¡Ya está aquí la Operación Bikini!: el sandwich mixto vuelve a estar de moda

Pastrami, club con pollo, vegano... vivimos unos tiempos en los que la expresión “ponme un sándwich” tiene que ir acompañada de una descripción lo más detallada posible. No siempre fue así (al menos en España) donde, hasta hace unos años la palabra “sándwich” era sinónimo de “bocadillo en pan de molde relleno de jamón cocido y queso en lonchas”. Es nuestro “sándwich mixto”, solución de urgencia para meriendas y cenas que, ante la avalancha de nuevas recetas que colocar entre dos rebanadas, llevaba unos años en época de vacas flacas. Eso era hasta ahora. El sándwich mixto vuelve a estar de moda. Muchos se refieren a él como ‘bikini’. ¿Por qué? No hay relación alguna con el traje de baño, sino con la sala de fiestas barcelonesa Bikini, que, a mediados de los 50, comenzó a servirlo como su versión del ‘croque monsieur’ francés. Tuvo gran éxito entre la clientela al parecer y eso explica que en gran parte de España (sobre todo en Cataluña), aún se le llame así. Aquí van cinco ejemplos de que el mixto regresa por la puerta grande.

Casa Ángela (Barcelona). Aquí gastan buen género. Lo preparan con jamón ibérico y queso emmental, y con un fino pan de molde abundantemente untado con mantequilla y pasado por la plancha hasta que queda doradito. En alguna ocasión especial también lo tienen con jamón ibérico, queso brie, espárragos y mantequilla de trufa.

Auto Rosellón (Barcelona). En este local de interiorismo muy cool se ofrece una cocina de autor deliciosa y también uno de los mejores bikinis de la ciudad. ¿Cuál es su secreto? El ennoblecimiento de las materias primas. Del queso en lonchas pasamos a mozzarella trufada y del york al jamón serrano.

Viva Madrid (Madrid). El local de Diego Cabrera y Ricardo García ha recuperado una taberna de toda la vida de Madrid para ofrecer una propuesta en la que se tapea y se coctelea de lujo. Entre las propuestas para acompañar su media combinación o su Gimlet hay de todo y, sí, también un mixto en pan artesano, con chorizo ibérico y queso manchego. “Nuestro rústico homenaje al maestre Rafa Penya del restaurante barcelonés Gresca”, explican.

Suís & Bowls (Barcelona). Los más tiquismisquis le pondrán pegas a la receta por considerarla demasiado rígida. Pues no tienen más que pasarse por este local, situado en el barrio de Gràcia. Aquí lo tienen en tres versiones diferentes: el clásico, el mallorquín (con sobrasada) y el de pan integral con pavo y havarti. Para gustos, los colores.

La barra de Sandó (Madrid). En este restaurante del centro de Madrid proponen tomarlo a la hora en la que los locales lo prefieren: para desayunar. Se sirve en versión clásica, pero, eso sí, siempre acompañado de un buen café con leche y de un revitalizante zumo de naranja. Un combo ganador para afrontar un día de trabajo, que eso sí que es la auténtica operación bikini...