Dedos hipocráticos: ¿el signo que revela enfermedad pulmonar?

En redes sociales recientemente se viralizó un sencillo truco con los dedos que podría revelar los primeros síntomas de cáncer de pulmón. Esto es lo que debes tener en consideración según los expertos

La prueba de ventana de Schamroth ayudaría a identificar esta deformidad en los dedos y uñas conocida como acropaquia, y consiste en juntar las uñas de los dedos índices para ver si se forma ‘la brecha de diamante’, un pequeño espacio parecido a un rombo.
La prueba de ventana de Schamroth ayudaría a identificar esta deformidad en los dedos y uñas conocida como acropaquia, y consiste en juntar las uñas de los dedos índices para ver si se forma ‘la brecha de diamante’, un pequeño espacio parecido a un rombo.

Tras la publicación en redes sociales y medios online de que tener dedos hipocráticos, en palillos de tambor o acropaquias podría ser un síntoma de cáncer de pulmón, hemos consultado con médicos especialistas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) para ver si existe tal relación o estamos ante otra fake news sobre salud.

Este trastorno se define como el aumento en la curvatura de la uña en su eje transversal y longitudinal, (lo que provoca la elevación de las uñas) y está asociado con algunas enfermedades graves del corazón y los pulmones, como cáncer de pulmón, absceso pulmonar, fibrosis pulmonar y bronquiectasias.

Así lo recoge la American Cancer Society en su web donde explica que “el crecimiento excesivo o engrosamiento de algunos huesos, a menudo en las puntas de los dedos, es uno de los síndromes paraneoplásicos más comunes asociados con el cáncer de pulmón”.

Una afirmación respaldada por el Centro de investigación de Cáncer del Reino Unido, que asegura que “en el 35 por ciento de los casos de cáncer de pulmón las personas presentan dicho síntoma”.

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Los científicos piensan que esta ‘deformidad’ es el resultado de la acumulación de líquido en el tejido blando en las puntas de los dedos. (Foto: Newsweek)

En qué consiste

“Los dedos en palillo de tambor, hipocratismo digital o clubbing, constituyen un engrosamiento de las falanges distales de los dedos de manos y pies”, explica María del Carmen Toribio, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Dobra en Torrelavega (Cantabria).

Al principio no produce dolor y “es una afectación bilateral y reversible, si se elimina su causa”, explica Toribio en un artículo médico publicado en la revista de SEMERGEN.

Se produce de forma progresiva, en fases. Primero, la base de la uña (lúnula) se ablanda y la piel se vuelve brillante. Después, las uñas se curvan más de lo normal (esto se aprecia mejor cuando se miran desde un lado) y aparece el ‘signo de Scarmouth’. Y por último, las puntas de los dedos pueden agrandarse, lo que a menudo se conoce como “dedos de baquetas”.

Por su aspecto, a veces el hipocratismo se confunde con artritis y se llama osteoartropatía pulmonar hipertrófica (HPOA).

Cómo se detecta

La especialista indica la existencia de cuatro criterios diagnósticos de toda acropaquia:

  1. Uñas en vidrio de reloj.

  2. Engrosamiento bulboso distal del dedo.

  3. Desaparición del ángulo que forma la raíz de la uña con el dedo.

  4. Sensación de esponjosidad al ejercer presión sobre la uña.

Al observar el dedo de perfil, el ángulo entre el pliegue ungueal proximal y la lámina ungueal (ángulo de Lovibond) es menor o igual a 160°. En pacientes con dedo hipocrático, dicho ángulo aumenta a más de 180°.

Aunque la prueba de ventana de Schamroth, que consiste en juntar las uñas de los dedos índices para ver si se forma ‘la brecha de diamante’, ayudaría a identificar esta deformidad en los dedos y uñas, a veces la acropaquia incipiente es difícil de reconocer”, apunta Toribio.

Una norma muy simple y útil es la siguiente: “si la altura o grosor del dedo en la base de la uña es mayor que en la articulación interfalángica distal, puede asegurarse, casi con certeza, la existencia de acropaquia”, aclara la experta.

