8 destinos del mundo perfectos para aprender a bucear
En el momento en el que nos lanzamos al agua la adrenalina sube a cotas insospechadas. Es normal cuando se sabe que lo que sigue es protagonizar una de las experiencias más increíbles que jamás se hayan vivido. Llega el momento de la primera inmersión o, en otras palabras, de nuestro bautismo de buceo. Los océanos y toda la vida que fluye en sus entrañas nos esperan, así que habrá que colocarse bien las gafas, comprobar que todo está en orden, y dar la señal al instructor de que estamos listo. Entonces, comenzaremos a descender. Y no importa en qué rincón del planeta nos encontremos: un universo inesperado, entonces, comenzará a desplegarse ante nuestros ojos.
EGIPTO, NADA COMO EL MAR ROJO
Hay cuatro detalles que convierten el país de Oriente Próximo en uno de los destinos más deseados por los amantes del buceo y, por ende, para aquellos que quieren iniciarse en el noble arte de las inmersiones. Primero, la maravillosa infraestructura con la que cuenta, lo que incluye innumerables escuelas de buceo dotadas de los mejores instructores. Segundo, la escasa corriente que posee el Mar Rojo, lo que permite cierta estabilidad asegurada al adentrarnos en las profundidades. Tercero, la agradable temperatura de sus aguas, un detalle siempre a tener en cuenta. Y cuarto, la buenísima visibilidad que ofrece, lo que permite disfrutar, sin nada que se interponga en la misión, de la contemplación de toda la fauna y flora que habita sus profundidades. Uno de los lugares más populares para el buceo es Sharm el Sheikh, al sur del monte Sinaí, considerada la cuna del submarinismo en Egipto. ¿Qué podemos esperar de la vivencia? Toparnos con más de mil doscientas especies de peces —muchas de ellas, endémicas—, además de arrecifes de coral o, incluso, barcos hundidos. ¿Cómo no caer ante semejante tentación?
MALDIVAS, ETERNO PARAÍSO SUBMARINO
Ya desde las alturas, cuando se sobrevuelan los increíbles atolones que componen la paradisíaca Maldivas, se intuye que la belleza de sus aguas debe ser descomunal. No en vano, es otro de esos lugares del globo que reúne cada año a miles y miles de amantes del buceo decididos a explorar sus tesoros subacuáticos. Cuenta el país con hasta 200 punto de buceo, por ello las escuelas de submarinismo repartidas por sus islas es inmensa —por ejemplo, el centro de buceo que TGI Maldives tiene en Oblu Natura Helengeli by Sentido (coloursofoblu.com), donde el bautismo de la mano de sus grandes profesionales se vive de una manera excepcional—. Y es de la mano de estos instructores como nos lanzamos a descubrir fascinantes estampas como las que protagonizan sus tortugas marinas o sus mantarrayas, de las que aquí se registra el mayor número de avistamientos del mundo.
Pero hay mucho más: imagina cientos de peces de colores imposibles cruzándose frente a tus ojos, a escasos centímetros, e incluso rozándote mientras aleteas con suavidad. De repente, quizás te sorprenda algún que otro tiburón nodriza, pero no hay que temer. Limítate, simplemente, a gozar de lo lindo con el espectáculo. Acércate hasta los arrecifes y explora qué especies se ocultan tras las rocas y algas, en los recovecos de sus estructuras naturales y corales. Una experiencia que es una auténtica aventura.
TAILANDIA, FANTASÍA BAJO EL AGUA
De Koh Tao a Koh Lipe, de Koh Lanta a Phuket o a las Islas Similan. Si existe un lugar en el globo en el que a la vivencia de estrenarse explorando los fondos marinos se une el hecho de que sea un tanto más económico, ese es Tailandia, el país del Sudeste Asiático más visitado por viajeros y, posiblemente, el destino más asequible y cómodo para una primera vez. La variedad de paisajes submarinos con los que cuenta el país es abrumadora, y dependiendo de la época del año será mejor optar por una zona u otra de su geografía. ¿Lo mejor de todo? Que es posible disfrutar de inmersiones de lo más fructíferas siempre. Una de las zonas favoritas por los aficionados es el mar de Andamán, ya sea en las Islas Similan o en Phuket, ya que te toparás con un universo multicolor en las profundidades marinas colmados de hermosos arrecifes de coral, tortugas marinas, mantarrayas —sobre todo, en la zona de Koh Bon— e, incluso, tiburones leopardo en Koh Tachai o tiburones ballena en Richelieu Rock. ¡Ve reservando tus próximas vacaciones!
EN LAS PROFUNDIDADES DE LOS CENOTES MEXICANOS
Más allá de las ruinas de Chichen Itzá, de las paradisíacas playas de Tulum o de la sabrosísima gastronomía que se traen por la península de Yucatán, hay algo más que provoca que las miradas de gran parte de los buceadores del mundo pongan sus ojos en este espectacular destino: sus cenotes. Pero, atención, porque no solo lo harán con la intención de darse un refrescante baño en un entorno espectacular, sino es que estos fenómenos geológicos son también un tesoro para explorar sus profundidades ataviados con botella de oxígeno y máscara. Dos de los más adorados son los de El Pit y Dos Ojos, considerados de los más bellos de toda la provincia debido a la manera en la que los rayos de sol se cuelan a través de sus aguas. Algunos de estos son verdaderamente profundos —de hecho, la palabra cenote viene del término maya dzonot, que significa abismo y profundidad—, y durante el descenso se pueden contemplar formaciones de estalactitas y estalagmitas, además de adentrarse en sus líneas de cavernas submarinas o toparse con sus columnas de piedra caliza. El mundo subacuático de los mayas aguarda para dejarte sin palabras. El cenote Nicte Ha, el Kin Ha, el Holbox, el Zapote o el Kukulkaan son otras opciones que no hay que perderse.
