Yolanda del Río: ¿qué ha sido de la primera gran señora del regional mexicano?
Antes que Paquita la del Barrio o Jenni Rivera, hubo una cantante de regional mexicano que supo sacar adelante su carrera en un mundo machista, prácticamente sola y obtuvo una serie de reconocimientos que la hicieron una de las más grandes intérpretes de su género entre 1971 y 2001, año en el que comenzó a bajar su ritmo de trabajo, para cuidar su salud y disfrutar la vida.
Hablamos, claro está, de Yolanda del Río, nacida Yolanda Jaén López en Ixmiquilpan, Hidalgo, en mayo de 1955, quien comenzó su carrera como adolescente —su primer disco de oro 'La hija de nadie' se lanzó con gran éxito en 1972—y desde entonces ya era con sus canciones una defensora de la mujer, algo que en ese entonces no estaba tan de moda como ahora.
"En aquel entonces -en la década de los 70, cuando comencé- fui de las primeras cantantes de música mexicana que tocaron estos temas fuertes de lo que muchas mujeres querían decirle a su esposo, a su pareja: "aquí estoy, no soy un objeto. Soy una mujer, soy una persona y a mí me respetas". Fue algo muy impresionante porque inmediatamente la gente comenzó a aceptarme, no nada más en México, también aquí en EEUU y en el resto de Latinoamérica. Y no puedo mentir, me dio mucho orgullo que se identificaran con la música que estaba haciendo", relató la hidalguense de 66 años al Chicago Herald Tribune.
Yolanda comenzó cantando en casa, porque su madre, doña Consuelito, escuchaba a Lucha Reyes, Lucha Villa, Lola Beltrán y Amalia Rodríguez 'La Tariácuri' en la radio. La primera presentación de Yolanda en un concurso de talentos en 1966 fue precisamente cantando "Sufriendo a solas", de dicha intérprete -"¡Es que sufro, sufro, sufro mucho!", dice el coro- y lo hizo con tanto sentimiento que fue un exitazo. De ahí su madre le dijo:"'nada que me salgas con que haces las cosas al 'ahí se va'. Te vas a plantar y a 'echarle' todas las ganas para lograr tus objetivos'. Ella me hizo tenáz por eso cuando comencé a cantar, mi mayor anhelo era triunfar para darle una casa, quería que se hiciera de una casita que fuera de ella. Y se me concedió. Son grandes bendiciones las que uno recibe cuando es buen hijo", compartió.
Desde entonces hasta ahora, Yolanda se siente bendecida y agradecida de que en su trayectoria artística de más de 50 años ha grabado más de 60 discos y participado en más de 11 películas a la par que ha mantenido una vida personal completamente libre de escándalos: "Mi madre me decía que si iba a hacer algo en la vida, fuera con la cabeza muy en alto, que honrara a la mujer; no tuve necesidad ni de usar mi cuerpo ni de hacer desfiguros". Yolanda ha cumplido esas y otras promesas que le hizo a su madre, a quien le dijo que cuando se casara, saldría de su casa de blanco.
Hasta hoy, a 41 años de haberse casado, mantiene una unión armoniosa con Juan Manuel Ayala -quien fuera integrante del grupo Los Humildes- y padre de sus dos hijos, con quienes vive en las afueras de San Antonio, Texas, desde hace más de tres décadas.
"A veces me preguntan que cuál es secreto para mantener un matrimonio de tantos años como el que tengo con Juan Manuel. Diría que primero está el amor, luego el respeto, y la comunicación entre pareja, eso es muy importante, porque a veces hay hombres machistas que se niegan a tener esa comunicación, que se quieren imponer, y así no funcionan las cosas, menos en una carrera como esta. Y Juan y yo primero que nada nos amamos. Luego, nos respetamos. Y después, somos cómplices en todo."
Además de ser de las pioneras en darle voz con su canto a las historias de mujeres que han sacado a sus hijos adelante por sí solas, que han sufrido violencia doméstica o infidelidades, Yolanda logró la independencia como empresaria, algo que no todas las mujeres consiguen ya que ella misma se convirtió en su mánager y productora de sus películas, algo que la llevó a ser comparada como la versión femenina de Vicente Fernández, que fue su contemporáneo.
"Cuando tú misma eres tu empresa, tienes que estar en todo; claro que puedes tener gente de confianza que esté contigo para apoyarte, pero los detalles los tienes que manejar tú. Por eso dice el dicho: a ojo del amo engorda el caballo".
La película mexicana más taquillera de 1977 'La hija de nadie', fue producida y protagonizada por Yolanda, que ha disminuido su trabajo en los últimos años para dedicarse más a su familia: "Soy abuelita. Me gusta dedicarme a los míos. Hacer el desayuno, adornar la casa cuando es Navidad. O simplemente irme con Juan a dar un paseo: tomar la camioneta e irnos a algún pueblo. Claro que canto y me sigo presentando, pero menos. Todavía soy joven y quiero disfrutar de mi familia siendo joven, pero nunca voy a olvidarme del amor de la gente. Porque sin ellos, yo no sería nada."