Yanina Latorre ventiló los motivos de su distanciamiento de Marina Calabró y no se guardó nada: “Que lo sepan”
Esta semana hubo un quiebre en la relación entre Yanina Latorre y Marina Calabró. Ambas comparten el pase en El observador 107.9, pero la amistad se rompió y la panelista de LAM (América) comunicó que dejará de pasar tiempo en la radio con ella. Asimismo, aseguró que están distanciadas y que se sintió decepcionada por su excompañera.
El conflicto inició luego de que Calabró renunciara a su columna en Lanata sin filtro (Radio Mitre). En medio del revuelo, Latorre dijo que su reemplazo sería Augusto ‘Tartu’ Tartúfoli y al aire Marina la llamó “vocera”. Ahora, y luego del fuerte descargo que hizo en vivo, Yanina contó los motivos detrás del fin de su amistad con la periodista.
El viernes en LAM (América) Latorre dio detalles del detrás de escena de su decisión de no compartir más el pase con Calabró en El observador 107.9: “Nunca fluyó. Cuando arrancó en la radio me dijo que una de las cosas que más le interesaban de este trabajo nuevo era hacer el pase conmigo porque por ahí quería mostrarse desde otro lugar. Ella es medio acartonadita, siempre muy seria, entonces yo entendí que quería repetir o hacer algo parecido a lo que hacíamos con Viviana [Canosa] que era muy divertido”.
En ese sentido, Latorre dijo que el pase “no arrancó” y que ella no la pasaba bien: “Siempre me iba incómoda”. Asimismo, argumentó que Marina nunca propuso nada distinto en cuanto a los temas que trataban: “Todos los días basábamos el pase en los tres gatos, en que come milanesas de soja, pizza, que no le gusta salir, tomar... me sé la vida entera de ella”.
Acto seguido en LAM compartieron un clip con lo que dijo Yanina sobre Calabró ese mismo día en la radio. “La verdad, es que el pase con Marina, tengo que ser honesta, no fluyó nunca. Yo me saqué un peso de encima, quiero que lo sepan. Además de que yo estoy ofendida con ella. La remé todo lo que pude. Seis meses hace que estoy sentada, escuchando hablar de tres gatos, de los tocs que tiene, de que la mucama le hace la valija y de que no se baña”.
“Si le hablás de sexo pone cara de pel***a. Tiene 50 años chicos, se puede hablar en doble sentido. Yo tengo dos hijos grandes, el 99% de las cosas que digo no las hago. Es humor, es entretenimiento, es cabeza. Y cuando no tenés la cabeza abierta... A veces la gente confunde corrección con inteligencia y el humor es ser inteligente. Yo me rio de mí, de mi marido, nosotros manejamos un humor muy irónico, de mucho conocimiento”, expresó la panelista.
A su vez, remarcó que su pase con Canosa fluía más y que cuando terminaban su Twitter “era un delirio”, algo que no le sucedía con Calabró. “Yo sentía que no arrancaba y que no me remaba una, que estaba en contra de lo que yo decía. Una cosa es que tengamos un ida y vuelta, pero ¡proponé algo! Me fui de viaje y no me preguntó como me fue, nunca me tiró un centro. Era una remada, y yo tampoco venga acá a reportear a Marina Calabró para que ella aparezca carismática adelante de la gente”, reclamó
Acto seguido hizo mención de la relación sentimental entre la periodista y Rolando Barbano. “No soy quién para hablar de su vida privada. Puedo decir que no me pareció lo del Martín Fierro, pero no la juzgo por eso ni me voy del pase por eso”, enfatizó. “Se sumó a que empecé a descubrir a otra persona que yo no imaginé. Me mintió muchas veces, me escondió cosas. Lo que se charla en off se charla en off. Yo le conté cosas mías y ella a mí”, dijo, y aclaró: “Nunca ni la cag*** ni me cag*** y no lo haría ahora. Estoy enojada y distanciada, pero nunca saldría a contar nada ni de ella ni de Barbano. No lo haría, no me interesa”.
Asimismo, indicó que sentía que su compañera le escondía cosas. Contó que Calabró le decía que no quería hablar de un tema con ella y finalmente terminaba contándolo en otro programa. “Fui juntando y juntando, me la fumé. Ella se empezó a dar cuenta que yo cambié porque ni siquiera chateábamos por WhatsApp. También es rara Marina porque no te encara, no te pregunta, soluciona todo llorando y pidiendo perdón”, lanzó. “Me inmolé 40 veces por ella. No me hizo un favor, no me tiró un pie, no me remó una”, concluyó.