Adicto al track

Sergio Flores C.

EL GRÁFICO

"Sé que estás a punto de decirme que estoy loco, que no sirvo para darte lo que quieres que te dé. Estoy harto de que me haga falta algo, de sentir toda la carga, todo el peso de la culpa", cantaba con cierta furia en el coche, en mi rondín nocturno por la gran ciudad.

Son los primeros días del año nuevo, de pronto quieres darle una vuelta completa a la página, ya no saber nada y empezar otra historia de cero; no cometer los mismos errores que te atormentan cada día, que de una vez por todas se vayan esas pesadillas que te despiertan varias veces en la madrugada.

Te orillas en una calle obscura y desconocida sin temor a ser asaltado, vuelves a poner la rola de "Fobia", ahora con más volumen, quieres que la guitarra de Paco Huidobro te lastime con sus líneas de fuego y cantas sabiéndote loco y solo: "Sé que es muy maniaco de mi parte...".

Hay canciones que aparecen en tu vida, te destrozan, se van unos años, y regresan en el momento en el que saben que las necesitas. Es un presagio, una adivinación, un sortilegio sonoro que te noquea.

El año nuevo abre sus puertas y ventanas para que cruces a una nueva dimensión.

Eres supersticioso, desorganizado, aunque todo lo anotas metódicamente para que nada se pierda, como si en esa libreta estuvieran los secretos del futuro porvenir.

Hay música que te sabe derrotado, pero que también te marca la pauta por dónde debes seguir. Metes el acelerador, repites esa misma canción toda la noche, una y otra vez esa misma dulce voz, esas sutiles distorsiones que te hacen perderte en las calles sin nombre, sin semáforos, sin señales de vida, es sólo avanzar en la nada, avanzar sobre la ciudad sin mar.

ENCORE. Ojeaba unas viejas revistas de "La Mosca en la Pared" que tengo en casa, buscaba en concreto "La cocina del alma", una de las tantas cátedras rockeras que forman parte del legado de José Agustín. Sí, el maestro está de capa caída en su casa de Cuautla, y le enviamos un abrazo eterno para su recuperación.

Hermoso su legado que hay que leer, releer, disfrutar y aprender. Un maestro a toda madre como pocos.

Y otro máster, pero de la guitarra y la producción rockera, Ricardo Ochoa, pilar del rock hecho en este país y estandarte del mismo desde tiempos del festival de Avándaro, también está mal de salud, aunque estable, según reportan. Se puede donar lana, en la cuenta verificada del músico:

RICARDO OCHOA MUNGUÍA.

Banco: Banorte.

Tarjeta: 4915 6630 7942 7127

Clave: 072 180 00402296906 0

Contacto / Mil Usos Rock.