AUSTRALIA, TODO UN MUST
Hay un lugar que nos viene Irremediablemente a todos a la mente al unir las palabras Australia y buceo: Gran Barrera de Coral. 2.900 kilómetros de pura fantasía componen el sistema de arrecifes de coral más grande del planeta, lo que augura una experiencia inigualable para todo amante del submarinismo. Por algo se halla entre las 7 Maravillas Naturales del Mundo, además de estar declarado Patrimonio de la Humanidad. Gracias a su extensión, la diversidad es abrumadora, por lo que, dependiendo de la zona en la que se realicen las inmersiones, se pueden contemplar especies tan atractivas como rorcuales enanos, tortugas marinas, peces payaso, antias violetas eléctricas o peces loro. Las mantarrayas abundan, por supuesto, pero si hay un protagonista absoluto en este rincón del mundo, ese es el tiburón. Algunos de los lugares más enigmáticos y populares para animarse a bucear son Cod Hole, Ribbon Reefs y Osprey Reef, donde, gracias a sus cristalinas aguas, es posible ver con claridad incluso hasta 58 metros de profundidad. Si te lo estás planteando ya, apunta bien: la mejor época para bucear en torno a la Gran Barrera de Coral es de agosto a diciembre. ¿Te lo vas a perder?
FILIPINAS, ENTRE TIBURONES Y GALEONES HUNDIDOS
Otro de los paraísos para buceadores se halla en el archipiélago que compone uno de los países más exóticos y exuberantes del Sudeste Asiático. En Filipinas encontrarás, no hay duda, aquello que andas buscando. Por un lado, porque en Luzón, muy cerca de la capital, existen innumerables playas con entradas accesibles y fáciles —y mucha vida submarina, ¡claro!— en las que aquellos que quieren iniciarse en la actividad hallan el lugar idóneo para lograr la certificación. Por otro, porque la riqueza de especies que conviven en torno a lugares insólitos en las profundidades del mar es excepcional. Será fácil que te topes con tiburones zorro y con tiburones ballena, con rayas, tortugas marinas, bolas de sardinas y otros miles de peces de todos los colores y tamaños. Además, en torno a algunas de las islas filipinas, como en Subic Bay, existen grandes buques de guerra naufragados durante la Segunda Guerra Mundial donde se puede hacer submarinismo. ¡Una experiencia de lo más original!
ISLANDIA, UNA APUESTA... DIFERENTE
Olvídate por un momento de esos lugares paradisíacos colmados de vida submarina de colores en la que no faltan tiburones, mantarrayas y tortugas. Esta vez te proponemos hacer algo muy, pero que muy distinto. Porque en Islandia, es su singularidad geológica lo que te fascinará. Uno de los lugares más icónicos para sumergirte en sus aguas es la fisura de Silfra, en el Parque Nacional de Þingvellir, un lugar único donde es posible bucear entre las placas tectónicas norteamericana y euroasiática e, incluso, conectar ambas: con solo estirar los brazos, se podrán tocar ambas paredes al mismo tiempo. Sus aguas, además, contienen agua de manantial que proviene directamente del segundo glaciar más grande de todo el país, lo que le aporta una visibilidad apabullante. Otro lugar icónico —y muy diferente— para la práctica de submarinismo en Islandia se halla a solo treinta minutos de Reikiavik, la capital, y permite bucear en la fuente termal geotérmica del lago Kleifarvatn, que se abastece de agua caliente, lo que evita que se congele durante los meses de duro invierno. ¿Un último tip para buceadores avanzados? La chimenea blanca submarina de Strýtan, única chimenea termal del mundo en la que se puede bucear.
GALÁPAGOS O EL EDÉN DE LA BIODIVERSIDAD
Turno para la segunda mayor reserva marina del mundo: en las Islas Galápagos convergen corrientes tanto de agua fría, procedentes de la Antártida, como cálida, llegadas desde los trópicos. Esto se traduce en que el ambiente es absolutamente ideal para que coexistan especies de lo más diversas. ¿Cómo no iba a encontrarse entre los destinos top para practicar buceo en el planeta? Más de 500 especies de peces, además de leones marinos, rayas, tortugas o, por supuesto, los adorados tiburones martillo y ballenas tiburón se dan cita en este paraíso submarino de excepcional visibilidad. Uno de los lugares más populares para realizar inmersiones es Isla Darwin, donde a la variada vida marina se unen formaciones geológicas, como el Arco de Darwin, de lo más atractivas. Isla Isabela es ideal si lo que apetece es nadar rodeado de lobos marinos y pingüinos, mientras que en Roca Redonda podrás hacerlo en torno a un volcán submarino donde te será relativamente fácil encontrarte con tiburones. El lugar ideal para vivir una experiencia única e irrepetible.