Yuri dejó las telenovelas porque prometió a esposo no besar a otros

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 15 (EL UNIVERSAL).- Junto a su prolífica carrera como cantante, Yuri también incursionó como actriz en algunas telenovelas, sin embargo, su historial en los melodramas fue muy corto, pues cuando contrajo nupcias le hizo a su esposo la promesa de que las abandonaría, para que ningún hombre besara los labios, pacto que ha cumplido hasta la fecha.

La cantante veracruzana fue captada a su arribo a la Ciudad de México, luego de viajar a Monterrey a promocionar su "Icónica Tour" y, entre algunos de los cuestionamientos que le hizo la prensa, estuvo incluído el rumor de que, antes de a María Sorté, fue a ella a quien le ofrecieron el protagónico de "Las hijas de la señora García".

Los medios de comunicación, entre ellos Berenice Ortiz, le preguntaron si había rechazado la oferta debido a la promesa que, hace 29 años, hizo a su esposo, Rodrigo Espinoza, en la que se comprometió a dejar la televisión para que no volviera a ser besada por otro hombre.

Yuri aclaró que, en realidad, fueron sus compromisos laborales lo que le imposibilitaron aceptar y, sin empacho, reconoció que, efectivamente, había hecho un pacto con Rodrigo, del que se siente orgullosa, pues aseguró que, aunque hay quienes digan que no, los besos de telenovela también se sienten.

"No es que no acepté, es que estaba en la gira con Christian, e hicimos un pacto, cuando me casé con él, que nadie me podía besar más que él, la chica es dócil, soy cristiana, pero siento", expresó.

Además, no dejó pasar desapercibido que, de haber aceptado el papel, se habría reencontrado con el actor Guillermo García Cantú, con quien sostuvo una relación en la juventud y bromeó con la famosa frase de "en donde hubo fuego, cenizas quedan".

"Mi ex, imagínate, ese fuego... no, no, no vamos a tener problemas por una novela, tengo 30 años de casada, déjenle ahí, mejor canto", expresó.

Aunque no perdió de vista que sí extraña la actuación, sin embargo, destacó que prefiere seguir procurando la tranquilidad de su familia, pues para ella el pacto nunca ha significado un sacrificio.

"Sí el extraño claro, pero yo acepto eso, que no me anden besuqueando", afirmó.

Fue en una ocasión en la que Yuri visitó Chile para participar en el Festival de Viña del Mar, cuando vio por la televisión la actuación del grupo Aleste, del que su esposo era integrante.

La cantante se sintió automáticamente atraída a Rodrigo y, sin pensarlo mucho, envió a una de las personas de su equipo para que le entregase al músico con una fotografía suya con el mensaje de que estaba interesado en conocerlo.

Cuando Espinoza recibió el mensaje creyó que se trataba de uan broma, pero uno de sus amigos lo alentó a marcar a la cantante, para cerciorarse de si era verdad.

La interacción entre los dos fue poca, pues Yuri debía volver a México, sin embargo, a partir de ese momento, comenzaron una relación vía telefónica, que consistía en conversar alrededor de tres a cuatro horas diarias.

Hasta que, luego de unos meses, él viajó a nuestro país y, poco después, Yuri regresaría a Chile; la relación siguió ese curso hasta que contrajeron matrimonio, en septiembre de 1995.