Por su parte, Alejandro Maiso, del servicio de Neumología del Hospital Universitario de A Coruña, cuenta en este trabajo que “al explorar las manos de una paciente observamos el signo de Schamroth, que se caracteriza por la ausencia del espacio con forma de diamante que se forma entre las uñas de dos dedos cuando se enfrentan en posición dorsal las falanges distales de un dedo de cada mano”.

Al detectarlo el especialista realizó radiografía de tórax, tomografía computarizada de tórax, espirometría, broncoscopia y realizó una biopsia pulmonar. “Un mes más tarde, los síntomas respiratorios y la función pulmonar habían mejorado significativamente, pero además detectamos una normalización en la exploración de los dedos de las manos, con desaparición completa del signo de Schamroth”

¿Qué indica en realidad?

Hay otros casos clínicos al respecto (mira este reportado por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia o este otro del Hospital Italiano de Buenos Aires), pero no existen datos globales claramente representativos de una asociación directa entre dedos hipocráticos y cáncer de pulmón.

Es más, en realidad, la presencia de hipocratismo digital se asocia a diversos procesos agudos y crónicos con frecuencia de origen respiratorio.

“Las acropaquias son un signo frecuente en la fibrosis pulmonar idiopática, pero no en otras enfermedades intersticiales, que no suelen acompañarse de osteoartropatía hipertrófica. Las acropaquias son el agrandamiento selectivo del extremo distal de los dedos, que adoptan una forma típica en “palillo de tambor”, explica Rafael García Pérez, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

“En la práctica clínica, continúa, las causas más frecuentes de acropaquias son las bronquiectasias, el carcinoma broncopulmonar y las enfermedades intersticiales difusas del pulmón”.

En cualquier caso, “la observación de acropaquias obliga a practicar una exploración funcional respiratoria y una radiografía de tórax que permitan descartar las enfermedades pulmonares más frecuentemente asociadas a ella”.

Porque si bien es cierto que tener dedos hipocráticos pueden hacernos sospechar de enfermedad pulmonar, los verdaderos síntomas del cáncer de pulmón son tos, expectoración con sangre, sensación de falta de aire, agitación y dolor en el pecho. Y para detectarlo es necesario someterse a pruebas específicas para detectar posibles lesiones.

Y es que las sociedades científicas recuerdan que los pulmones son los órganos más vulnerables y expuestos a infecciones y lesiones derivadas del ambiente externo y que cuatro millones de personas mueren prematuramente debido a enfermedades respiratorias crónicas.

“La gente tiende a pensar en cáncer y enfermedad cardiovascular, pero rara vez prestan atención a la salud de sus pulmones, a pesar de que respirar es lo primero y lo último que hacemos en nuestra vida”, señala Isabel Saraiva, presidenta de la Fundación Europea del Pulmón (ELF) y paciente de EPOC, quien destaca que, a pesar de ser una de las causas de mortalidad más importantes en el mundo desarrollado, las enfermedades respiratorias no son una prioridad.

Incidencia del cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es la forma más frecuente de cáncer en todo el mundo, con más de 2 millones de nuevos casos diagnosticados al año, según datos del Observatorio Global de Cáncer.

Según el informe anual de la SEOM 2019 en España, se encuentra también entre los más frecuentes (29.503 casos en 2019) y, además, destaca que pasará a ser el tercer tumor más diagnosticado en mujeres, en relación con el aumento del consumo de tabaco. Así, la incidencia de cáncer de pulmón en mujeres ha ido aumentando, mientras que la tasa de incidencia en varones continúa reduciéndose.

“En 2020, se estima que más de 29.000 personas recibirán un diagnóstico de cáncer de pulmón. Una situación que reclama medidas urgentes y que hace que el cáncer de pulmón sea una prioridad nacional a la que hay que dar mayor visibilidad”, explica la doctora Ivana Sullivan, miembro de la Junta Directiva del GECP y adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona).

Cómo cuidar tu salud pulmonar

Para Saraiva, es importante que la población sepa que respirar es esencial y es necesario proteger la salud de los pulmones, que el daño a estos órganos no puede revertirse, que basta una sencilla prueba para saber cómo están nuestros pulmones, y que las cuatro recomendaciones pueden ayudarnos a cuidarlos mejor: no fumar, vacunarse, evitar el aire contaminado y mantenerse físicamente activo.

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