Zaira Nara y Jakob Von Plessen: un amor que nació por teléfono, se afianzó entre viajes y naturaleza, pero no pudo superar los rumores
“ Nos amamos mucho hace algunos años, pero entonces no era momento de empezar algo porque él vivía en otro continente y yo quería enfocarme en mi carrera. Nos presentó una amiga en común. Fue un amor intenso, pero yo pensaba que no iba a funcionar porque venía de una gran desilusión ”, contó Zaira Nara hace algunos años, poco después de presentar en sociedad a Jakob Von Plessen, el hombre con el que estuvo en pareja durante ocho años y tuvo dos hijos, Malaika y Viggo. Sin embargo, ese amor que parecía ser para toda la vida no pudo superar una crisis plagada de rumores y versiones que derivó en su final.
Él tiene título nobiliario de barón y ama la naturaleza, tanto que encontró la manera de vivir muy cerca de ella, primero siendo guía turístico en África y luego en nuestra Patagonia, donde se dedicó al turismo rural. Ella es modelo y conductora, y a diferencia de su mediática hermana Wanda, intentó siempre guardar su intimidad, celosamente. “ Desde que empecé a salir con mi novio quise preservarlo. Tiene perfil bajo ”, repetía Zaira.
Una voz en el teléfono
Se conocieron por teléfono y tardaron seis meses en tener la primera cita y poder mirarse a los ojos. Jakob estaba trabajando en África y ella en la Argentina. La intensidad de las charlas a distancia los entusiasmaron, y cuando se vieron el flechazo fue inmediato.
Zaira dio algunos detalles en una entrevista en televisión, hace unos años. “Yo estaba soltera y nos presentó una amiga en común, Mery. No sé cómo se le ocurrió porque somos muy distintos. Pero la pegó porque nos complementamos muy bien. Me acuerdo que Mery me preguntó si podía darle mi teléfono, porque creía que nos íbamos a gustar mutuamente. Al principio dudé porque nunca había tenido una cita a ciegas”, relató. Finalmente aceptó, quizá porque intuía que era su destino. Lo que no sabía era que él estaba en África y que no pensaba volver por el momento.
“ Hablamos por teléfono durante 6 meses antes de tener una cita real, en persona. ¡Una locura! De a poco me fue conquistando porque hacía cosas increíbles como andar una hora a caballo hasta encontrar un lugar con señal, mandarme un mensaje y preguntarme si estaba disponible para charlar un rato ”, decía ella sobre los inicios de la relación.
La primera cita
Un día, Jakob volvió y concretaron el tan ansiado primer encuentro. “Los dos sentíamos que nos súper conocíamos a pesar de que jamás nos habíamos visto en persona, porque en esos muchos meses de conversaciones nos fuimos contando todo sobre nuestras vidas”, explicaba la menor de las Nara.
La primera cita fue en la casa de él porque Zaira, precavida, no quería que los paparazzi los sorprendieran. “ Quería evitar la exposición porque nunca sabés con quién te vas a cruzar cuando salís a comer. Por otra parte, invitarlo a mi casa me parecía un montón, así que me llevó un tiempo decidir qué hacer hasta que pensé que lo mejor era ir a su casa y si no estaba cómoda, me iba con alguna excusa ”. Pero se sintió cómoda y la atracción fue inmediata. Jakob le cocinó algo rico, abrieron un vino y charlaron toda la noche. “Volví a casa loca de amor. Fue mi primera y única cita a ciegas”, se sinceró ella pocos meses después.
Y aunque estaba loca de amor, había algunas cosas que resolver antes de comprometerse en una relación. “Me habían propuesto vivir en Montevideo y dije que no [cuando estaba de novia con el futbolista uruguayo Diego Forlán, con quien estuvo a punto de casarse en el 2011]. Después me invitaron a vivir en Tandil y también dije que no [cuando estuvo de novia con el tenista Juan ‘Pico’ Mónaco]. Jakob vivía en África y era la peor de las opciones, porque yo quería focalizarme en mi carrera”, decía entre risas.
Pero el amor fue más fuerte, lograron trazar un futuro juntos y se comprometieron en abril del 2015. Un año después nació Malaika. En las entrevistas de ese momento decía: “Nos amamos con locura y por eso vamos a tener un hijo. Siempre quise ser madre joven. Y él también. Con Jako aprendí a ser más libre y a conectarme con mis deseos internos”.
Fueron años felices en los que, a veces, les costaba combinar el trabajo de ambos con momentos en familia. Cuando Zaira estaba embarazada de tres meses, Jakob le propuso ir de campamento al Masai Mará, una reserva natural en Kenia. Ella sabía que era un gran deseo de su pareja y lo acompañó. “Lo hice por amor, porque lo extrañaba. Fue una linda experiencia”, asumió.
La ruptura
En febrero del 2020 nació Viggo y sobrevivieron a la convivencia en cuarentena, cuando la pandemia de Covid-19 asolaba al mundo. Muchas veces hablaron de boda y hasta se especuló que se habían casado en secreto, en Francia. Pero no fue cierto. En las pocas oportunidades en que ella posteaba fotos personales en sus redes sociales, mostraba una familia feliz. Jakob, de perfil bajísimo, nunca habló públicamente.
Todo parecía ir viento en popa hasta que los salpicó la crisis de Mauro Icardi con Wanda Nara, la hermana mayo de Zaira. Según las versiones -que afloraron durante días-, Jakob ayudó al futbolista con la logística para que pudiera concretar el encuentro furtivo con la China Suárez en un hotel parisino. El rumor fue desmentido por la conductora, pero sembró la semilla de una crisis que se convertiría en definitiva.
Desde entonces, Zaira y Jakob tuvieron idas y venidas, hubo rumores de separación y de reconciliación. Hasta hicieron un viaje solos a Grecia, mientras sus hijos se quedaron al cuidado de Wanda. No fue la solución. La realidad es que la pareja vivió en casas separadas gran parte de este 2022 hasta que ella confirmó la ruptura, hace apenas algunas horas.
“Después de ocho inolvidables años compartidos, decidimos separarnos y darle otra forma a esta familia, manteniendo la amistad y el amor por nuestros hijos que nos unirán para siempre. Espero sepan entender y respetar este momento familiar. Gracias”, escribió la modelo y conductora en su cuenta de Instagram, como una suerte de punto final para su gran historia de amor.