Los aceites minerales (o vaselina), ¿son realmente dañinos para la piel?
Personalmente me sentía tranquila de saber que hay un frasco de vaselina, ese gel centenario y útil para todo en una gaveta de mi tocador. Es como algo que siempre tiene que estar allí, porque uno nunca sabe cuándo puede ser útil.
En realidad, solo lo uso de vez en cuando en los labios y cada dos semanas en los pies y en las manos antes de dormir, los cubro con medias y guantes y a la mañana siguiente están como nuevos… Sin embargo, recientemente se encendieron mis alarmas cuando leí en una nota de una revista de belleza que estos productos derivados del petróleo son oclusivos, es decir, que tapan nuestros poros, que ofrecen una falsa sensación de hidratación e impiden que la piel realice sus funciones naturales.
Al respecto, Paola Gugliotta, especialista en dermocosmética consultada por la revista Bazaar, dice que, en efecto, estos productos no aportan los beneficios que se le han adjudicado desde hace tantos años pues lo que hacen es formar una capa de grasa que obstruye los poros “y dificulta la homeostasis –el proceso natural de la piel por el cual regula su temperatura, su humedad, que le permite, en definitiva, realizar sus funciones. La consecuencia es el efecto contrario, deshidratan la piel y modifican su función de barrera natural”.
Asimismo, la experta señala que al ser oclusivos este tipo de productos, que se popularizaron por lo económicos que son y entre los que se encuentran la parafina, la vaselina y otros aceites minerales, entorpecen la eliminación de las toxinas, por lo cual es muy posible que aparezcan granos, irritaciones y enrojecimientos en la piel.
Sin embargo, el hecho es que podemos encontrar estos derivados del petróleo en muchos productos cosméticos como jabones, cremas, champúes, lociones y más, y es que para otras organizaciones calificadas, sus bondades sí están comprobadas.
Según la organización Chemical Safety Facts, los aceites minerales son altamente purificados que protegen la piel, que evitan la pérdida de agua manteniéndola humectada. Es por ello que son utilizados incluso en lociones y ungüentos para la delicada piel de los bebés, cremas y muchos otros cosméticos. Además, se menciona que la FDA permite el uso de aceite mineral como ingrediente activo en algunas categorías de productos fármacos de venta libre, e incluso el Documento técnico sobre reivindicaciones de productos cosméticos de Europa prohibió que las marcas incluyeran las palabras “sin aceites minerales” en sus etiquetas porque los hacen parecer como dañinos, cuando en realidad están aprobados por la legislación europea.
Además, aseguran que al ser inerte y estable, pueden ser usados en pieles sensibles, pues es menos propenso a generar reacciones, con lo cual su uso tópico es seguro, lo cual está comprobado en muchas investigaciones. Una de ellas, publicada en la revista Toxicology Letters, analizó más de 13 estudios que investigan la penetración dérmica de aceites minerales y ceras, y se concluyó que, en general, no hay evidencia de que “se absorban por vía percutánea y estén disponibles sistémicamente. Por tanto, dada la ausencia de absorción dérmica, los aceites minerales y las ceras que se utilizan en los productos cosméticos no presentan un riesgo para la salud del consumidor”.
El asunto está en que, como todo, el uso indiscriminado es el que puede causar daños a la piel. Untar en el rostro una película de vaselina, o de cualquier otro producto en exceso, no puede ser beneficioso. Y es que el rostro, aunque parezca fuerte, lo estrujemos, experimentemos con productos que no conocemos, aunque no lo limpiemos antes de dormir y aún así resista, es delicado y requiere atención especializada.
La doctora Susana Misticone, médico especialista en dermatología cosmética y láser explica que no es conveniente usar vaselina, en ninguna de sus presentaciones, ni aceites minerales en el rostro, porque definitivamente obstruyen los poros. “Estos productos son oclusivos. Obstruyen los poros que tengan secreción sebácea, por lo cual en el rostro están contraindicados. Sin embargo, en ciertas partes del cuerpo como codos, rodillas y talones funcionan muy bien para suavizar la piel”.
La doctora señala que solo en casos de extrema resequedad, por muy poco tiempo y bajo estricta recomendación del especialista, podrían usarse en la piel del rostro. En este sentido concluye recordando que debemos evitar automedicarnos, así se trate de productos tan cotidianos y comunes, porque lo que parece algo de solución sencilla puede ocasionar un problema mayor a nuestra piel.
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