a secas apuesta por una última comida muy dulce. De hecho, su elección sería un tiramisú y una tarta tres leches. Una despedida muy azucarada.

Enakshi Biswas opta por una elección más filosófica. Simplemente, leche. “Es lo primero que tomamos al llegar a este mundo, así que irnos de él tomando un vaso me parece una manera de buscar el equilibrio en el universo” Toma ya..