Inmersión en agua helada, la nueva moda de las celebridades que no es tan simple como la pintan

¿Es realmente bueno para ti?

La inmersión en agua helada está de moda, pero ¿son todo beneficios?
La inmersión en agua helada está de moda, pero ¿son todo beneficios?

A inicios de este mes la estrella de Duna 2, Josh Brolin, se quedó en calzoncillos durante su monólogo en Saturday Night Live para meterse en una bañera con hielo en el escenario. Le dijo a la audiencia: “hace 20 años que me sumerjo en agua fría”, y comparó el reto que implica esa experiencia con su trabajo en el programa de televisión. “Es aterrador y estimulante a la vez”, dijo. “Simplemente no puedes prepararte para ello. Así que lo que tienes que hacer es lanzarte de inmediato. ¡Rendirte ante la incomodidad!”.

Brolin no es el único famoso al que le gusta sumergirse en agua helada. El actor y director Bradley Cooper le dijo hace poco al New York Times que se da un baño frío “todas las mañanas cuando me levanto”. Según la publicación, a la estrella de películas como Maestro y ¿Qué pasó ayer?, que ha sido fotografiada flotando en un arroyo durante un día nevado usando solo unos pantalones cortos, le gusta “meditar a temperaturas bajo cero”.

Tanto las celebridades como los atletas, incluido Justin Bieber, llevan años hablando sobre los beneficios de la inmersión en agua fría para promover la recuperación muscular. El método Wim Hof, creado por el atleta extremo holandés Wim Hof, también ha popularizado la terapia de frío, la cual, según él, aumenta la concentración y la energía mientras reduce los niveles de estrés.

Esta práctica se está extendiendo: las redes sociales muestran que la gente está comprando bañeras de hielo para colocarlas en sus patios traseros e incorporar esa zambullida en su rutina cotidiana. Algunos spas y gimnasios también incluyen las inmersiones en agua fría entre sus ofertas.

Sin embargo, ¿el hecho de que los baños de hielo sean cada vez más accesibles significa que un número mayor de personas deban sumarse a esta práctica? Descubre lo que opinan los expertos y los resultados de un nuevo estudio.

¿Qué es la inmersión en agua fría y por qué la gente lo hace?

El baño de hielo es una práctica de crioterapia que implica la inmersión total o parcial en agua a menos de 15 °C durante un período de tiempo corto. Andrew Jagim, director de investigación de medicina deportiva en el Sistema de Salud de la Clínica Mayo, le dijo a Yahoo Vida y Estilo que la inmersión puede ser continua o realizarse en múltiples sesiones intermitentes. La mayoría de las personas comienzan por 30 segundos.

“Es una práctica común entre los atletas o entusiastas del fitness, quienes suelen comenzar el día dándose un chapuzón en agua fría o lo hacen luego del ejercicio, aunque también pueden combinar una sesión de entrenamiento con un baño de hielo con el objetivo de estimular la recuperación”, explicó.

Se afirma que la inmersión en agua fría mejora la recuperación muscular al inducir lo que Jagim denomina “un estado de vasoconstricción, en el que los vasos sanguíneos se contraen rápidamente para redirigir el flujo sanguíneo hacia los órganos vitales”. De esta forma se puede limitar la inflamación muscular después del ejercicio.

Sin embargo, las personas que realizan actividad física de alta intensidad no son las únicas que realizan la terapia de inmersión en agua fría. Jagim dice que ha leído que esta práctica contribuye a disminuir el dolor crónico o “mejorar el estado de ánimo y aumentar la resistencia al estrés, lo que puede fortalecer el sistema inmunológico”.

Aunque en Internet las personas se refieren a esos beneficios potenciales como un hecho comprobado, lo cierto es que los expertos admiten que las investigaciones que los respaldan son muy limitadas. Uno de ellos es François Haman, profesor de Ciencias de la Salud en la Universidad de Ottawa, en Canadá, quien lleva décadas estudiando los efectos de la exposición al frío.

“No podemos asumir que, porque el frío reduzca la inflamación, también fortalecerá el sistema inmunológico, ese vínculo no está nada claro”, le dijo a Yahoo Vida y Estilo. “En realidad, medir los cambios en el sistema inmunitario no es tan fácil”.

Algunos beneficios de la inmersión en agua helada parecen ser evidentes, pero la ciencia no ha podido comprobarlos
Algunos beneficios de la inmersión en agua helada parecen ser evidentes, pero la ciencia no ha podido comprobarlos

Aunque “no está demostrado científicamente”, reconoce la importancia de la evidencia anecdótica. “Existen ciertos indicios de que puede aliviar el dolor... La gente se siente mejor”, añadió.

Lo que Haman tiene muy claro es que la inmersión en agua fría es una actividad revitalizante que actúa como cualquier otro estimulante. “Al principio experimentas un estrés muy alto, lo cual es extremadamente estimulante, por lo que se va a producir una liberación de dopamina, tu cuerpo va a generar noradrenalina”, explicó. “Así que, básicamente, las hormonas del estrés aumentan y cuando sales de esa situación, es como si revivieras. Te sientes súper activo”.

