10 consejos que te ayudarán a llevar mejor los sudores nocturnos en la menopausia

mujer madura con la menopausia con calor en la cama, junto a un ventilador
Menopausal Mature Woman Suffering With Insomnia In Bed At Home Using Electric Fan (Adobe Stock)

Quien los padece sabe que son uno de los efectos secundarios más desagradables relacionados con la menopausia. Los sudores nocturnos que acompañan a los sofocos hacen que haya mujeres que, en esta etapa, amanecen con las sábanas de la cama empapadas. Un problema que aumenta en verano, con el calor propio de la estación. En concreto, el 60% de las mujeres afirman que padecen esta molestia por las noches, según la última encuesta de la empresa Domma. Algunas mujeres sólo tienen episodios esporádicos de sudores nocturnos, pero muchas otras se despiertan empapadas noche tras noche debido a una sudoración muy intensa. ¿La consecuencia? No descansan bien y les genera incomodidad y malestar.

“Los sudores aparecen debido a la bajada del nivel de estrógenos y progesterona, asociado a la ausencia de función folicular ovárica, que altera el funcionamiento normal del centro termorregulador del cuerpo. Esto es lo que provoca la disfunción vasomotora y el brusco incremento del flujo sanguíneo de la piel de las zonas afectadas -pecho, cuello y cara-, produciendo un enrojecimiento y un súbito incremento de la temperatura corporal. Lo que la mujer siente es una fuerte oleada de calor repentina y una sudoración excesiva”, indica Cristina Martínez, fundadora de la compañía.

Y es que no podemos perder de vista que cuando las temperaturas se disparan en esas noches tórridas de verano, es habitual que la mujer note con más intensidad la sensación de calor y sudor asociada a la disfunción vasomotora, que ocurre principalmente durante las primeras cuatro horas de sueño. Todo ello repercute en la calidad de vida de la mujer. 

Pero no todo son malas noticias y se puede tratar de poner remedio. Así, las especialistas en menopausia de Domma aseguran que es posible aliviar este síntoma del climaterio de forma natural, y nos resumen los 10 consejos que pueden ayudarnos a conseguirlo.

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mujer con calor abanicándose en la cama
(Adobe Stock)
  1. La dieta sana, fundamental. Es importante seguir una alimentación equilibrada, sana y variada, así como ingerir cenas ligeras para evitar las digestiones pesadas. Durante la menopausia la alimentación debe contener suficiente agua, frutas, proteínas y vegetales, para aportar las cantidades necesarias de micro y macronutrientes. Para los sofocos y sudores nocturnos se recomiendan alimentos antiinflamatorios, antioxidantes y con efecto estrogénico. Entre los alimentos que pueden reducir la sudoración, Domma destaca las isoflavonas, los lignanos, la vitamina C, el hierro, el zinc y las vitaminas del complejo B. Estos se pueden encontrar en la soja, legumbres, semillas de lino, espinacas, nueces, entre otros alimentos.

  2. También en relación con la dieta, en la medida de lo posible, evitar la comida ultraprocesada y los alimentos picantes, así como limitar el alcohol y la cafeína, ya que aumentan la temperatura corporal, y no fumar.

  3. Hay que elegir bien nuestra ropa de cama. Por eso, es conveniente usar sábanas y pijamas de tejidos ligeros y transpirables e, incluso, dormir desnuda si es más fresco. Los tejidos naturales como el algodón, la seda o el lino permitirán que la piel transpire mejor que otros tejidos sintéticos como el poliéster. Un truco es dejar una muda de recambio en la mesilla de noche para evitar que la mujer se desvele a medianoche si quiere cambiarse de ropa para ponerse un pijama seco.

  4. Es importante mantenerse hidratada. Conviene tomar un mínimo de 1,5 litros o 2 litros al día, pues este hábito mejora la sudoración y la sensación de sofoco. Antes de acostarse es preferible beber solo bebidas frías o frescas, evitando ingerir líquidos calientes que aumenten la temperatura del cuerpo.

  5. La infusión de salvia antes de acostarse, buena aliada. “Se ha demostrado que la salvia es una planta que ayuda a lidiar con los sudores y sofocos, ya que contribuye a regular la temperatura corporal de la mujer”, indica Martínez.

  6. Mantener nuestro peso bajo control. Es importante intentar mantener un peso saludable, ya que el sobrepeso se asocia con una mayor aparición de sudores y sofocos por las noches.

  7. Controlar la temperatura de la habitación. Es complicado, sobre todo cuando las noches son tropicales y el termómetro no baja de los 20º ni cuando se pone el sol. Cuando no se disponga de aire acondicionado, hay que mantener las estancias lo más frescas y ventiladas posibles. Durante el día, se pueden bajar las persianas para que no entre el sol y, por la noche, intentar que haya corriente de aire por el efecto de la ventilación cruzada o dormir con un ventilador.

  8. Refrescarse a menudo. Una sugerencia que proponen es utilizar una toalla humedecida para secar el sudor y refrescarse por la noche. Esto puede ayudar a bajar la temperatura corporal y también a conciliar el sueño. Antes de acostarse, un baño de agua tibia puede ayudar a eliminar la sensación de sudor del día.

  9. Deporte suave como método de relajación. Los expertos apuntan que en verano es recomendable optar por ejercicios más suaves, sobre todo si se practica por la tarde o al anochecer, para evitar que aumente la temperatura corporal. Las especialistas en menopausia de Domma recomiendan el yoga, el pilates, la meditación o los paseos durante los meses de verano porque, además de ayudar a la mujer a mantenerse activa, disminuyen el estrés y favorecen la relajación y al bienestar, lo que puede reducir la frecuencia y la intensidad de los sudores nocturnos.

  10. Los suplementos, buenos aliados. Una opción es recurrir a los suplementos naturales elaborados a base de fitoestrógenos y adaptógenos que ayuden a combatir los síntomas de la menopausia. No podemos olvidar que a pesar de su incomodidad, los sudores son un síntoma tratable y que es posible sobrellevar, también en los meses más calurosos.