Haman indicó que los efectos sobre la mente también son evidentes. “Cuando te sumerges en esa agua helada, puedes entrar básicamente en un estado meditativo”, explicó. “Te enfrentas a un tipo de estrés muy extenuante y aprendes a controlar tu cuerpo. Así que existen evidencias de que ese hábito estimula la capacidad para desarrollar una mentalidad diferente y aprender sobre la meditación, la atención plena y cosas por el estilo”.

Estos beneficios son el resultado de sumergirse en agua fría durante un máximo de dos minutos. Sin embargo, permanecer en agua helada durante más tiempo conlleva ciertos riesgos. “Cuando dices que dos minutos es bueno, la gente suele pensar: ‘20 minutos será 10 veces mejor’. Pero no funciona así”. advirtió Haman.

¿Qué dicen las investigaciones?

El 13 de marzo, la revista PLOS One publicó un análisis de ocho ensayos sobre el método Wim Hof (WHM, por sus siglas en inglés). El atleta extremo atribuye su capacidad para soportar el frío a su método de entrenamiento enfocado en practicar la inmersión en agua fría con una forma específica de respiración. Sin embargo, este nuevo meta análisis concluye que la calidad de las investigaciones disponibles no es suficiente para respaldar las afirmaciones de Hof sobre los efectos positivos en el bienestar.

Según los investigadores, los estudios anteriores han sido realizados con muestras pequeñas y representan un alto riesgo de sesgo (el 86,4 % de los participantes fueron hombres, por ejemplo), lo que podría dar pie a resultados parcializados. La revisión también informa que los beneficios psicológicos de los participantes fueron difíciles de medir, señalando que quienes probaron el WHM podrían estar simplemente experimentando un efecto placebo.

Algunas investigaciones respaldan los posibles efectos antiinflamatorios e inmunológicos de la inmersión en agua fría junto con el método de respiración. Sin embargo, los estudios no pudieron determinar qué parte de la práctica contribuyó a ese beneficio, si era la respiración, la meditación o la exposición al frío en sí.

“Los estudios sobre el WHM aún no han comprobado todas las afirmaciones beneficiosas que este método afirma proporcionar”, se puede leer en el informe. “Todavía queda mucho camino por explorar”.

Asumir que todo el mundo responde de la misma manera al frío es una idea extremadamente peligrosa, afirman expertos
Asumir que todo el mundo responde de la misma manera al frío es una idea extremadamente peligrosa, afirman expertos

¿Es seguro sumergirse en agua fría?

Bañarse en agua helada implica asumir “un riesgo calculado” en todo momento, según Haman, debido a la posibilidad de sufrir hipotermia, daño en la piel, estrés cardíaco, aumento de la presión arterial e incluso ahogamiento. La falta de regulación en torno a esta práctica hace que las personas sean más vulnerables.

“Asumir que todo el mundo responde de la misma manera al frío es una idea extremadamente peligrosa”, señaló. “He visto a personas que han tenido muchas dificultades con el frío y otras que no tuvieron problemas”.

Lo compara con la práctica de cualquier actividad física extenuante, señalando que se deben tomar ciertas precauciones para asegurarse de que la persona está en buena forma física y es capaz de soportar una inmersión en agua fría. Sin información sobre el estado de salud de esa persona o sus afecciones, puede poner en peligro la vida, como advierte en su sitio web el Centro Nacional para la Seguridad del Agua Fría.

“Las personas que padezcan problemas de salud crónicos, como enfermedades cardiovasculares o afecciones autoinmunes que afectan el flujo sanguíneo, deben consultar a su médico de cabecera antes de realizar una inmersión en agua helada para minimizar los riesgos de sufrir reacciones adversas”, recomendó Jagim.

Haman aconseja a los interesados en probar la inmersión en agua fría que tomen una serie de precauciones, como sumergirse solo hasta la cintura para poder salir de manera segura, hacerlo con un compañero o en grupo, o incluso proteger las manos y los pies para evitar lesiones. También reitera que el límite de tiempo es de dos minutos.

“Dos minutos son suficientes para crear la respuesta de shock frío, recuperar el control, hacer un minuto de meditación profunda y luego salir”, explicó Haman. “Esa es la manera segura de hacerlo. Las personas que lo practican con regularidad quizá estén tentadas a ir más allá, pero cuanto más tiempo te quedes dentro, más peligroso es”.

Y si una inmersión completa en agua helada no es lo tuyo, aconseja darse una ducha fría de vez en cuando puesto que puede proporcionar muchos de esos beneficios.

“No quiero evitar que la gente se dé un chapuzón en agua fría, solo quiero cerciorarme de que lo hagan correctamente y de manera segura”, añadió.

Kerry Justich

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